“Si no sería una estafa”, manifestó el precandidato presidencial de Unión por la Patria. Y agregó que Cristina nunca declaró que se debía votar “a este o al otro”.
El dirigente de Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) Juan Grabois, quien competirá en las PASO con el ministro de Economía, Sergio Massa, por la candidatura a la presidencia por Unión por la Patria, sostuvo que en caso de terminar derrotado apoyará al tigrense, porque de otra manera “sería una estafa”.
El dirigente de Patria Grande remarcó: “Yo voy en una coalición, si no apoyo a Massa sería una estafa: el que gana, gana y el que pierde acompaña“.
Grabois, que encabeza la lista 134 junto a la socióloga Paula Abal Medina, sostuvo que su presentación en la interna responde a los “muchos decepcionados” con la fórmula de unidad compuesta por Sergio Massa – Agustín Rossi. “Es nuestra tarea es ser un cauce de empoderamiento de ese sector”, enfatizó en declaraciones radiales.
Para Grabois, la diferencia entre la interna oficialista y la de Juntos por el Cambio es que la opositora se rige en términos de “la calidad humana”. “Estos tipos por poder hacen cualquier cosa”, indicó.
Tras la tensión generada al interior de Unión por la Patria en el cierre de listas, el dirigente social reveló que su espacio esperaba que el candidato “sea un hijo político de Cristina”, en referencia al fugaz lanzamiento del ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro.
Asimismo, remarcó que nunca escuchó decir a la vicepresidenta Cristina Kirchner “que tienen que votar a este o al otro”, y remarcó: “Yo estoy en las PASO ¿Qué le tengo que decir a Cristina?, ¿Que le escupa el ojo a Massa? No me gusta ser el sobrino que le pide amor a la tía”.
A pesar de los trascendidos respecto al crecimiento de Juntos por el Cambio, Grabois aseguró que “la gente, el pueblo, no está corrida a la derecha”, aunque aseveró que “si la Argentina no cancela el acuerdo con el Fondo y renegocia está jodida”.
Por último, definió a Massa como “un hombre de centro cosmopolita que prioriza su vínculo rojo”, y planteó que “la experiencia de Alberto [Fernández] es muy fuerte como para no aprender de los errores del pasado, parece masoquismo”.