El proceso pasó a un cuarto intermedio. La querella indicó que recibió una “propuesta de reparación integral al daño”. En caso de aceptarla, se caería la causa.
El juicio a Leonardo Cositorto en la ciudad de Goya por la estafa piramidal con su empresa Generación Zoe dio un giro inesperado este viernes: pasó a un cuarto intermedio hasta el lunes porque el tribunal recibió un pedido por parte de la querella ya que habría una “propuesta de reparación integral al daño”.
“Hemos tenido conversaciones con la parte querellante, la Fiscalía también ha intervenido y bueno, no hay nada concreto, simplemente se ha pedido un cuarto intermedio para ver si puede haber una solución alternativa a este juicio”, indicó a TN el abogado de Cositorto, Carlos Roboto.
“Como la palabra dice, reparar el daño es no reconocer un hecho de estafa, sino que acá hay damnificados, lo que venimos diciendo en todo momento. Ya queda zanjada la situación si esto era una estafa o una cuestión contractual. Simplemente hay acuerdos de partes en que puedan recuperar su dinero. Esta reparación integral es una manera de poder extinguir la acción (judicial)”, explicó el letrado, y de así evitarle a Cositorto una posible condena a hasta 16 años de prisión.
Ante una consulta sobre el origen de los fondos, Roboto precisó que la reparación “es ofrecida por todos los imputados”. Además del empresario, están acusados de haber orquestado una mega estafa piramidal que operaba mediante un esquema Ponzi sus socios Maximiliano Batista y Miguel Ángel Echegaray.
“El tema del dinero habrá que ver, por eso son las conversaciones y por eso es el tema también del pedido de suspensión de la audiencia que hemos hecho”, agregó Roboto, que recordó que este tipo de acuerdos es “una de las modalidades que el Código de Procedimiento y el Código Penal admiten” para “poder darle fin a este litigio”.
El abogado precisó que el acuerdo no significaría que Cositorto quede en libertad porque “tiene otras causas”, sino que la causa que tiene abierta en Corrientes quedaría finalizada.
“Nosotros entendemos que la solución alternativa, para que todas las partes estén de acuerdo y conformes, es la mejor, por eso es que incluso ha sido planteada por el querellante”, manifestó Roboto que dijo que “podría marcar un camino a futuro” para las otras causas abiertas contra Cositorto y sus socios.
“Quiero aclarar concretamente y dejar bien enmarcado esto, que no significa un reconocimiento de la participación en los hechos, significa un acuerdo, una manera alternativa de darle fin a este proceso de una manera en que todas las partes están de acuerdo, porque todas las partes ven satisfechas sus pretensiones”, agregó.
El abogado precisó que el monto que reclaman los damnificados en Corrientes es de casi 400 mil dólares, aunque, según dijo el abogado, “no necesariamente tiene que ser ese el dinero de la reparación”. El monto final podría mantenerse en reserva, ya que están analizando con la querella la posibilidad de darle “privacidad y confidencialidad al acuerdo a los fines de preservar a las partes”.
Cómo es el juicio contra Cositorto en Corrientes
El juicio contra el empresario y sus socios comenzó el 16 de octubre y las audiencias están programadas hasta el 11 de diciembre, entre las cuales se prevé la declaración de 166 testigos propuestos por la querella, la fiscalía y la defensa. Esta cifra destaca la magnitud del caso y el interés por conocer las historias de quienes se vieron atraídos por las promesas de “plata fácil”.
A Leonardo Cositorto, Miguel Ángel Echegaray y Maximiliano Javier Batista se los juzga por “asociación ilícita en carácter de organizadores y estafa en modalidad de delito continuado en concurso real en calidad de coautores”.
Los tres principales acusados actualmente están detenidos en el penal de Bouwer, Córdoba, pero fueron trasladados a Goya y permanecerán bajo custodia en la Unidad Regional 8 durante el juicio. Otros imputados, como Lucas Damián Camelino y los hermanos Nicolás y Javier Medina, llegaron en libertad. Son investigados por “asociación Ilícita en carácter de miembros y estafa en modalidad de delito continuado en concurso real”.
El tribunal está presidido por el juez Ricardo Carbajal, con los vocales Jorge Carbone y Julio Duarte. Los fiscales Juan Carlos Castillo y Rubén Barry representan al Estado, mientras que los abogados querellantes, Pablo Andrés y Alejandra Fleitas, defienden los intereses de los denunciantes, muchos de las cuales perdieron sus ahorros en el esquema.
Este es solo el primer juicio que enfrenta Cositorto, con 98 denunciantes que son de Corrientes. En paralelo, la Cámara en lo Correccional y Criminal de Río Tercero elevó a juicio otra causa en Villa María, Córdoba, a raíz de un pedido de la fiscal Juliana Companys. Pero la presunta mega estafa escaló a niveles impensados, con sedes no solo en distintas provincias de la Argentina, sino también en otros países.
Los comienzos de Generación Zoe
Generación Zoe nació en 2017 de la mano de Leonardo Cositorto, quien buscaba crear un modelo de negocio basado en la capacitación y el desarrollo personal. La organización comenzó ofreciendo cursos de coaching y habilidades blandas a través de plataformas digitales, como Zoom, lo que le permitió atraer rápidamente a un público amplio.
Cositorto, con una trayectoria empresarial que se remonta a 1991, había comenzado vendiendo libros en las calles de España y, con el tiempo, formó equipos de ventas que operaban en varios países de América Latina y Europa.
Esta experiencia en ventas directas le dio una base sólida para establecer Generación Zoe, que se presentó como una oportunidad de inversión atractiva, combinando formación, motivación y la promesa de altos rendimientos.
El enfoque de la organización incluía la creación de una criptomoneda llamada “Zoe Cash” y la apertura de locales físicos, sumado a comercios de estética, gastronomía, finanzas y hasta equipos de fútbol.
Esto contribuyó a su rápida expansión y logró establecerse en 17 países y captar a más de 80.000 miembros en poco tiempo. Sin embargo, su éxito inicial ocultó una estructura insostenible que eventualmente desencadenaría su colapso y las posteriores acusaciones de fraude.
El estallido de la estafa
A finales de 2021, comenzaron a surgir problemas en el modelo de negocio y los pagos a los inversores se retrasaron. Las alarmas se encendieron cuando el esquema mostró claros signos de colapso, al depender de la captación constante de nuevos inversores para pagar a los anteriores, un patrón típico de las estafas piramidales.
En 2022, las denuncias se multiplicaron y la Comisión Nacional de Valores (CNV) de Argentina inició una investigación formal. Ante la situación crítica, Cositorto se vio obligado a abandonar el país, pero su fuga fue efímera.
Fue arrestado en abril de 2022 en República Dominicana por Interpol, tras un mes y medio de eludir a la Justicia. Lo descubrieron por los videos que seguía haciendo para atraer inversores a su nuevo proyecto, Sunrise Coach. Este error le costó la libertad y lo llevó de regreso a la Argentina, donde enfrenta serias acusaciones.
Incluso, a dos años de su detención, la historia de Cositorto se trasladó a la pantalla chica con “El vendedor de ilusiones: El caso Generación Zoe”, una docuserie que narra su meteórico ascenso y caída.
Fue una producción de Netflix, que tuvo al líder de la organización y a su socio, Max Batista, como protagonistas. Dieron su testimonio, se defendieron y hasta prometieron que si los dejan en libertad, “devolverán todo el dinero” a los inversores, aunque eso parece poco probable, ya que la plata perdida en su proyecto ambicioso llegó a calcularse en unos 45 millones de dólares.
Fuente: TN