El Presidente pone en juego su conducción política. Arde Cancillería, el país estuvo a un paso de quedar paralizado pero logró un acuerdo con la UTA
Mientras el rally de bonos se tomó un respiro, el presidente Javier Milei comenzó a enfrentar un serio desafío para su conducción política. Le pidió la renuncia a su canciller, Diana Mondino, y revolucionó a la Cancillería con una amenaza a todos los diplomáticos para cazar a “los impulsores de las agendas enemigas de la libertad”. Pero nombró como canciller a un ex kirchnerista, Gerardo Werthein.
Según pudo saber iProfesional de fuentes gubernamentales, la jornada de este miércoles combinó fuertes remezones para el Gobierno. El paro masivo de transportes, la salida sorpresiva de Mondino, la crisis social creciente, las futuras medidas de fuerza, los coletazos de conflictos con jubilados y universidades, anuncios fallidos en salud, polémica renuncia de otra funcionaria por una cafetera, y un fin de año caliente.
El paro de transportes causó preocupación en el Gobierno por el impacto en el humor social, pese a que el vocero presidencial Manuel Adorni buscó instalar que los enemigos de la gente son los cabecillas de la medida, Pablo Moyano y Pablo Biró, jefes de los sindicatos de camioneros y de pilotos, que tienen mala prensa. Adorni cree que Milei gana contra esa foto de la mesa de los sindicalistas.
Sin embargo, el paro se hizo sentir y la bala le entró al Gobierno porque la Secretaría de Transporte tuvo que transpirar para lograr, agónicamente, un acuerdo salarial con la UTA para evitar el paro de colectivos de este jueves. Dos paros de transportes seguidos eran intolerables.
Pero el titular de camioneros, Pablo Moyano, dejó una amenaza inquietante a Milei: “No sabe dónde se está metiendo“. En tanto, los movimientos sociales hicieron 500 cortes y actividades de protesta y anuncian medidas progresivas contra la recesión, el ajuste fiscal, la caída del poder adquisitivo, los recortes en jubilaciones y universidades, y la falta de creación de puestos de trabajo.
Tensión en el Gabinete
La falta de manejo político perjudica y desgasta a Milei. Según pudo saber iProfesional de fuentes de Cancillería, había fuerte estupor en el entorno de Mondino porque no se esperaban el despido abrupto. La canciller estaba en la mira del Presidente y del “triángulo de hierro” que conforma junto con Karina Milei y Santiago Caputo, pero en la Casa Rosada habían negado su salida horas antes.
En junio último, Karina Milei le había exigido a Mondino que la Cancillería se hiciera cargo en sus registros y en sus partidas presupuestarias de los gastos de los viajes del Presidente al exterior para recibir premios y de esa forma evitar que quedaran registrados en la Secretaría General de la Presidencia que conduce la hermana de Milei.
Mondino se había opuesto terminantemente: su presupuesto era acotado por el ajuste fiscal y no tenía ni para resmas de papel. El resultado de esa pelea fue que Karina Milei nombró a Ursula Basset como asesora todoterreno de Mondino y virtual interventora en el piso 13 de la Cancillería. Poco despues Karina agregó otro funcionario de su riñón, el joven secretario de Culto y Civilizaciones, Nahuel Sotelo, que provocó la peor crisis de Mondino en la ONU.
En septiembre último, el entonces embajador ante la ONU, Ricardo Lagorio, trabajó para la adhesión de la Argentina a la Agenda del Futuro, o la Agenda 2030, tal como venía haciendo la Cancillería en su línea profesional. Pero Sotelo y Caputo, además de Karina Milei, convencieron a Milei de que esa era la agenda globalista que pretende cambiar la ingeniería social mediante banderas según ellos falsas como el cambio climático o la ideología de género.
Le hicieron anunciar a Mondino que la Argentina se escindía de ese acuerdo y desplazaron a Lagorio de todas las actividades. Pocos días despues le pidieron la renuncia y nombraron a Francisco Tropeppi, sugerido por el entonces embajador en los Estados Unidos, Gerardo Wherthein, que fue uno de los impulsores de la salida de Lagorio.
Este miércoles, exactamente un mes después, Mondino fue despedida porque la Argentina votó en la ONU en contra del bloqueo de los Estados Unidos a Cuba, pero ese voto le correspondió a Tropeppi, el hombre elegido en la ONU por Werthein para reemplazar a Lagorio. Esta vez, la “guillotina” fue a lo más alto. En la Cancillería hablaban de que Milei, Karina y Caputo le hicieron una “cama a Mondino”.
El comunicado de la Presidencia para explicar la salida de Mondino fue preocupante. Señaló que el Gobierno hará “una auditoría para encontrar a los impulsores de las agendas enemigas de la libertad”, es decir que se viene una caza de brujas en la línea diplomática. La contradicción consiste en que Werthein, el nuevo canciller, era en 2011 un confeso simpatizante de la ex presidenta Cristina Kirchner, justo antes de que ella hiciera el pacto con la República Islámica de Irán por el cual está procesada por encubrimiento al atentado a la AMIA ocurrido en 1994. Los diarios de aquella época señalan que Werthein decía: “La mejor Candidata es Cristina Kirchner”. Eran las elecciones presidenciales ese año.
“El Comunicado Oficial es, claro está, lamentable. Ahora bien, quienes acepten mansamente el último párrafo, dejan de pertenecer sólo a ese rango”, dijo un viejo diplomático.
Mondino había enfrentado otra crisis la última semana, donde ya había dejado jirones de su autoridad sobre la Cancillería. El “Triángulo de Hierro” le había volteado a su vicecanciller Leopoldo Sahores y le había nombrado al diplomático de carrera Eduardo Bustamante, que respondía a Karina Milei y a Santiago Caputo. Es por ello que Bustamante estaba buscando reemplazos en estas horas para los segundos de Sahores, que eran Mariano Vergara, subsecretario de Asuntos Americanos y Marcia Levaggi, subsecretaria de Política Exterior. Buscaría a funcionarios involucrados con el “nuevo orden”, un alineamiento absoluto con los Estados Unidos e Israel y el rechazo a la agenda 2030 y el Pacto del Futuro, auspiciados por Naciones Unidas. La suerte de Mondino ya estaba echada.
Esto ocurrió cuando terminaba una jornada de caos en el transporte por el paro en trenes, subtes, camiones, aviones y barcos, aunque el comercio y la industria funcionaron casi con normalidad. Sólo agónicamente el Gobierno pudo llegar a un acuerdo con la UTA para levantar el paro de colectivos de este jueves, pero la crisis social se agudiza.
Tensión social y conflicto gremial, dos preocupaciones para Milei
No todo es provocar euforia en los mercados y en los empresarios. Milei pone en juego la paz social y sectores de las organizaciones sociales anuncian que se vienen meses de noviembre y diciembre muy caldeados.
Para fines de noviembre programan un corte general en la Ruta 3, en La Matanza, a la altura de Isidro Casanova. No todo es el dólar calmo y las acciones volando, con baja del riesgo país.
Precisamente, las políticas de ajuste que hacen celebrar a los mercados son las que provocan las crisis sociales. Pasó en los años 90, así como en el gobierno de Mauricio Macri.
Esos sectores sociales confluirían con una marcha federal de las dos CTA y de grupos radicalizados. Una gran parte del peronismo y de los intendentes del conurbano estarían de acuerdo. La expectativa es permanecer varios días.
Tal vez eso fue lo que insinuó el líder camionero, Pablo Moyano, al evaluar el paro de transportes de ayer cuando le mandó un mensaje a Milei. “No sabe dónde se está metiendo”.
Pablo Moyano y Pablo Biró quieren llevar al ala dialoguista de la CGT, que conduce Héctor Daer, al conflicto con Milei. Se profundiza así la grieta en la CGT.
Sin embargo, fuentes del ala dialoguista de la central obrera señaló: “No busquen halcones y palomas”. Por lo visto, en el futuro cercano, Daer, Carlos Acuña, Andres Rodríguez, Gerardo Martínez, José Luis Lingieri, Jorge Sola o Armando Cavalieri podrían pasar a no ser tan dialoguistas.
Uno de ellos señaló a iProfesional: “No soy dialoguista, soy pragmático; las cosas hay que dejar que fluyan; quiero a la clase media en la calle; con las cacerolas y tocando bocina; como era en la época del inútil que nos gobernaba por el dedo de la Señora”.
Se refería a la expresidenta Cristina Kirchner, quien parece cada vez más sola, junto a su hijo Máximo Kirchner, dentro del peronismo, pese a que se propone conducirlo tras una disputa judicial con el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, aunque sin el consenso de muchos barones del conurbano, ni de gobernadores ni de sindicalistas. No es una buena noticia para Milei, porque amenaza la paz social.
Los dirigentes sindicales consideran que “las cosas hay que dejar que fluyan, todo en su medida y armoniosamente”, tal como decía Juan Domingo Perón, señal de que esperan que la situación social se deteriore progresivamente para comenzar con más medidas, ahora con consenso social.
Al final de la jornada, la CGT difundió un comunicado en el que repudió en forma contundente la utilización de la aplicación “Mi Argentina” y los altoparlantes de las estaciones de trenes para atacar personalmente a Pablo Moyano y a Pablo Biró.
“Repudiamos y condenamos el accionar del Gobierno contra los dirigentes sindicales por considerarlo antisindical y contrario a derecho, violentando el Convenio 87 de la OIT”, señala el texto. La demonización a las organizaciones sindicales y la persecución a sus integrantes recuerda a tristes y pasadas épocas de nuestra historia nacional reciente. La complejidad de una coyuntura crítica exige la búsqueda de consensos a partir del dialogo y la concertación. No hay lugar para el autoritarismo gubernamental ni para la incitación a la violencia”, advirtió.
En medio de todo, el Gobierno debió retrotraer un anuncio de este lunes que había preocupado a usuarios de las prepagas y a los médicos. El superintendente de Servicios de Salud, Gabriel Oriolo, aclaró este miércoles que las prepagas seguirán cubriendo los descuentos a los medicamentos que sean recetados por los médicos externos a la cartilla, excepto en los tratamientos de altísimo costo, aunque la medida sigue sin explicarse en profundidad.
Para colmo, se abrió otra crisis bajo los pies de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. Tuvo que echar por orden de Milei a una funcionaria que había comprado una cafetera eléctrica de alta gama Phillips por 1,9 millones de pesos, bajo sospecha de sobreprecios. Se trata de la subsecretaria de Gestión Administrativa de la Secretaría de Niñez y Familia, Constanza Cassino.
Encima, la suba de bonos soberanos y la baja del riesgo país de los últimos días se detuvo este miércoles por una toma de ganancias en los mercados. El dólar blue siguió su racha bajista (1180 pesos, bajó un 3,3%), y Milei pretende reducir la brecha con el dólar oficial a menos del 10%, que hoy está en el 17%, para salir del cepo cambiario.
Para que esto ocurra, además, pretende acumular dólares en el Banco central y llegar al 2% de inflación mensual. Pero ante en Córdoba, ante la Fundación Mediterránea, anunció que “estamos cada vez más cerca de salir del cepo”.
Por Mariano Obarrio-IProfesional