Los legisladores finlandeses han aprobado un controvertido proyecto de ley que permitirá a los guardias fronterizos rechazar a inmigrantes de terceros países que llegan a través de la vecina Rusia.
Los legisladores finlandeses han aprobado este viernes un controvertido proyecto de ley que permite a los guardias fronterizos rechazar a los inmigrantes de terceros países que intenten entrar desde Rusia.
El objetivo del proyecto de ley es introducir medidas temporales que frenen la llegada de inmigrantes en la nación nórdica, en respuesta a lo que Helsinki considera una “guerra híbrida” por parte de las autoridades rusas.
Su gobierno afirma que Moscú está dirigiendo inmigrantes indocumentados hacia la frontera entre los dos países para orquestar una afluencia de inmigración.
La ley permitiría a los guardias fronterizos finlandeses rechazar las solicitudes de asilo de los inmigrantes en los pasos fronterizos, en determinadas circunstancias.
Sin embargo, supuestamente, no denegarán la entrada a niños, a discapacitados ni a ningún migrante que los guardias fronterizos consideren en situación especialmente vulnerable.
Un proyecto de ley aprobado con un estrecho margen de votos
La ley tiene una vigencia de un año y ha sido aprobada por 167 diputados finlandeses. El mínimo necesario para su aprobación en el Parlamento finlandés, es de dos terceras partes de sus 200 escaños.
El primer ministro finlandés, Petteri Orpo, aludió a la seguridad nacional para argumentar que la ley era necesaria para hacer frente a las maniobras rusas de conducir deliberadamente a los inmigrantes a la frontera, zona fuertemente vigilada.
La medida ha sido recibida con polémica, ya que sus detractores, entre ellos académicos, juristas y grupos de derechos humanos, afirman que choca con la Constitución de Finlandia, los compromisos internacionales en materia de derechos establecidos por las Naciones Unidas y las promesas a la UE firmadas por Finlandia.
El controvertido proyecto de ley preocupa a las autoridades europeas
Michael O’Flaherty, Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, había expresado anteriormente su preocupación por el proyecto de ley e instado a no aprobarlo.
Finlandia cerró el año pasado los 1.340 kilómetros de su frontera terrestre con Rusia, después de que más de 1.300 inmigrantes sin documentación ni visados entraran en el país en tres meses, solamente unos meses después de que la nación nórdica ingresara en la OTAN. Finlandia es la frontera exterior de la Unión Europea por el norte del Viejo Continente.