En un diálogo con jóvenes de todo el mundo difundido en un podcast y distribuido por el Vaticano, Francisco se refirió a lo que él considera “el problema” de los argentinos.
Si bien se conoce que sigue de cerca, por diferentes vías, pero sobre todo por el contacto personal que mantiene con numerosas personas que viajan desde Argentina, el Papa Francisco no suele pronunciarse con asiduidad sobre el país y su realidad. Por esa misma razón sorprendió el hecho de que – en respuesta a un interrogante que le formulara una joven argentina que viajará a Lisboa para la Jornada Mundial de la Juventud organizada por la Iglesia Católica (Lisboa, del 1 al 6 de agosto de 20203)- Jorge Bergoglio afirmara sin dudar que ““el problema de Argentina somos nosotros (los argentinos), que muchas veces no tenemos fuerzas para seguir adelante, en ser constantes, en seguir adelante”.
La información fue difundida por el Vaticano en un podcast informativo que se distribuye diariamente .
Según Francisco “cuando algo sale mal (los argentinos) cambiamos y a veces creemos que con tres pasos se acaba todo, pero falta todo un camino” e hizo un llamado a mirar siempre el final del camino y no frenarse a la mitad.
Refiriéndose a las palabras de su interlocutora al formularle la pregunta Jorge Bergoglio le dijo que “yo te entiendo cuando hablas de la lucha diaria por tener un país mejor, pero tenemos un país muy bonito, muy bonito”. Para ejemplificar primero hizo una referencia a la actuación de la selección argentina de fútbol en el último mundial señalando que en varios partidos se creyó que, después de obtener una ventaja inicial, ya se había ganado cuando aún faltaba tiempo por disputar y hubo que luchar hasta el final para obtener finalmente el triunfo.
“Creemos que la cosa termina porque nos cansamos en el camino y nos frenamos a mitad. Adelante, siempre hay que mirar el final del camino”, siguió diciendo Francisco para referirse a lo que él considera que es un estilo propio de argentinas y argentinos.
Repitió entones una historia que, a modo de sátira, el pontífice ya utilizó de manera pública en ocasiones anteriores. Francisco relató que dos ángeles se quejaron ante Dios porque había dado a Argentina todas las riquezas naturales. “Una vez fueron los ángeles a encontrar a Dios y a lamentarse. Le dijeron ´tú, padre eterno, sos injusto, porque a todos nosotros nos has dado una cosa de riqueza, ya sea el campo, las vacas, la minería, o la pesca. Pero a los argentinos les has dado todo. Porque la Argentina en rica en pesca, en minerales´, en tantas cosas. Y el Padre eterno dicen que respondió: `Me di cuenta de eso y para balancear les di los argentinos´”, terminó diciendo el Papa.
Otra joven italiana que participó del diálogo con el pontífice le dijo estar “desgarrada por la dicotomía entre su fe católica y la identidad transgénero“. El Papa, que se ha mostrado cada vez más cercano y a las personas LGTBI, le respondió que “el Señor siempre camina con nosotros. Incluso si somos pecadores, Él se acerca para ayudarnos. El Señor nos ama como somos, este es el amor loco de Dios“.
En otra respuesta, retomando parte de su prédica habitual, Francisco recordó que “no hay santidad si de un modo u otro no se atiende a los pobres, a los necesitados, a los que están un poco al margen de la sociedad“. Para luego subrayar que en medio de las guerras y violencias que se viven en el mundo lo anterior se aplica con más rigurosidad porque “el dinero se gasta en hacer armas, y no en producir alimentos”.
Al respecto -siguió diciendo Francisco- que “el protagonista de la historia es el mendigo: ellos son los que llaman la atención sobre esta gran injusticia, que es la gran pobreza en el mundo”. Y pidió no perder de vista que “no hay santidad si de un modo u otro no se atiende a los pobres, a los necesitados, a los que están un poco al margen de la sociedad“.
Por Washington Uranga-Página/12