Mientras Juan Marcelo Cáceres espera declarar ante la fiscalía de Charata por el crimen de la docente Érica Torrez, ayer a la mañana se realizó una marcha pacífica por justicia y de la cual participaron docentes, amigos y familiares directos de la víctima
Mientras la justicia chaqueña continúa recolectando investigando el femicidio de Érica Torrez, la docente que fuera asesinada de múltiples puñaladas el pasado viernes y por el cual está detenido e imputado el misionero Juan Marcelo Cáceres de 41 años, ayer por la mañana gran parte de la comunidad de Charata marchó por las calles de esta ciudad para pedir por el esclarecimiento del caso que conmociona a toda la provincia.
Desde la Plaza San Martín de la citada ciudad chaqueña, un bloque de docentes, amigos y vecinos acompañaron a los hermanos y familiares directos de la víctima en una caminata que duró varios minutos y en donde se alzaron carteles con la leyenda “justicia por Érica”.
“Realmente estamos mal, mal, la familia en general. Tengo dos sobrinos maravillosos que quedaron huérfanos, mi cuñado, la familia en general, mi madre tiene 87 años, la familia en general, somos dos hermanos nosotros. Soy de Las Breñas que hace 30 años vivo en Charata, pero estamos destrozados”, manifestó Ramón Torrez, uno de los hermanos de Erica, quien en dialogo con el portal Diario Norte fue uno de los portavoces de la movilización pacífica.
“Yo no conozco al gobierno, ni sé cómo se llama el gobernador, pero que se ponga las pilas de esto. Quiero que el Gobernador me explique, que me explique qué es lo que piensa. Siempre pasa lo mismo, siempre lo mismo, todos los gobiernos”, señaló angustiado el familiar, quien el día del hecho fue uno de los primeros en enterarse de lo ocurrido
En paralelo a los innumerables pedidos de justicia que se replican no solo en las calles chaqueñas sino también en distintas redes sociales, la Fiscalía de Instrucción 3 y la Policía chaqueña continúan recolectando elementos de prueba en el caso. Uno de las últimas novedades que se conocieron en torno al suceso tuvo que ver con el aporte vital de un conocido del acusado, quien dio aportes determinantes para la captura del misionero y el posterior secuestro del arma homicida.
Cabe recordar que según mencionaron durante las últimas horas distintas fuentes de la investigación, el propio Cáceres habría confesado tanto el intento de abuso como la agresión que terminó, finalmente, con la vida de Torrez, el pasado viernes al mediodía. Y se espera que durante la jornada de hoy designe abogado defensor en el proceso y para mañana, de no mediar inconvenientes, se pueda hacer la audiencia indagatoria ante la fiscal de Charata María Gabriela Raffat Anton.
Sobre el aporte testimonial que derivó en el arresto de Cáceres, se supo que un vecino -cuya identidad se preserva- se presentó ayer por la siesta en la comisaría de Las Breñas un hombre y sostuvo que en su domicilio estaba la motocicleta del femicida y que sus perros estaban muy inquietos en un sector específico del patio.
Convocados el ayudante de fiscal, y peritos judiciales encontraron en el lugar una navaja de 14 centímetros, plegable cuya hoja tenía serrucho en la parte superior. La misma fue secuestrada junto a otras pertenencias de interés para la causa.
Érica Torrez, de 45 años, bibliotecaria de la Escuela 266 de Charata, cada mañana muy temprano, hacía dedo en el ingreso principal de Las Breñas, frente a la estación de servicio, donde dejaba su moto.
El viernes 24, Juan Marcelo Cáceres se habría detenido para llevarla, pero a pocos kilómetros se desvió a la zona rural, donde habría intentado abusar de ella, y ante la resistencia la apuñaló en varias ocasiones, dejándola abandonada en el camino, donde un camionero la encontró cerca del mediodía y alertó a la policía.
De acuerdo al informe preliminar de la autopsia, la educadora recibió 18 puñaladas, la mayoría en el cuello y el tórax, y tenía cortes en ambas muñecas.
Fuente: El Territorio