Empataron en un duelo intenso y trabado
El Pincha y la Academia empataron 0-0 en un encuentro lleno de emociones. No hubo goles entre Estudiantes y Racing, pero pudo haber varios. El local jugó mejor durante gran parte de la noche y el visitante casi lo gana en el final. Hubo de todo.
Antes del duelo emergía la impresión de que podía ser uno de los cruces más interesantes de la fecha. Se enfrentaban uno de los mejores equipos argentinos en 2023 y de gran arranque en 2024 (Estudiantes llevaba tres triunfos en tres partidos, entre el torneo y Copa Argentina) con uno de los candidatos de esta Copa de la Liga. Sí, Racing está entre los que –en principio– cuenta con altas posibilidades de luchar por el título.
La pregunta que aún sigue sin respuesta es: ¿cuál es la verdadera Academia? ¿La que decepcionó en el debut ante Unión y por momentos la pasó mal ante el Pincha? ¿La que le ganó con facilidad a Tigre? ¿La que casi gana en La Plata sobre la hora? A esta altura, Racing es todo eso junto. Es el combo, con lo bueno (las individualidades de jerarquía) y lo malo (un funcionamiento colectivo que todavía no está aceitado).
Lo de Estudiantes, en la actualidad, parece más equilibrado. Cuenta con varios futbolistas de renombre y buen presente, y además ya posee una forma de juego trabajada. Quizás por esta razón no sorprendió tanto que la mayoría de las mejores situaciones de la noche hayan sido para el Pincha: dos posiciones adelantadas milimétricas lo privaron de ponerse en ventaja (una en cada tiempo) y el travesaño le negó el gol a Javier Correa en la primera etapa.
El aviso de Estudiantes, de hecho, fue al minuto de juego: Correa –que no tenía mucho tiempo, pero estaba mano a mano– definió mal y Gabriel Arias atajó sin inconvenientes. Esa tendencia, de un conjunto local más ambicioso, se mantuvo durante gran parte del encuentro.
Cuando la segunda parte llegó a la mitad todo se equilibró. El Pincha extravió la claridad y la Academia se acomodó. En el tramo final, incluso, el elenco de Avellaneda se adelantó unos metros y durante un breve pasaje manejó la pelota.
El problema para el equipo de Gustavo Costas resultó que careció de recursos ofensivos como para vulnerar a una defensa rival que siempre se mostró sólida. Zaid Romero (que hasta su expulsión era la figura) y Federico Fernández sacaron todo lo que se acercó y los laterales fueron un buen complemento, con una destacada labor de Eros Mancuso.
Las modificaciones, de un lado y del otro, no alteraron drásticamente la ecuación. Las de Racing provocaron que mejorara un poco y las variantes de Estudiantes le causaron una involución.
Cuando quedaban cinco minutos, Romero vio la roja (lo habían amonestado, pero el árbitro Nicolás Ramírez corrigió gracias al VAR) y el equipo platense debió finalizar con un jugador menos. En el descuento por primera vez la visita acorraló al local. Si bien lo ahogó con más ímpetu que juego, le permitió finalizar la noche con otro semblante. A los 47 minutos, Enzo Pérez despejó con una maniobra espectacular: la tocó y el balón pegó en el travesaño. Y en la siguiente, Juan Fernando Quintero casi convierte un golazo de tiro libre, pero la pelota, a ras del piso, salió al lado del poste.
En definitiva, un empate que ambos deben valorar. El Pincha suma 7 puntos de 9 y concluyó el cotejo con uno menos, mientras que el conjunto de Avellaneda fue de menos a más y sacó un punto en una cancha complicada.
Lo que sí necesitará Racing, en el futuro cercano, es lograr que tantos nombres interesantes se conviertan en un equipo consolidado. Por ahora, la Academia es una mezcla: entusiasma, pero le falta; posee individualidades, aunque no un equipo afianzado.
Estudiantes mereció un poco más, sí. Sin embargo, Racing reaccionó y sumó.
Por Máximo Randrup-LN