El ex candidato presidencial se mostró crítico del discurso de Javier Milei en el cónclave económico en Suiza y sostuvo que fue un punto de inflexión: “Más que ir a la recesión están caminando a la depresión”, advirtió.
El ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, se mostró preocupado por el posible desabastecimiento en el mercado: “Este tipo de conductas que mostró en Davos impactan en otras disciplinas y generan una conmoción en la estructura decisional”. Por otro lado, se refirió a la reconfiguración del peronismo: “Quedó desorganizado y en ebullición, con mucho fervor abajo”, reflexionó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Guillermo Moreno, excandidato a presidente por su partido “Principios y Valores”, fue Secretario de Comunicación del gobierno de Néstor Kirchner y en 2006 asumió como secretario de Comercio Interior, cargo que mantuvo con los dos gobiernos, el de Néstor Kirchner y luego de Cristina Kirchner, hasta el año 2013. Luego, empezó a tomar distancia de Cristina y, en el año 2019, se presenta con su propio espacio. En una entrevista radial ayer Guillermo Moreno dijo que parecía que el Presidente “estaba en la edad del pavo, como si fuese un adolescente”.
Sostuviste que el Presidente está en “la edad del pavo”, que es un lindo momento, ¿o no?
Sí, es lindo, salvo que te toque ser el padre. Y en este caso, ese último rol le toca a la sociedad. Milei, en términos académicos, no es alguien maduro, más cuando habla de economía. A su vez, cuando ganó las elecciones, descubrimos que tiene una relación muy particular con la ropa. Como los adolescentes. Y está en una constante búsqueda de su camino espiritual, como los adolescentes. Pero en el discurso que tuvo en Davos me preocupé porque no está ubicado en tiempo y lugar.
El Poder Ejecutivo en Argentina es unipersonal, estamos en una conmoción. Cambió cualitativamente desde ayer hasta hoy. Lo digo con respeto, pero no es un legislador o alguien de la Justicia, porque, en esos casos, la situación se resuelve en conjunto. Por ejemplo, si un integrante de la Corte deja de estar ubicado en tiempo y espacio, hay tres más. O sea, este tipo de conductas impactan en otras disciplinas y generan una conmoción en la estructura decisional, ya sea en políticos, círculo rojo, periodistas, empresarios, etc. Lo de ayer fue un espectáculo público y, partir de ahí, hay que seguir con mucha responsabilidad y razonabilidad para encontrar los mecanismos institucionales que hagan el menor daño posible.
¿Cómo se sigue ahora?
Yo opino desde el peronismo. Los radicales ya eligieron un camino, que es con Martín Lousteau, y creo que se equivocaron, aunque están a tiempo de revisarlo. Es que pensaron que tenían tiempo e hicieron una ecuación de poder para dejar confirme a todos, como suelen hacer ellos.
El peronismo quedó desorganizado y en ebullición, con mucho fervor abajo. Se vio en Leones, Córdoba, con una ciudad completamente paralizada. Precisamos tiempo para que emerjan los dirigentes. Esto es tan particular que, comparado con lo que pasó ayer, el paro era una discusión endógena de la Argentina sobre un presidente que quiere hacer cosas y otro sector que se opone, pero lo de Davos nos ubica en otro plano. Milei se equivocó, se metió con la técnica económica y no puede defender a los monopolios sin que haya un controlador estatal. Yo estoy pensando cómo harán los directores del FMI para firmar el crédito que le tiene que asignar al país. Más cuando empiezan las versiones de que nadie se quiso sacar fotos con él, que lo esquivaban, que nadie entendió el discurso, etc.
El rol de una oposición desorganizada
Hay quienes dicen, desde el peronismo, que hay que dejar que la sociedad descubra que sus políticas fracasan y, por tanto, dejarlo hacer. Otros, en cambio, aducen que es precio muy alto que pagar si se lo dejar llevar adelante sus ideas. ¿Cuál es su propia visión respecto de lo que hay que hacer?
En circunstancias normales estaban las dos opciones que mencionó. Particularmente pensaba que no había necesidad de resistir un gobierno legal y legítimo, sino que iba a caer por su propio peso. Ahora, el problema que surgió ayer con las características de este presidente, es quién va a tomar decisiones, en términos del aparato productivo. Es decir, cómo sigue la producción y la comercialización de bienes y servicios que naturalmente se hace de arriba para abajo. Usted sabe que cuando se hace al revés es en las revoluciones, y acá no estamos en presencia de ninguna revolución.
Entonces, ayer quedó en duda si hay tres poderes en condiciones de actuar en el país en este momento. Institucionalmente, me imagino que empezarán las reuniones con una calibración de la situación en una resolución que tiene que encontrar a todos tratando de solucionar todo esto.
Pero concretamente con la ley ómnibus el Congreso sí tiene una decisión que tomar, mientras que con el DNU podría autoconvocarse. ¿Desde el Legislativo habría que acompañar la ley ómnibus quitando los capítulos que considere negativos o hay que rechazarla de plano?
Va a entrar en una sesión permanente con la Corte Suprema porque ahí, finalmente, se terminan resolviendo muchas cosas. No tengo dudas que los supremos están en una reflexión similar a la que estamos teniendo nosotros, pero reservados y mirándose las caras. Tampoco que los presidentes de los bloques en Congreso están en la misma.
Tienen que haber varias reuniones , mientras tanto, hay que transitar ya que somos un pueblo urbano donde las necesidades se resuelven en el mercado. Hay cientos de miles de decisiones diarias que toman las empresas para que nosotros consumamos, y eso es lo que yo intento que no se paralicen, porque si no las consecuencias son muchísimo más graves.
Uno habla desde la baldosa que conoce, yo sé las consecuencias de que el mercado empiece a no estar abastecido porque la muchachada no sabe qué decisiones tomar, y obviamente los muchachos de las cámaras saben cómo tiene que resolverse institucionalmente. Entonces, hasta ayer a la mañana había un clima de un presidente que todavía adolecía, de adolescente, y las dos vertientes que usted dijo, pero a partir del discurso de Davos hay un punto de inflexión y las palabras empiezan a tener otro significado. Reitero, el aparato productivo tiene que seguir pese a las incertezas que tenemos, porque las consecuencias son muchísimo más graves, no podemos quedarnos desabastecidos.
El riesgo del desabastecimiento en el mercado
¿Observa a la Vicepresidenta con una agenda económica distinta?
Hasta ayer a la mañana, Villarruel corría la misma suerte del mandatario en términos políticos, pero esto cambia la situación. La Vicepresidenta tendrá la “chapa” institucional, pero no tiene el soporte político, no puede salir a decir “fui yo la que recibió el 55% o el 30% de los votos”. A nivel Poder Ejecutivo hay que resolver desde otro lugar, con la seriedad y la calma como bandera.
¿Su preocupación respecto al abastecimiento del mercado, tiene tácito una preocupación porque los productores puedan ver un riesgo de hiperinflación y, por lo tanto, no sepan qué precio colocar, más allá de cuál sea la inflación actual?
No creo que hoy, por cómo viene la caja y el nivel de ventas que hay, ese sea el problema, sino que el tema es que se queden sin valor de reposición porque todos hagan un parate.
¿Entonces el riesgo sería recesión?
Claro, en realidad, más que ir a la recesión están caminando a la depresión con los costos fijos avanzando sobre la estructura de la unidad vendida, por lo tanto, cada vez son más importantes y no podés bajar los precios.
O sea que una depresión es más que una recesión. Al mismo tiempo, el costo de un producto tiene un costo variable y otro fijo, el cual no importa qué cantidad de producto se fabrique siempre será la misma y se divide por la cantidad de producto fabricado. Si se consume muchísimo menos, el costo fijo se mantiene y, en consecuencia, ese producto tiene que aumentar por arriba de la inflación, haciendo una especie de círculo vicioso en el que cada vez se consume menos. ¿Está bien explicarlo así?
Está perfecto, es exactamente así hasta que uno dice que no va más y se termina cerrando. Ahora bien, en momentos así, la muchachada tiende a sentarse y cruzarse de brazos. Aparte llegan las informaciones de afuera, imaginate que a las empresas controlantes por capital extranjero, le empiezan a surgir los interrogantes naturales de qué dice este muchacho y cómo votaron esto.
Es el presidente de Argentina, ni más ni menos. Vos fijate que habló Macron y los portales se quedaron con Milei, es que realmente fue un espectáculo este muchacho.