Se trata de Jonathan Luna, quien en 2017 fue condenado a prisión perpetua por el crimen de Micaela Ortega, una nena de 12 años que fue encontrada muerta en un descampado en el 2016. De esta manera, pide una revisión de pena.
Jonathan Luna, quien fue condenado a prisión perpetua por el crimen de Micaela Ortega, la niña de 12 años que fue encontrada muerta en un descampado en mayo de 2016 en el marco del primer juicio realizado por “grooming” y femicidio en el país, alega que se percibe mujer y que ahora se llama “Yoana Luna”. Por eso, exige ser alojado en una cárcel de mujeres.
El femicida de Ortega fue condenado por el Tribunal en lo Criminal N° 2 de Bahía Blanca en 2017, luego que las juezas lo encontraron culpable de “homicidio triplemente calificado por haberse cometido sobre una mujer, por violencia de género, alevosía y para ocultar otros delitos en concurso real con acoso tecnológico y robo”.
Para el Tribunal quedó comprobado que el imputado abusó de la menor por su condición de género y de la desigualdad de fuerzas, mientras que el asesinato se produjo “criminis causa”, es decir para ocultar el delito de “grooming” (acoso de menores por medio de redes sociales), robo y abuso sexual.
En las últimas horas se conoció que el femicida, quien se encuentra detenido en la UP 32 de Florencio Varela, solicita sistemáticamente escritos formales, alegando que se percibe mujer y que se llama “Yoana Luna”. Por eso, exige ser alojado en una cárcel de mujeres.
Pero además, buscará en un paso siguiente reclamar una revisión de pena, alegando que cuando cometió el crimen de Micaela ya se percibía mujer, en un contexto en el que se entiende que los femicidios únicamente pueden ser cometidos por hombres hacia mujeres.
El femicidio de Micaela Ortega
El 23 de abril de 2016, la nena de 12 años salió de su casa en su casa del barrio Noroeste de la ciudad de Bahía Blanca, motivada por un criminal que la había engañado escondiéndose detrás de un falso perfil de Facebook. Pero nunca regresó. Una vez hecha la denuncia de rigor por averiguación de paradero, desde entonces se montaron múltiples rastrillajes y operativos para dar con ella. Todos con el mismo resultado: negativo.
Tras un mes, la búsqueda seguía sin rumbo hasta que se incorporó a la causa información de parte del National Center for Missing & Exploited Children, un organismo sin fines de lucro de Estados Unidos que trabaja a nivel mundial contra la pedofilia y que colabora con la Justicia en este tipo de casos.
A partir de los datos aportados, los investigadores conocieron que Jonathan Luna, un hombre por entonces de 26 años y que vivía en un domicilio de la localidad de Ingeniero White, había contactado a Micaela a través de la mencionada red social haciéndose pasar por una niña de su misma edad. En consecuencia, la Justicia ordenó el allanamiento a esa vivienda. Allí se encontraron el celular y la campera de la menor. Luna fue detenido y, comprometido por las pruebas en su contra y terminó confesando el asesinato y revelando el lugar de donde había escondido el cuerpo.
Así fue que el 28 de mayo de ese año, Micaela fue encontrada estrangulada con una remera y golpeada en la cabeza en un descampado en las afueras de la ciudad bahiense, en un lugar lleno de arbustos y pastizales localizado cerca de la ruta 3 y a pocos kilómetros de la localidad de General Daniel Cerri.
Posteriormente, el fiscal de la causa, fiscal Rodolfo De Lucía, determinó que el acusado tenía cuatro cuentas de Facebook, y a través de una logró organizar y concretar un encuentro con Micaela. De ese modo fue como tras el encuentro, según la reconstrucción de la investigación, la niña y Luna caminaron unos 9 kilómetros hacia un descampado donde él intentó abusar de ella, le robó y la mató.
Fuente: Crónica