El ex canciller analizó el panorama electoral y se refirió a las posibilidades de la oposición. “Juntos por el Cambio ya gobernó y viene atrás de Javier Milei en la propuesta de derrumbe”, afirmó.
El ex gobernador bonaerense, Felipe Solá, habló sobre las políticas de los candidatos y la posibilidad de recuperar las Islas Malvinas. “Sergio Massa se ha convertido en un hombre de Estado que tiene templanza, audacia y una capacidad de trabajo enorme”, aseguró en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿Hay una esperanza en el peronismo de ganar las elecciones?
Hay una esperanza de sacar el país adelante. No hago una predicción de las elecciones pero sí tengo confianza en mi fe y en la que muchos argentinos tienen.
La luz que ilumina es la que mira para adelante. Estamos mejor rumbeados que quienes prometen cambiar todo y quemar el Banco Central.
Nosotros pensamos diferente, hay que defender muchas cosas en Argentina y, por supuesto, estamos en una situación difícil pero de la cual se sale con dos elementos: teniendo claro los objetivos y teniendo un profundo cariño por nuestro país, no desprecio.
Lo que decís es que desde sectores del PRO, a diferencia del 2015, se dice lo que se va a hacer. Jaime Duran Barba dice que nadie vota a quien propone ajuste. ¿Podría perder si la candidata fuera Patricia Bullrich o te parece lo mismo si quien triunfase en las PASO fuese Larreta?
No hago diferencias de esa manera, Javier Milei es el principal antagonista del peronismo porque nunca gobernó ni tiene un fracaso a cuestas. Y encima pone en juego tres cuestiones fundamentales: la polarización, la privatización y el arancelamiento de la enseñanza pública.
Me parece que, en ese sentido, como nunca ha gobernado e ilusiona a muchos jóvenes, el verdadero antagonista del punto ideológico de cómo mirar una Argentina del futuro es Milei. No lleva un fracaso como los demás, que llegan con muletas.
¿Imaginás a Milei siendo un candidato que pueda pasar al balotaje con el peronismo, dejando fuera a Juntos por el Cambio?
No sé, no soy un analista electoral ni hago encuestas, las que veo son muy pocas.
Lo que digo es que el que propone un antagonismo muy fuerte con el peronismo, una nueva supuesta manera de derrumbar todo, es él.
Me parece que Juntos por el Cambio ya gobernó y viene atrás de Javier Milei en la propuesta de derrumbe, usan esas palabras como “erradicar” que ya no se usan más.
La comparación de la gestión bonaerense
Sergio Massa dijo que Kicillof le recordaba a usted por ser un buen gobernador, que se preocupa por toda la Provincia, salteando en ese racconto histórico a otros dos gobernadores de la provincia de Buenos Aires: por un lado, a María Eugenia Vidal y, por otro, a Daniel Scioli. ¿Cuál es tu opinión respecto del gobierno de Scioli en Buenos Aires?
Scioli dejó de gobernar hace siete años, así que mi opinión ahora no tiene mucho valor.
Yo hubiese gobernado distinto a Scioli, pero sí fue un enorme divulgador de lo que hacía en la Provincia. Yo fui más bien un administrador, que tomó la Provincia en un momento dificilísimo, con un presupuesto mínimo.
Tenía, en marzo de 2002, tres meses después de haber asumido, 3 mil millones de dólares. A diferencia de María Eugenia Vidal, que asumió con 22.500 millones de dólares, como para poner en contexto las situaciones.
Yo me acostumbré a vivir sentado arriba de la caja y así seguir gobernando hasta el 2007. Creo mucho en la gestión y mi forma de ver las cosas siempre ha sido buscar soluciones y si no las hay, informarle a la gente.
¿Te sentís identificado, como Massa marcó, con Kicillof?
Sí, Kicillof es un dirigente de mucha gestión, y mucho menos dedicación al territorio político, aunque ahora está cambiando eso porque hay elecciones, y además porque se aprende. Cada uno con su estilo diferente, yo respeto y admiro de Axel el hecho de que haya gestión.
La agenda internacional del Gobierno
Cambiando el enfoque de la agenda provincial por la de las relaciones internacionales, ¿considera usted significativo lo que se logró en la reunión de la Celac-Unión Europea? Específicamente, me gustaría abordar el tema de las Islas Malvinas y el hecho de que ahora se las mencione con su nombre y se deje de considerarlas un territorio europeo.
El hecho de que ahora se las mencione con su nombre y se las considere como un territorio en disputa, en lugar de un territorio europeo, tiene implicaciones económicas cruciales para nuestra Nación.
Es importante recordar que las Islas Malvinas se encuentran en una zona económica exclusiva donde la pesca es una de nuestras principales fuentes de riqueza. Sin embargo, debido a la usurpación de las Islas, no hemos podido ejercer plenamente nuestros derechos en esa zona, a causa de la superioridad bélica del Reino Unido.
Como resultado, el producto pesquero de nuestra zona económica exclusiva alrededor de Malvinas ha sido aprovechado por otros y no podemos utilizarlo como corresponde.
Antes de este cambio, las Islas Malvinas podían acceder al mercado europeo como miembros de la Unión Europea, lo que les permitía un flujo comercial más favorable. Sin embargo, cuando esto cambió, las Islas ya no podían acceder a ese mercado de manera directa y debían enfrentar impuestos de importación, lo que encarecía significativamente sus productos.
Con esta nueva consideración de las Islas Malvinas como un territorio en disputa, se reafirma el hecho de que la pesca en esa zona es nuestra, y no debe ser tratada como una posesión legítima del Reino Unido.
Esto significa que la pesca proveniente de nuestras aguas territoriales no debería tener que pagar impuestos adicionales para ingresar al mercado europeo, lo que ayudaría a preservar y potenciar nuestro negocio pesquero. Ese es el cambio económico que importa cuando se dice que es un territorio en disputa.
¿Imaginás en algún futuro de este mismo siglo que las Malvinas vuelvan a ser argentinas?
Creo que el tema es luchar de la manera más inteligente, buscando la mayor cantidad de socios posibles y mostrando que hay formas diferentes. Llenarlo después de una población pequeña y hacer que sea soberana para elegir sobre un territorio ajeno.
Es un tema de todos los días para un argentino, no hay que pensar que nos las van a dar dentro de poco porque si no uno se paraliza.
Hay que tomar decisiones, defender lo que es la Argentina, su gente y su forma de ser, en lugar de despreciarla y traer modelos que la derrumben.
Es pensar también que hay un ministro de Economía que es candidato a presidente y que modificó completamente su capacidad como ministro desde que es candidato.
Además de que subieron los bonos y las acciones, tiene mucha capacidad de interacción externa e interna. Me parece que tenemos a un hombre que se ha venido convirtiendo en un hombre de Estado que tiene templanza, audacia y una capacidad de trabajo enorme. Eso vale muchísimo, porque hemos visto cosas completamente diferentes antes.
El rol del ministro de Economía
¿Te estás refiriendo a Alberto Fernández?
No, me estoy refiriendo a otros ministros de Economía. En el año 2018, Caputo nos vino a decir a diputados y senadores que todo estaba perfecto, y 15 días después se aterrorizó porque le cortaron el crédito y tuvo que llamar al Fondo Monetario Internacional, generando una deuda muy importante para el país.
Como experto en temas agrarios, danos tu opinión sobre habilitar un dólar soja y la actual coyuntura del campo.
Muchas veces un ciudadano urbano no toma conciencia de lo que es una sequía fisiológica. En muchos años de agrónomo nunca vi algo así.
Vivo en una zona rural y de pronto vi que en la primavera, cuando todo brotaba, nada lo hacía y estaba todo seco. Nunca había visto algo así y me asusté.
Pero esto no se vive así en la ciudad, la sequía no conmueve porque no se ve, se siente. Cuando vemos la cifra, se dice fácil pero 20 mil millones de dólares estarían arreglando el problema con el Banco Central hoy.
Cuando de golpe se te cae eso hay que tenerlo en cuenta, más en un mundo que ahora es más geoeconómico que geopolítico. Es decir, cuán cerca está situado un país estratégicamente de poder defender a la OTAN, de poder ayudar a los Estados Unidos, etc.
Argentina está lejos y se nota. Estados Unidos mira exclusivamente a Europa, su norte es la OTAN y el de Europa es obedecer a Estados Unidos.
Estamos en otro mundo, no solo por la inflación, sino también por cómo se mueven los países, que encuentran a la Argentina muy endeudada.