La hermana le causó al Presidente un insólito daño: armó un acto para exhibir casta y debilidad.
Los presidentes argentinos suelen apelar al recurso de los actos masivos para mostrar fortaleza en momentos de adversidad. Esa es la regla de Alfonsín para acá. Bueno, como en tantas otras cosas, los hermanos Milei también rompieron ese molde.
Karina Milei expuso a su hermano presidente a un acto desangelado, en penumbras, con acarreados, micros rentados, lo peor del sindicalismo, amontonados en el deteriorado anfiteatro del Parque Lezama, que tiene la módica capacidad de 5.500 almas y ni eso pudieron completar. Un partido de tenis local en el Parque Roca convoca más gente, no hablemos ya de Miranda desbordando cuatro Movistar Arena -15 mil personas por show- al hilo. Pero ya lo sabemos: Están los que se creen famosos y los que son famosos de verdad.
El timming no pudo ser peor: justo dos días después que se conoció el peor índice de pobreza desde la crisis del 2001, que confirmó que en sus ocho meses de mandato, Milei sumó más de 5 millones de pobres. Claro, fue un sinceramiento, como los precios y las tarifas, como la caída del empleo y el cierre de pymes. O no.
El punto es que en un momento tan malo, cuando todas las encuestas reflejan caídas fuertes en la consideración del gobierno y el Presidente, dar un paso tan riesgoso como un acto público no es tarea para amateurs. Hay que asegurar la convocatoria y trabajar muy bien la puesta y el mensaje. Nada de eso se vio. “Vino menos gente que en el 2021”, sintetizó crudo, un dirigente libertario que acompaña hace rato a Milei.
De lado del discurso tampoco hubo mucho para comentar. El Presidente se dedicó a repetir sus insultos usuales, a los que ahora sumó a los encuestadores. Lógico. Y no mucho más. ¿Entonces para qué el acto?
El timming no pudo ser peor: justo dos días después que se conoció el peor índice de pobreza desde la crisis del 2001, que confirmó que en sus ocho meses de mandato, Milei sumó más de 5 millones de pobres.
Muy simple, fue la fiestita de cumpleaños de Karina Milei, como dejó en claro en su discurso mal leído. Se merecía un festejo por haber conseguido la habilitación nacional del sello La Libertad Avanza. Se merecía su acto, su centralidad, acaso un ensayo general para la campaña del año que viene. ¿Pero para qué exponer a su hermano, porqué no hizo el acto sólo ella?. “Porque no es querida, no convoca”, agregó otro dirigente libertario.
Karina Milei armó el partido con el viejo puntero peronista Sebastián Pareja y los Menem. La idea de este grupo es que ella encabece la boleta de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires el año que viene, como primera etapa de su carrera presidencial. Si se parece a Pinguino o Pinguina es porque así está la política en la Argentina Manaos: no hay ideas nuevas.
Javier Milei hasta ahora sigue diciendo que sus candidatos son Mauricio Macri en Capital y José Luis Espert en provincia. En los próximos meses veremos si El Jefe es realmente El Jefe o el Presidente prevalece.
Por Ignacio Fidanza-LPO