El Papa dirigió un mensaje al encuentro sobre el uso social de los bienes confiscados a la mafia. C5N, único medio presente.
“El modelo italiano es un buen ejemplo de cómo las ganancias criminales pueden ser orientadas a la reparación del daño ocasionado a las víctimas y a la sociedad”, sostuvo el Papa Francisco en un mensaje que leyó el cardenal Turkson -canciller de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales-, este jueves 19, a punto de iniciar el intervalo para almorzar, en el encuentro sobre el decomiso de bienes al crimen organizado con reutilización social que se realiza en el Vaticano.
En la sala de debates llamada “Casina Pio IV”, el cardenal de origen africano, llamó la atención a los participantes que se disponían a retirarse para comer en el patio de la Pontificia Academia, lindero a la parte más bucólica de la Santa Sede.
“El crimen organizado, en su brutalidad, acomete contra el bien común; ataca a millones de hombres y mujeres que tienen derecho a vivir su vida y a criar a sus hijos con dignidad y libres del hambre y del temor a la violencia, la opresión o la injusticia; arremete contra los grupos socialmente marginados que son especialmente vulnerables a las actividades de la delincuencia organizada”, aseveró el Pontífice quien puso el foto en las víctimas: “No es posible ni tolerable olvidar a esas víctimas porque sólo pensando en ellas puede comprenderse el daño provocado por el crimen organizado, y sólo entendiendo ese daño se puede discernir en cómo asistir, proteger y reparar, aspectos esenciales para solucionar conflictos y pacificar”.
El evento organizado y traccionado por la red antimafia italiana Libera, junto a su capítulo en Argentina representado en Lucas Manjon, cuenta con numerosas figuras de talla internacional, como la fiscal antinarcotráfico de España, los fiscales antimafia de Italia, el segundo de la agencia INTERPOL, y funcionarios judiciales de Brasil o argentinos como el juez federal, Sebastián Casanello; pasando por las fiscalas federales, Laura Roteta (La Plata) y Laura Mazzaferri (Mar del Plata); los secretarios Jorge Abboud (ciudad de Rosario) y Francisco Luena (La Plata).
También se sumaron desde Argentina, el líder sindical de los trabajadores judiciales nacionales, Julio Piumato (que expondrá mañana); el miembro de Cáritas y Acción Católica, Emilio Inzaurraga; el profesor de la UBA, Daniel Pastor; el abogado ambientalista, Enrique Viale; y la coordinadora de la Red Creer, Florencia Sequeira.
El Pontífice envió su mensaje a la reverenda sor Helen Alford, presidenta de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, donde apuntó que “es una herida en la sociedad la delincuencia organizada transnacional” y que el remedio para curar es “la voluntad política de afrontar un problema mundial con una reacción mundial, como lo señalaba el entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan, en el prefacio a la Convención de Palermo y sus protocolos”.
Jorge Mario Bergoglio, días atrás, regresó de su más extenso viaje papal y no ha frenado con su ajetreada agenda de trabajo. No a todos los eventos puede llegar físicamente pero el envío de mensajes y la acogida en su propia casa es señal de su respaldo al coloquio realizado dentro de las murallas vaticanas.
Por Lucas Schaerer-C5N