Misiones Para Todos

Facundo Manes explicó de qué se trata su nuevo espacio junto a Schiaretti: "Para Adelante"

El diputado aseguró que buscan conformar un espacio opositor no kirchnerista que interpele a los apáticos y los resignados

El diputado Facundo Manes brindó detalles de la conformación de un nuevo espacio político junto al ex gobernador cordobés, Juan Schiaretti, y el intendente de Tigre, Julio Zamora, y sostuvo que urge presentar una alternativa electoral que enfrente a populismo, tanto de izquierda como de derecha. “Enfrentamos lo mismo: a dos caras de la misma moneda, que son Milei y el kirchnerismo”, dijo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).

Facundo Manes es neurólogo y diputado nacional por la provincia de Buenos Aires. Como médico, fue fundador del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO), y del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro. Obtuvo su doctorado en Cambridge y es investigador principal del CONICET. Escribió varios libros, todos best sellers: Ser humanos, Usar el cerebro.

Estoy francamente sorprendido con que hayas logrado que el Gringo Schiaretti saliera de Córdoba, viniera a la provincia de Buenos Aires y esté realizando junto con vos una conferencia este jueves, en La Plata. ¿Qué está pasando? ¿Se está construyendo finalmente aquel frente de centro que Schiaretti iba a llevar adelante y finalmente no lo hizo en el año 2019?

Sí, mirá, con Juan Schiaretti acordamos una hoja de ruta renovadora, de una política renovadora. Queremos caminar juntos en la gestación de un nuevo espacio opositor que sintetice novedad, experiencia… El gran desafío que tenemos es interpelar la apatía, la resignación, el ausentismo creciente en las elecciones.

Y para eso es necesario ofrecer una nueva oferta política. En el menú, que no haya pollo o pasta, que haya un bife, en el menú de octubre. Y, obviamente, para eso, todos estuvimos de acuerdo en que Julio Zamora, de Tigre, puede tener un rol en septiembre. Porque no hay octubre sin septiembre, y tampoco hay 27 sin 25.

Así que queremos hacer claramente una oposición a Milei, no de centro, porque el centro suena a tibio, a desapasionado. Nosotros somos intensos. Y nosotros nos enfrentamos a dos populismos: un populismo de izquierda, que es el kirchnerismo, y un populismo de derecha, que es el mileísmo.

Así que nuestra posición es que enfrentamos lo mismo: a dos caras de la misma moneda, que son Milei y el kirchnerismo. Una por derecha, otra por izquierda. Y queremos hacer algo intenso, no moderado, no de centro, para combatir el deterioro institucional, para combatir el modelo económico regresivo y excluyente de Milei, para combatir esta nueva falsa política. Porque Milei vino a destruir la casta y se puso como jefe de la casta. Está toda la casta dentro del gobierno.

En contra del odio y la polarización, también tener un plan económico sostenible. Nosotros creemos que el gobierno está haciendo un populismo cambiario. Tiene atrasado el dólar, financiado con deuda, y esto puede ser —como saben muchos economistas y muchos argentinos que vivieron mucho tiempo— una futura crisis cambiaria e inflación reprimida.

Bueno, queremos hacer un Estado eficiente, moderno. La discusión es un Estado moderno y eficiente, no Estado o no Estado: eso no existe en el mundo. Bueno, como ves, tenemos una agenda muy nutrida y queremos, sobre todo, convocar a los argentinos que están apáticos y resignados a que va a haber una oposición a Milei no kirchnerista en octubre y en el 27.

Ahora, Facundo, es bastante grande que vos te juntes con Schiaretti. Digo, Schiaretti fue el cuarto candidato más votado, después de Juntos por el Cambio, de La Libertad Avanza y del peronismo. Podríamos decir que era —dado que la candidata de Juntos por el Cambio se parecía bastante a La Libertad Avanza— podríamos decir que era la tercera alternativa frente a esos dos populismos de derecha y de izquierda.

Al mismo tiempo, Schiaretti sumaba al socialismo y al santafecismo, inclusive a parte de la Unión Cívica Radical de Santa Fe. Tenés el cordobecismo, el santafecismo… Las dos provincias más importantes de la Argentina. Cada una de ellas tiene el 8% del Producto Bruto.

Y vos fuiste el segundo candidato más votado en la provincia de Buenos Aires cuando fuiste a las elecciones en 2021. O sea, juntar eso desde el punto de vista electoral es una amalgama casi revolucionaria. Me parece que haber traído al Gringo a La Plata es algo muy importante.

No, no, sin duda que es una gran noticia para el país que Schiaretti, con toda su experiencia de gestión, con su capacidad de generar nuevas cosas productivas, con una visión productiva, moderna del Estado, esté pensando —estemos pensando, con él y con muchos otros— un proyecto nacional. Es una gran noticia para el país.

Y también, nosotros partimos de una hipótesis: que Milei, teniendo un éxito parcial en alguna de sus misiones —poner la inflación, más allá de que algunos dicen que esto es insostenible o no, o la macro ordenada— pero más allá de que Milei pueda tener un éxito parcial en eso, estamos convencidos de que la presidencia de Milei no va a resolver la pregunta fundamental que necesita la Argentina, que es: ¿cómo crear un orden político, económico, social moderno, con las demandas del siglo XXI?

Y ese es nuestro desafío histórico. Así que, con el Gringo —con Juan, con todo respeto, el Gringo le digo— con Juan, estamos pensando en un espacio nacional que, como vos decís, tiene que incluir a muchas provincias, a muchos líderes, a muchos dirigentes, para salir de esta trampa populista por izquierda y por derecha. Creo que es necesario, creo que estamos creciendo.

La verdad que mi teléfono estalla desde que creamos Para Adelante —que es un espacio donde convocamos a la sociedad civil, a jóvenes, a dirigentes que vienen del PRO, del radicalismo, desilusionados con el statu quo de los partidos, del peronismo no K— la verdad que hay mucha energía que está sucediendo desde abajo hacia arriba. Y mañana en La Plata va a ser un ejemplo.

Y hoy también hay una actividad importante que se hace a través de Julio Zamora, que es el intendente de Tigre, porque con el Gringo acordamos con Julio que él trate de gestar un espacio, de ayudar a construir un espacio para septiembre, para la elección provincial. Porque cada sector de la provincia de Buenos Aires es un escenario distinto. Así que, la verdad, estamos muy entusiasmados.

El 9 de julio cierran las alianzas para la provincia de Buenos Aires. Si yo no entiendo mal, el Gringo tiene domicilio, o puede tener domicilio —no sé si en la Ciudad de Buenos Aires o en la provincia de Buenos Aires, donde creo que tiene un departamento—. ¿Cuál va a ser el rol electoral del Gringo? ¿Cuál va a ser el tuyo?

Mirá, estamos muy concentrados en que nazca un nuevo poder político de la región central, como vos planteabas, incluida la provincia de Buenos Aires. Y que se plantee como objetivo renovar la política. Tener una palabra que a mí me gusta mucho, que es prosperidad.

Primero, hay que ver si Milei es la última etapa del viejo régimen. O sea, si es la última escena de la obra de teatro en la cual la sociedad jubiló al viejo régimen. Y si lo que estamos viendo no es el comienzo de algo nuevo, sino la última etapa de la destrucción del viejo régimen.

Pero yo creo que la sociedad argentina en el 23 jubiló al viejo régimen. A una manera de hacer política, lo que llamamos la casta, que son los privilegios no solo de la política: de los empresarios, de los periodistas, de los jueces... La gente en la Argentina piensa que hay un sector muy amplio, de sindicalistas, que tienen privilegios. Y eso se jubiló en el 23, como en el 83 la sociedad argentina jubiló a los militares, a las dictaduras.

Y, bueno, como bien decís vos, Alfonsín fue un cuerpo que usó la sociedad para ir a la libertad, a la democracia. Pero si Alfonsín hubiese tenido un problema médico en el 86 o 87, la sociedad no volvía a Galtieri, no volvía para atrás.

Y yo creo que la sociedad argentina no vuelve para atrás. Yo creo que, después del 23 —que votó lo desconocido, que votó a alguien que hoy vemos que tiene una mentalidad muy destructiva— va a necesitar un espacio político que reconstruya la Argentina: desde lo institucional, desde lo económico, desde la compasión, desde un plan económico sostenible, desde evitar el autoritarismo cultural y la falta de respeto a las instituciones.

Creo que con el Gringo estamos pensando en eso, en algo nacional. No hablamos de candidaturas de él específicamente, pero nosotros vamos a tener, en octubre, en Buenos Aires, una oferta electoral para la diputación nacional, que va a ser la semilla del 27. Este es un proyecto para el 27.

Yo muchas veces decía y comparaba el proceso de polarización civil con el proceso de polarización militar de los años 70. Y algo que haría falta: un Alfonsín. Así como Alfonsín decía “con la democracia se cura, se come y se crece”, que venga y diga “con el consenso se cura, se come y se crece”.

Y que lo que plantee es que, en realidad, lo que tenemos que terminar es con la polarización y la violencia política. Que de alguna manera Alfonsín vino a terminar con la violencia política llevada al extremo de que, en lugar de ser oral, era con las armas. Y quiero desearte el mejor evento mañana y mandale mis respetos al Gringo cuando lo veas.

Gracias, Jorge. Una última reflexión acerca de lo último que dijiste: en el 83 se planteaba “con la democracia se come, se cura y se educa”. Eso no pasó. El sistema democrático no logró educar, curar, prosperar. Y yo creo que ahora, más allá de que necesitamos obviamente cierto consenso, sin desarrollo, sin prosperidad, no hay democracia.

Cuando uno le habla a los jóvenes de los barrios vulnerables y les dice “las instituciones, la democracia...”, la verdad es que ellos piensan que no les dieron nada, las instituciones y la democracia. Si no hay desarrollo, peligra la democracia. Y esa es nuestra tarea: hacer un país próspero, desarrollado, con altos salarios, con baja pobreza estructural, con baja desigualdad. Todo lo opuesto a lo que está haciendo Milei.

A mí me parece que la causa irreductible es la polarización. Argentina sigue con una calificación de riesgo de país absolutamente impactante, parecida a Venezuela, a Nicaragua, a Ucrania. Y eso no tiene que ver con el gobierno de turno, porque los inversores piensan en quién va a venir después.

El riesgo no es del gobierno. El riesgo es de Argentina. Es decir, la falta de consenso hace que nadie pueda gobernar ni llevar adelante ninguna reforma necesaria para el progreso. Es decir, la falta de progreso es el síntoma. Y la causa, a mi juicio, es la polarización extrema, que hace imposible que la Argentina progrese, teniendo todas sus capacidades para poder hacerlo. Así que, bueno, me sumo nuevamente con un deseo de que prospere, que prospere el Para adelante.

Abrazo, Jorge.