En agosto de 2023, la abogada marplatense se despertó con la noticia de que su pareja ya no la amaba. Sin embargo eso no fue lo peor. “No estoy para nada enojada con él”, dijo
“Estuve siete años de novia, siete años conviviendo”, fue la frase con la que Mayra Blasco, una abogada marplatense, comenzó a relatar su tormentosa separación con el hombre que la hacía soñar con ser mamá.
Ocurrió de manera imprevista durante una tarde cualquiera. “Me voy”, le dijo él. Ella, sin pensar que aquel aviso se trataba del fin de la relación, pensó que solo salía para dar una vuelta o ir a trabajar.
Mayra no entendía nada de lo que estaba sucediendo. Había conocido a Diego en 2016 casi de manera fortuita: ella hablaba con un chico y lo encontró a él en una foto grupal de amigos en Facebook.
Algunas semanas más tarde, él le respondió una historia de Instagram y comenzaron a hablar. Esa misma noche ella lo invitó a su casa. Diego compró alcohol en un kiosco ubicado a la vuelta del departamento, le tocó el timbre y jamás se volvió a ir.
La abogada utilizó sus redes para relatar su historia (Video: TikTok @mayrablasco7 / Foto: Instagram @maychuuss).
“A los cinco meses me dijo que quería tener hijos y que quería casarse. Yo le pedí que me esperara, porque me quería recibir. Trabajo en Tribunales y me demandó mucho tiempo, así que retrasé la carrera. En 2019 mi papá nos invitó a un viaje a Europa. Luego empezó a estudiar lo que quería y consiguió un trabajo. Estábamos súper bien”, explicó Mayra a TN.
La abogada de 39 años precisó que la llegada de una compañera nueva al trabajo de él generó un quiebre entre ambos: “Estaba apagado. Le preguntaba qué le pasaba, si estaba bien. Así que le regalé entradas para que viaje a ver a Boca”.
El 10 de agosto de 2023, fecha en la que Mayra cumple años, Diego le reveló que quería regalarle el viaje a Italia que iba a hacer ella con sus amigas. “No estaba segura porque teníamos un proyecto de vida, no quería patinarme todos los ahorros que tenía yo sola”, explicó.
Una semana más tarde, él salió con sus amigos y volvió a su casa cuando ella dormía. A la mañana siguiente, Mayra le cuestionó que no la había saludado al llegar: “Me dijo que estaba cansado de mis reproches y que se iba. Pensé que a trabajar, pero no. Me largué a llorar. Cuando volvió de trabajar le preparé las valijas y me comunicó que se iba una semana a su departamento”.
“El sábado siguiente una amiga me comentó que lo había visto caminando con una chica. Era otra compañera de trabajo”, sostuvo Mayra. El domingo, ella fue a su casa y él ratificó su postura: la separación era un hecho.
En los videos que publicó en su cuenta de TikTok, la abogada indicó que esperó una semana y visitó a sus padres para contarle lo que había ocurrido. Su papá, al verla tan mal, decidió regalarle el pasaje a Europa para que pudiera ir a disfrutar el viaje con sus amigas.
De la abrupta separación a otra noticia inesperada
El primer dolor de Mayra, más allá de la ruptura, ocurrió cuando se enteró de que él y una mujer caminaban por Güemes, una de las calles más importantes de Mar del Plata, mientras ella estaba en Europa.
“Desde allá le mandé un mensaje con la foto de la chica. Que en definitiva ella no tiene nada ver, acá el sorete y cagón es él. Le dije que esperaba que todo lo que me había enterado sea mentira. Tardó 48 horas en responderme. Me puso dos signos de pregunta, nada más”, contó Mayra.
El 17 de noviembre del año pasado, tras su regreso, ella le escribió para proponerle tomar unos mates y darle un cierre a la historia entre ambos. “Me dijo que no, que no tenía ganas de verme ni de estar conmigo”, reveló. Diego solo volvió a verla para pedirle unos zapatos y unas entradas que ambos habían comprado para ver a los Red Hot Chili Peppers.
“Fueron cuatro meses en los que le preguntaba qué le pasaba y él nada: no me amaba más y no me lo decía, eso fue lo que más me molestó, la poca responsabilidad afectiva. La comunicación es muy importante. Si cada uno dijese lo que le pasa no se generarían discusiones y todo sería más fácil”, agregó.
En febrero de este año, aún sin poder superar sus inseguridades y miles de interrogantes sin respuestas, Mayra recibió nuevamente la llamada de una amiga: “Habían pasado seis meses de nuestra separación y me enteré de algo terrible”, dijo.
Del otro lado del teléfono, su amiga le comunicó que Diego se había casado. “Se enamoró y se casó, no le deseo ni el bien ni el mal”, opinó Mayra. “Le dije que no podía ser. Me mandó la foto y era con esa chica. Siento que me serruchó el piso, pero no tiene la culpa. No se lo deseo a nadie, es lo que me tocó vivir”, continuó.
“A mí lo que a veces me frustra es el momento en que uno se empieza a sentir mal con la persona que tiene al lado y después de siete años decide no hablar. ¿Por qué no tratar de solucionarlo? Quizá se podían revertir las cosas”, sostuvo.
Mayra completó: “Estoy bien, feliz, me siento libre. No estoy para nada enojada con él. Hago terapia y me di cuenta de que venimos a la vida con un propósito. Venimos solos y nos vamos solos. Y que nos encontramos con la gente para aprender cosas. Y eso me pasó con él. La vida sigue, ¿no?”.
Por Mauricio Luna-TN