En Desencriptados, la modelo y actriz repasó los momentos más intensos de su historia personal. Desde su matrimonio con Leo Fariña y el conflicto que aún los separa, hasta las pérdidas económicas que sufrió por confiar en quien no debía. Además, reveló las propuestas insólitas que recibió en redes sociales
Olga Karina Jelinek es una figura multifacética y reconocida en el medio artístico argentino. Comenzó su carrera como modelo a los 16 años y consiguió títulos como Miss Carlos Paz y Miss Córdoba, lo que la impulsó a mudarse a Buenos Aires para dedicarse profesionalmente al modelaje. Participó en producciones de revistas como Maxim y H Para Hombres, desfiles y campañas publicitarias, consolidando su popularidad en la industria.
Su carrera en televisión incluye apariciones en programas de entretenimientos y realities de gran repercusión. En 2002 debutó en la ficción con Son amores y participó en varias ediciones de Bailando por un sueño y Cantando por un sueño. También formó parte de ciclos como La peluquería de Don Mateo y La jaula de la moda. En 2024 se sumó al elenco de Bake Off Famosos Argentina, donde fue la primera eliminada, pero generó impacto con su frase icónica: “Lo dejo a tu criterio”.
Además de su carrera mediática, Karina ha incursionado en el mundo empresarial y su vida personal también tuvo historias que quedaron en el recuerdo. Estuvo casada con Leonardo Fariña en 2011, de quien se separó en 2013. Desde 2019 mantiene una relación con la modelo Florencia Parise con quien, luego de un viaje a Tulum, se rumorearon planes de casamiento.

Karina Jelinek: “Me casaría varias veces, la vida es linda y hay que disfrutarla". (Candela Teicheira)
Rulo: — Dejaste muchas frases y anécdotas en el mundo del espectáculo. ¿Creaste un personaje o sos así en la vida real?
Karina: — Soy así. Te juro que soy así y no reniego de eso. No me gusta usar velos. Si me equivoco, como tantas veces me equivoqué, me río. Antes lloraba porque me gastaban mucho. Me decían: “Mirá que tonta”. Pero ahora me río de todo eso. Ya no me importa.
Rulo: — ¿Qué cosas sentís que hacías y los demás interpretaban de tonta? ¿Creés que fue por tu forma de hablar?
Karina: — ¿Te parece que soy tonta por la forma de hablar?
Rulo: — Te pregunto a vos qué opinas.
Karina: — No, para nada.
Rulo: — ¿Y por qué te decían tonta? Porque a mí no me parecés para nada.
Karina: — Me decían: “Mirá que tonta”, “Mirá la modelito”, “Qué boba es”. Pero hace veinte años que estoy en el medio. Me gastaban, me hacían mucho bullying... Después me relajé y dije: “Yo soy como soy y ya está”. Ahora no se podría hacer eso de criticar tanto a las mujeres como lo hacían antes.
Rulo: — Ahora se cuidan más las formas.
Karina: — Por supuesto. Y menos mal que es así.
Rulo: — A vos te criticaron muy fuerte todo el tiempo. Pero también nos dejaste algunos regalitos…
Karina: — “Lo dejo a tu criterio” (risas). Esa frase fue en una entrevista que me puse nerviosa porque me preguntaban cosas muy íntimas de mi pareja y dije: “¡Ay! No quiero responder esto. Es un programa de mañana, no da”. Lo veía mi mamá, mi papá. “¿Cuántas veces estás con tu pareja?”, me preguntaban y no daba que me hagan esas preguntas. Era muy chica, me puse nerviosa y dije: “Lo dejo a tu criterio” como cinco veces…
Rulo: — Y quedó como una frase instalada.
Karina: — Yo la registré. De hecho, tengo una empresa, una línea, una cápsula con la marca Lo dejo a tu criterio y con el beso. Traté de destacar las cosas que me pasaron, usarlo para bien y ahora es una empresa Lo dejo a tu criterio.
Rulo: — Para mí fue genial cuando fuiste a votar fuera de horario. ¿Era de colgada o pensaste: “Bueno, de última me abren igual”?
Karina: — Yo era muy puntual, ahora no tanto. Aprendí. Antes me colgaba, pero no por maldad sino porque me colgaba. Ahora prefiero esperar yo a que me esperen a mí. “¡Ay! Ella llega tarde porque se cree mil”, me decían y no es así. Te juro que lo sufro.

"Sufrí varias decepciones con los hombres, pero no todos son iguales", reconoció la entrevistada. (Candela Teicheira)
Pareja
Rulo: — Te voy a preguntar de todo, y si hay algo que no querés responder, me decís: “Lo dejo a tu criterio”. Siempre fuiste una mujer muy sensual, sexual…
Karina: — Más sensual que sexual…
Rulo: — Una mujer pretendida por los hombres y ahora, con el paso de los años, estás de novia con una mujer, con Flor. ¿Hubo un clic en un momento o siempre te gustaron también las mujeres?
Karina: — No, no me gustan las mujeres. Flor es especial. Es como un caso único y me gustan los hombres.
Rulo: — ¿La viste y te enamoraste?
Karina: — Es hermosa por dentro y por fuera, no solamente por fuera. Y es compañera. Vivimos muchas cosas en ocho años, que es un montón de tiempo. Es la relación más larga que tuve.
Rulo: — ¿En toda tu vida?
Karina: — Sí. Yo siempre estuve de novia. Toda mi vida y siempre relaciones largas, pero nunca llegué a ocho. Solo una vez me casé, que ya saben con quién y duró muy poco. Sufrí varias decepciones con los hombres, pero no todos son iguales. Mira mi papá: casado hace 55 años con mi mamá. Ya sé que es otra generación y las cosas cambiaron, pero yo todavía creo en el amor de ambos géneros. En este caso es algo muy particular que me pasó y lo dejo a tu criterio. ¿Ves? En esta parte sí entró perfecto...
Rulo: — Lo metiste justo...
Karina: — La pasamos bien las dos. Nos divertimos y punto. No voy a ampliar (risas).
Rulo: — Para vos, ¿son más celosos los hombres o las mujeres?
Karina: — Los dos, tanto hombres como mujeres.
Rulo: — Los celos existen sin importar el género.
Karina: — No hay género para eso. Si te interesa alguien, te pone celoso. Despertás como esa cosa ahí... Igual, ojo con hacer locuras porque es complicado también. Es un tema muy amplio el de los celos. No es para hacer locuras, pero si no tenés celos es porque para mí no importa esa persona. ¿Vos qué opinás?
Rulo: — Pienso igual que vos. Los celos surgen porque te importa la otra persona, por eso te afectan.
Karina: — Estar celoso está bueno, pero hasta un límite. No para hacer locuras, ¿entendés?
Rulo: — ¿Hiciste alguna locura por celos?
Karina: — Lindas...
Rulo: — Debés haber hecho cada escándalo...
Karina: — Un poquito (risas). Al otro día lo recuerdo con una sonrisa, ninguna con maldad. Algo lindo como para decir: “Estoy presente”.

"Flor es especial, es un caso único", explicó Karina en referencia a su pareja
Rulo: — Tengo algunas otras frases célebres tuyas que me gustaría que repasemos: “Abran que quiero votar” y “No tienen que discriminar a las latinas porque sino discriminan a las chilenas que son casi latinas”.
Karina: — Está buenísima porque yo lo dije por el aspecto físico. Me parece que me estoy embarrando (risas). No sé por qué, pero en un momento era una máquina de decir frases que todo el mundo lo levantaba. En ese entonces yo no sabía si era bueno o era malo porque era un boom cada frase que decía, repercutía en todos lados. Me llamaban de todas las marcas y las empresas para hacer remeras y buzos con la frase. No sabés…
Rulo: — También dijiste: “Los belgicanos”. Pero es verdad que son difíciles los gentilicios.
Karina: — Eso se lo dije a Marcelo Tinelli en el Bailando. Cuando me esuchó, me dejó el micrófono y se fue del estudio (risas). “Sos lo más Kari. Listo, te doy el programa”, me dijo.
Rulo: — ¿Lo que quisite decir era belgas?
Karina: — Claro, porque era para un partido. Me preguntaron: “¿A quién apoyás?” Y yo le dije: “A los belgicanos”.
Leo Fariña
Rulo: — Estuviste casada con él. ¿Cómo fue? ¿Cómo recordás esa época?
Karina: — Al principio era muy feliz. Me había enamorado de él. La pasábamos bien hasta que se cayó como un castillo. Era todo Disney y después fue una película de terror.
Rulo: — ¿En qué sentido? ¿Cuando apareció todo lo judicial?
Karina: — Claro. Recibí amenazas... Me regaló un departamento como regalo de bodas y después eso no fue cierto. Yo le pedí los papeles, que firme los papeles que me correspondía a mí. Me decía que no lo podía hacer porque el departamento era de Bolocco que estaba en Chile. Que era de ella y de Menem. Fue una película.
Rulo: — Y te decía: “No puedo firmar”. No están para firmar los titulares…
Karina: — Sí y yo le creía en ese entonces porque era mi marido. Estaba enamorada de él. Hasta le presté plata y al final era para ir a jugar al póker.
Rulo: — ¿Le prestaste dinero?
Karina: — Sí. La gente piensa que yo me quedé con cosas y no me quedé con nada. El departamento se esfumó y empecé de nuevo. Tuve que alquilar ahí en República La India. Hasta me debe plata...
Rulo: — ¿Vos estás en un litigio con él todavía?
Karina: —No, ya terminamos. Nos divorciamos. Él me dijo: “Yo no tengo esta plata para devolverte. Quédate con la tele, con los muebles”. Mínimo, algo me tenía que quedar porque encima se enojó y me echó. Fue una historia muy larga que ya pasó. Lo perdono. Ya fue. Lo que a mí me molesta es que de la nada, en una entrevista política, sale y dice: “No recomiendo casarse con Jelinek”. No hacía falta decir eso. ¿Por qué? Si ya terminamos. Punto final. Hace diez u once años que no lo veo. Él formó su familia, yo estoy en otra. Eso que dijo sí me molestó, pero ya está.
Rulo: — Si te lo cruzás, ¿hablás con él? ¿Lo saludás?
Karina: —Sí, obvio. Lo miro a los ojos y le digo: “Devolveme la plata que me debés”.
Rulo: — ¿Es mucha?
Karina: — Para mí sí.
Rulo: — ¿Querés decir el monto?
Karina: — Cuarenta mil dólares.
Rulo: — ¿Y él reconoce esa deuda?
Karina: — ¿Pensás que la va a reconocer? No me mintió a mí sola, le mintió a todo un país.
Rulo: — ¿Y por qué pensás que dijo: “No recomiendo casarse con Jelinek”?
Karina: — Para hacerse el canchero. Igual, no quiero hablar de él porque quiero respetar su familia. Tiene una niña chiquita y yo no soy como él. Yo siempre salí con chicos bien, de estudio, de familia. Salí con un chico en Madrid que solo tenía una moto y éramos felices. O sea, no salí con él por lo que tenía en ese momento.

"La historia con Leo, al principio, era todo Disney y después se convirtió en una película de terror", recordó Karina. (Candela Teicheira)
Rulo: — ¿Te gustaría ser mamá?
Karina: — Sí, en algún momento lo pensé y estuve en tratamientos, pero no se dio. No pierdo la esperanza.
Rulo: — ¿Con Flor te gustaría compartir esa experiencia?
Karina: — Sola, con Flor o con la persona que esté al lado mío.
Rulo: — Te imagino Kari mamá...
Karina: — Sería muy buena madre. Sino adoptar a un nene que no tenga dónde ir, que hay tantos…
Rulo: — ¿En serio? ¿Te gustaría adoptar?
Karina: — Sí.
Rulo: — ¿Te arrepentís de algo del pasado?
Karina: — De haberme casado tan rápido. Estaba, enamorada. Todo bien, pero…
Rulo: — Porque fue en un mes, ¿no?
Karina: — A los tres meses. Muy rápido. De tomar decisiones así, sin pensar tanto, que es parte de lo que uno aprende en la vida.
Rulo: — ¿Te volverías a casar?
Karina: — ¿Por qué no? Sí, me encantaría. Me casaría varias veces. La vida es tan linda y hay que disfrutarla. Agradecer a Dios todos los días de la salud que tenés, la familia, que te levantás y tenés techo, comida, salud... Eso vale oro y lo valoro mucho. Pero a su vez uno también no dejar de tener sueños. Si uno no tiene sueños, compromisos y proyectos, te vas muriendo de a poco.
Rulo: — ¿Cuáles son tus sueños futuros?
Karina: — Ser mamá el día de mañana, adoptando o no, tener mi programa de tele. Me gustaría que sea tipo un streaming. Pero si tiro esta idea capaz que me la roban. Hacer streaming o conducir un programa con alguien divertido, no sé, con vos Rulo, con Marley o con Polino. Yo siento que es fácil hacerte conocida hoy en día, pero perdurar en los medios es difícil.
Rulo: — ¿Te fue bien económicamente? ¿Sos de cuidar el dinero?
Karina: — Al principio gastaba. Era gano algo y me compro esto. Cuando recién empecé porque siempre trabajé desde muy chica. Pero después mis ahorros se los confié a una persona, mi mejor amigo, que era como mi padre, como si fuera mi familia y me los robó. Hace siete años pasó eso.
Rulo: — ¿Perdiste todo?
Karina: — Casi todo. De hecho, tuve un juicio. Y menos mal que le hice firmar un papel, un documento en donde quedó registrado lo que le di, que eran mis ahorros y joyas. Ahí estaba el anillo de compromiso de Leo, que era un diamante muy importante.
Rulo: — ¿Todo le diste?
Karina: — Yo se lo di para que lo guarde en una caja de seguridad del banco, con papeles firmados y demás. Yo tenía una llave y le di a él otra. Y si me pasaba algo, porque yo en ese momento yo viajaba mucho por trabajo, le dije: “Dale esto a mi papá y a mi mamá”. Un día se lo pido porque lo necesitaba para hacer inversiones y cosas personales y no lo tenía más. Tuve que ir a la justicia y gané el juicio. Esto fue hace poquito.
Rulo: — ¿Y pudiste cobrar lo que te debía?
Karina: — Estamos en eso. Vamos a ver qué pasa. Por ahora le gané el juicio y él puede apelar, pero confío que se va a hacer justicia. Eso pasa por confiar en la gente. Era mi mano derecha, me pagaba las cosas... A mucha gente le pasa esto, pero Dios es justo y todo lo que uno hace, la vida es justa y te vuelve.

“Le confié mis ahorros a mi mejor amigo, que era mi mano derecha, y me los robó”, explicó. (Candela Teicheira)
Por sí o por no
El conductor invitó a Karina a responder el cuestionario utilizando los carteles de Sí o No, según corresponda.
Rulo: — ¿Rechazaste hacer Playboy?
Karina: — Sí. Por eso me arrepiento del pasado (risas). En ese momento yo tenía que filmar una película, Bañeros, que era para la familia, que era también para Disney y demás. Mi manager, me decía: “Te conviene hacer Bañeros”. Playboy era muy zarpado.
Rulo: — Era para posar desnuda.
Karina: — Sí y yo no quería eso para mí. También hacía una publicidad para un agua saborizada, que es un producto familiar, y quería mantenerme en ese target en vez de hacer Playboy.
Rulo: — ¿Siempre te sentiste linda o tenés inseguridades?
Karina: — Sí y no. A veces me levanto a la mañana toda despeinada, con ojeras y no me gusta cómo estoy. Ahora sí porque me maquillé, me produje, pero hay días que me siento desastrosa. Ando descalza, no me importa y digo: “Me voy a relajar”. Es que desde chiquita siempre me produzco y soy muy coqueta. A veces no me siento linda, pero lo importante es que estoy feliz.
Rulo: — ¿Algún famoso alguna vez te pidió contenido?
Karina: — Sí.
Rulo: — Propuestas indecentes ni te pregunto porque tuviste cinco mil, me imagino. ¿Cómo te manejás con eso? ¿Te ofendés, lo bloqueás o te reís?
Karina: — En alguna situación me reía y en otra me ofendía y lo bloqueaba. En Instagram me pasa…
Rulo: — Te piden un OnlyFans.
Karina: — Claro, que paguen (risas). Me abrí una cuenta, pero todavía no me la quieren dar. No sabés la cantidad de gente, tanto hombres como mujeres que me dicen: “Kari, abrite OnlyFans”. ¡Todo el mundo! Hice el trámite, la foto del DNI, la foto de no sé qué, pero todavía nada...
Rulo: — ¿Y qué tipo de contenido te gustaría hacer?
Karina: —Y o quiero hacer algo tipo sexi como lo que soy yo. De hecho, hice una encuesta y la gente me pide cocinando en bikini, sin nada, pero que no se vea. No me piden cosas porn*, ¿entendés?. Como que me ven de otra manera. A veces también me piden dándome un beso con Flor.
Rulo: — ¿Sentís que hay morbo?
Karina: — Sí.
Rulo: — Porque son las dos preciosas y súper sexis.
Karina: — Sí. Cuando hicimos la tapa de Caras juntas es como que todo el mundo dijo: “¡Wow! Qué lindas que se ven juntas”. Eso le gustó a la gente, a los hombres y las mujeres.
Por Darian Rulo Schijman-Infobae