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Gabriel Mariotto: “Scioli no puede volver a formar parte del peronismo”

El ex vicegobernador de la Provincia de Buenos Aires participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes del Posgrado de Periodismo de Investigación. La interna entre Kicillof y La Cámpora. El rol de Cristina. Y la falta de rebeldía del peronismo.

Gabriel Mariotto participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes del Posgrado en Periodismo de Investigación de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA) y la Universidad del Salvador (USAL), en la que cuestionó la participación de Daniel Scioli en el oficialismo de La Libertad Avanza. “Scioli no puede volver a formar parte del peronismo. Ni Scioli, ni nadie que forme parte del gobierno de Javier Milei puede volver a formar parte del movimiento peronista”, sostuvo.

El ex vicegobernador de la provincia de Buenos Aires también cuestionó las diferencias públicas que se manifiestan entre Axel Kicillof y La Cámpora. “El peronismo nace al calor del debate. La interna la entiendo cuando se decide el rumbo, hacia dónde vamos. Eso es edificante. Cuando es una interna de egos, no la entiendo“, agregó Mariotto en el Ciclo de Entrevistas coordinado por Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación. 

―¿Cuál es su opinión sobre sobre la interna entre el gobernador Axel Kicillof y La Cámpora?

―El peronismo nace al calor del debate. La interna la entiendo cuando se decide el rumbo, hacia dónde vamos. Eso es edificante. Cuando es una interna de egos, no la entiendo. No son internas productivas, son precisamente fratricidas. No sé cuál es el sentido ideológico de la misma. Aspiro a que haya diálogo, que haya posiciones ideológicas y políticas para salir de esta situación del país, a la que nos trajo el triunfo de Javier Milei, donde el proyecto de país está en las antípodas al que nosotros expresamos filosóficamente.

―¿Pertenecer al gobierno de Milei, aleja a Daniel Scioli del peronismo?

―El gobierno de Javier Milei pone en el centro del origen de todos los males la justicia social. Entonces, al formar parte de esas filas, de ese gobierno, no hay posibilidades de coexistir en el ámbito de un movimiento nacional y popular con nuestros patrones filosóficos. Scioli no puede volver a formar parte del peronismo. Ni Scioli, ni nadie que forme parte del gobierno de Javier Milei puede volver a formar parte del movimiento peronista. Por otra parte, es un momento de tensión en donde hay una gran vocación por ampliar el movimiento nacional y popular. Mi posición es que primero hay que definir quiénes somos, qué somos. Tenemos que definir el qué, el para qué. Eso sería una suerte de concentración de fuerza, de compromiso y de militancia. Creo que esos tres ejes son centrales en la reconstrucción del peronismo como oposición. Es medio antipático lo de los nombres propios, pero Miguel Ángel Pichetto fue candidato a vicepresidente del gobierno de Mauricio Macri. Si viniese ahora, sin la redefinición de lo que somos, ¿somos más deuda externa o menos deuda externa? Esa es mi pregunta. Primero habría que definir qué somos. No nos podemos desdibujar por el afán de ampliarnos. Entonces creo que frente al gobierno de Milei hay que marcar claramente que nosotros somos oposición. 

Dijo que Scioli no puede volver al peronismo y usted lo acompañó en la última campaña presidencial. ¿Cómo quedó su relación con Scioli?

Pienso que si sos funcionario de Javier Milei no tiene sentido que vuelvas al peronismo. Con Daniel, tengo una excelente relación. Me parece una excelente persona, una muy buena persona. Le tengo afecto. Es un afecto mutuo que nos tenemos. A partir de su decisión de aceptar ser secretario del gobierno de Javier Milei, no hemos hablado. Él sabe lo que yo pienso y yo sé lo que él piensa. Creo que Daniel debe pensar que está ayudando a la Argentina con esta decisión que tomó. Lamentablemente, con este paso que ha dado en política yo estoy desencantado en términos políticos, no en términos personales. Porque seguirá siendo seguramente la misma persona buena que yo conozco.

Gabriel Mariotto

―Hace poco hizo mucho ruido dentro del peronismo un editorial de Roberto Navarro en el que planteaba que Cristina Kirchner tenía que correrse para dejar emerger nuevas figuras. ¿Está de acuerdo con esa idea?

―No. Todos nos necesitamos. Nadie tiene que dar un paso al costado. Sí tenemos que discutir hacia dónde vamos. Eso es lo que nos va a ordenar. No nos ordena una persona en particular. Ordena la discusión del rumbo. Entonces, primero nosotros tenemos que definir que somos un movimiento nacional y popular, tenemos que definir qué vamos a hacer con la deuda externa, qué vamos a hacer con la energía. Por ejemplo, en el último acto en Quilmes, Cristina habló mucho de energía. Me pareció muy acertado poner ese punto en el centro de la escena. Hay que definir qué somos en función de los temas centrales, pensando en la Argentina que viene. Si no, volvemos al primer aspecto de lo que yo te planteaba, volvemos a una disputa de caras: ¿Esa cara no? ¿Esta cara sí? Y yo me pregunto el para qué, antes que las caras.

―Usted mantuvo recientemente un enfrentamiento público muy fuerte con Guillermo Moreno. ¿Cómo está hoy su relación con Moreno? 

―En lo personal, me llevo bien con Guillermo y con tantos otros dirigentes con quienes tenemos disidencias. También, en lo personal, me llevo bien con Pichetto, y estoy pensando que su perfil no aporta hoy a esta concentración de fuerzas. No es un tema personal. Como en lo personal me llevo bien con Alberto Fernández, con quien no coincidí nunca acerca del rumbo del gobierno. Lo personal trae temas que tienen que ver con el trato, con el don de gente. El conflicto es el ideológico. Con Guillermo, en lo personal, me llevo muy bien. Hablando de llevarse bien o mal con un dirigente, con Scioli estuve trabajando mucho el año pasado hasta que se definió su no candidatura.

―Además de dirigente político, usted también ejerce cómo docente universitario y especialista en comunicación. ¿Considera que existieron fallas de comunicación en la campaña del peronismo, principalmente sobre el sector más joven?  

―Creo que más allá de los problemas de comunicación, lo que más afectó en la derrota electoral fue el pésimo gobierno del Frente de Todos de los últimos cuatro años. Ese fue el problema, más que la comunicación en términos de mensaje. Lo que falló, a mi juicio, es la realidad efectiva que dice la estrofa de nuestra marcha peronista y que cada gobierno debería aplicar. Las políticas fueron muy malas. Lo hemos advertido en el momento mismo que ocurría, cuando el gobierno de Alberto y de Cristina aprobara el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, pulverizaría nuestra base electoral. Habitualmente, los jóvenes se enrolan en las fuerzas políticas cuando hay un desafío. Si el gobierno de Alberto Fernández convalidó la deuda del gobierno de Mauricio Macri sin auditar, como lo había anticipado Fernández en campaña, se derrumba la posibilidad de pelear, aunque sea con un enemigo gigante. La ley de servicios de comunicación audiovisual conquistó a muchísimos jóvenes. Era un desafío imposible, pero los desafíos imposibles son los te dan el impulso para adherir a los sueños y no ser un mero espectador. Entonces, yo no creo que haya faltado comunicación. Creo que ha faltado rebeldía para cooptar la vocación de los jóvenes de canalizar esa rebeldía. 

―Afirmó que al peronismo le faltó rebeldía en la campaña electoral y eso provocó la derrota. ¿Es posible leer esa falta de rebeldía del peronismo también en este momento? 

La política está paralizada y veo en el movimiento obrero esa cuota de rebeldía que hoy la política no tiene. En el movimiento obrero, con un plan de lucha, con una acción judicial para que el DNU no avasallara los derechos de los trabajadores. Se hizo una movilización muy importante en Tribunales y en todo el país. Luego, el paro del 24 de enero y el del 9 de mayo. En la marcha por la educación, estudiantes y movimiento obrero estuvimos en las calles el 23 de abril. También tuvimos la marcha del 1° de mayo. Es el movimiento obrero y ese plan de lucha el que le está poniendo la cuota de resistencia y rebeldía que está marcándole el paso, precisamente, a la oposición. Y es ahí donde hay una cuota de esperanza. Hay muchos hombres y mujeres, dirigentes gremiales muy jóvenes de gremios pequeños, que están muy activos, muy lúcidos, planteando honestamente cuál es el rumbo de la Argentina. Y este es un aporte muy importante que el movimiento obrero le está haciendo a la política. Y si ellos están en la vanguardia de la resistencia al gobierno de Milei, tienen que estar también en la vanguardia de la reconstrucción de la política.

―¿Cuál es su opinión sobre la dificultad del kirchnerismo de encontrar candidatos de peso por fuera de las figuras de Néstor y de Cristina?

―Creo que la solución al tema candidaturas es establecer las reglas de juego para internas o PASO que sean edificantes. Cuando se producen, cuando se construye un frente, los partidos políticos, que son la herramienta electoral de ese frente, establecen una carta orgánica. En esa carta orgánica para el frente que se construya en el año 2025, se tendría que establecer una regla de juego. Que la selección de los candidatos a todos los cargos electivos sea producto de una elección interna donde cada sector presenta un programa y sus candidatos. Y el que gana con 50 puntos incorpora y abraza al que sale segundo con 30 puntos, también incorpora y abraza al que sale tercero con 20 puntos. Ese es el desafío de este tiempo, para que la oposición tenga representantes más genuinos a la hora de discutir con el gobierno el rumbo de la Argentina.

―Agradecemos su participación en este Ciclo de Entrevistas del Posgrado en Periodismo de Investigación del Grupo Perfil y le damos la posibilidad de cerrar con un comentario final.

―Ustedes están en una universidad de Perfil, la Universidad del Sur de Buenos Aires, que peleó mucho por lograr ese rango académico. A lo largo de la vida de los medios de este grupo, concretamente del Diario Perfil, yo me he dado cuenta que su director, Jorge Fontevecchia, es un periodista con mayúsculas. Cuando me tocó estar en el gobierno, muchas veces sufría la mirada de Perfil, y me enojaba mucho. Y ahora que estoy en la oposición, abrazo la mirada de Perfil. Es un diario que ha tomado, ha asumido, lo mejor de la historia del periodismo independiente en la Argentina. Y entonces no me cabe duda que los egresados de esta Universidad van a tener ese mismo corte, ese mismo perfil, esa misma honestidad intelectual que hoy tiene el diario Perfil, con su director a la cabeza.

Flavio Adrián Bonanno y Matías Suárez
Posgrado de Periodismo de Investigación
Universidad del Sur de Buenos Aires – Universidad del Salvador