La autora ucraniana falleció el 1 de julio, luego de haber quedado herida el 27 de junio en un ataque de las fuerzas rusas en Kramatorsk, Ucrania. La escritora había dejado a un lado la ficción para dedicarse a documentar la guerra meses atrás. Amelina es la víctima número 13 de un misil que detonó en la pizzería en la que se encontraba.
Victoria Amelina, quien se debatía desde hace días entre la vida y la muerte, finalmente falleció el sábado 1 de junio en el hospital Mechnikov de Dnipro. La noticia la dio la organización PEN Ucrania, de la que la escritora formaba parte.
Murió a raíz de uno de los ataques rusos en la guerra en Ucrania más mortíferos de los últimos días y que junto a la de Amelina, se ha cobrado 13 vidas. La autora se encontraba en una pizzería cuando un misil cayó sobre el restaurante y le causó heridas en la cabeza.
Junto a Amelina, en el restaurante Ría, se encontraban también el escritor colombiano Héctor Abad Faciolince, su connacional, el excomisionado de paz Sergio Jaramillo, y la reportera -también colombiana- Catalina Gómez Ángel, enviada especial de France 24 en Español a Ucrania para el cubrimiento del conflicto.
Ninguno de ellos, con quien Amelina estaba sentada a la mesa, sufrió heridas de gravedad. Tras el ataque, Abad Faciolince lamentó lo ocurrido. “Este era un viaje testimonial y, de pronto, se ha convertido en un viaje trágico en el que nuestra colega Victoria Amelina está entre la vida y la muerte”, dijo en una entrevista con el diario El País.
Testigos de la tragedia citados por PEN Ucrania y Truth Hounds han denunciado que el misil que las tropas rusas utilizaron en el ataque era de tipo Iskander, un arma de alta precisión. “Sabían con certeza que estaban disparando en un lugar donde había una gran concentración de civiles”, dijo la entidad en su página web.
Una documentación sobre el trabajo de mujeres que han narrado la guerra
Amelina nació en 1986 en Leópolis. Sus estudios habían sido en tecnologías informáticas, pero ya antes de abandonar su carrera, en 2015, había publicado su primer libro en 2014: ‘El síndrome de noviembre u Homo Compatiens’. Luego, otra obra de su autoría, ‘Alguien o corazón acuoso’, su primer libro para niños, fue preseleccionado en los premios LitAccent of the Year – 2017, Premio Ciudad de Literatura de la UNESCO y Premio de Literatura Europea.
En 2021, se convirtió en la ganadora del Premio Literario Joseph Konrad-Kozhenovsky. Ese mismo año fundó el Festival Literario de Nueva York en el distrito de Bakhmut de la región de Donetsk.
Tras el estallido de la guerra en Ucrania, Amelina se unió a la organización de derechos humanos Truth Hounds con el fin de documentar crímenes de guerra en territorios desocupados tras el paso del conflicto. Poco antes del ataque, Amelina se había retratado a ella misma como documentalista.
“Soy yo en esta foto. Soy una escritora ucraniana. Tengo retratos de grandes poetas ucranianos en mi bolso. Parezco que debería estar tomando fotos de libros, arte y de mi hijo pequeño. Pero documento los crímenes de guerra de Rusia y escucho el sonido de los bombardeos”.
En uno de estos territorios, en Izium, la escritora halló los diarios de otro colega, el escritor Volodímir Vakulenko, quien había enterrado sus manuscritos en el jardín de su casa durante la invasión rusa. Vakulenko, como muchos otros civiles, murió a manos de las tropas rusas y su cuerpo fue hallado en una fosa común.
Cuando Amelina decidió dedicarse a documentar la guerra, comenzó simultáneamente a trabajar en su primer libro de no ficción. ‘War and Justice Diary: Looking at Women Looking at War’. En el texto, la escritora aborda las vidas de mujeres ucranianas que han trabajado en el cubrimiento de la guerra.
Su último legado como autora será publicado pronto fuera de Ucrania, según informa PEN.