Llegaron al pico mas alto en los comicios de 2019. Ahora, su representación parlamentaria está amenazada. El desafío de entrar a las listas.
En la próxima sesión de la Cámara de Diputados Gabriel Mraida podrá jurar en reemplazo del saliente Waldo Wolff que renunció al cargo para ser funcionario larretista. Su llegada aparece como otro poroto más para el grupo de legisladores y legisladoras de origen evangélico. El extitular del Instituto de la Vivienda de la Ciudad se sumará a los dos integrantes del bloque macrista que tienen vínculos directos con las iglesias evangélicas. Serán tres, por lo menos, hasta diciembre.
En los últimos años, la Cámara baja llegó a tener el número más alto de representantes de esa confesión religiosa. Estuvo integrada por dos que habían asumido en 2017, como la radical Estela Regidor, de Corrientes, y el macrista David Schlereth, de Neuquén. Desde 2019 se sumaron dos bancas del PRO: el exintendente de la localidad entrerriana de Basavilbaso, Gustavo Hein, y la porteña Dina Rezinovky.
Habían tomado la posta que dejó en diciembre de ese año el empresario salteño Alfredo Olmedo, aunque la precursora es Cynthia Hotton, que fue legisladora entre 2007 y 2011. La exdiputada sigue siendo dirigente del partido Valores para Mi País, fue aliada de Javier Milei y las demás fuerzas políticas de derecha que buscaron unirse en 2019, pero ahora es aliada del alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta. ¿Volverá a aspirar este año una banca?
Luego del pico más alto de presencia evangélica en el recinto no pararon de desgranarse. Tanto Regidor como Schlereth concluyeron sus mandatos en 2021 y quedaron Hein y Rezinovsky. Ambos terminan sus funciones en diciembre de este año. Sobre esa cuenta regresiva se sumará Mraida, que engrosará al grupo, pero sólo estará nueve o diez meses en la banca, porque asumirá en reemplazo de Wolff, cuyo mandato también termina este año.
Cada uno de los legisladores de esa confesión carga con una larga experiencia contra la sanción de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), que fue sancionada hace dos años. Quizás ese giro haya marcado un techo para la influencia evangélica en la Cámara de Diputados, pero en las últimas elecciones de medio término no se sumó ningún representante de ese credo porque el espacio que tuvieron en las listas fue menguante.
Puede pasar lo mismo este año y por eso la cercanía de diciembre implica una inflexión para ese poder de lobby. Algunos integrantes del bloque hablaron de una mesa de diputados evangélicos, pero los aludidos niegan esa categorización, aunque asumen que los tiempos se acortan. “Fuimos referentes en distintas provincias que profesamos la fe cristiana y fuimos candidatos por Juntos por el Cambio. Estuvimos trabajando en las temáticas de salud, discapacidad, lucha contra el narcotráfico y adicciones, adopción, educación. Muchos de esos proyectos fueron trabajados en conjunto”, sostuvo una fuente cercana a los diputados.
La esperanza de sumar nuevos integrantes ya no proviene del macrismo. “No hay un trabajo en particular desde el PRO en esta línea. Al menos no aún. Pero está en amplio crecimiento el partido UNO (Una Nueva Oportunidad) que forma parte de JxC en varias provincias y que tienen un armado mayoritariamente de referentes evangélicos”, explicó la fuente para señalar que algunos lugares de las listas 2023 de JxC pueden provenir de esa acumulación política. Sin embargo, ya no aparece como un imperativo la presencia legislativa. “No hay un particular interés en sectorizar la representación. Si hay referentes que estén posicionados por su labor territorial o de gestión, seguramente tengan chances de ser candidatos en sus localidades y, eventualmente, ser candidatos a nivel nacional”, detalló un dirigente que interviene en la arena del Congreso.
“A diferencia del 2019 que aún estaba el debate de aborto en discusión no parece que sea un segmento prioritario. Quedan muchos proyectos todavía en debate, pero no tienen tan fuerte y arraigado el rechazo de forma masiva dentro de las iglesias”, opinó.
El voto evangélico “sigue siendo un segmento que muchos quieren conquistar pero que está muy dispersa la intención de voto entre varios partidos”, admitió. De ese modo, reflejó que ese nivel de atomización puede sellar la extinción de los representantes evangélicos a partir de diciembre
Por Claudio Mardones-Letra P