El analista político anticipó que el embajador argentino en Brasil no va a declinar su precandidatura a presidente. Por otro lado, aseguró que los gobernadores peronistas jugaron “muy fuerte” en estas elecciones.
El politólogo, Gustavo Marangoni, aseveró que “el kirchnerismo y el Frente Renovador están en un entendimiento interno que es muy fuerte”. Además, analizó las diferencias entre la lista única y de unidad. Las bajas probabilidades de que Daniel Scioli baje su precandidatura, en Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
A tu juicio, ¿Sergio Massa sigue teniendo posibilidades de ser el candidato de unidad o percibís que Alberto Fernández tiene una cuestión personal para que haya PASO y va a hacer todo lo posible por lograr eso?
La unidad, en los términos que se está discutiendo en el Frente de Todos, parece improbable, en el sentido de que cada uno plantea cuestiones muy distintas.
Por ejemplo, Massa habla de lista única, ni siquiera de lista de unidad. Parece una cuestión semántica, pero no lo es. Una lista de unidad podría incorporar a alguno de los que pretenden determinados cargos y la lista única es algo que se confecciona por parte de quienes están hegemonizando en este momento el oficialismo.
Es una situación compleja. Nosotros, hasta hace semanas, hablábamos de una elección que era de tercios, según inclusive Cristina Kirchner, y es posible que vayamos a una elección de cuartos o más fragmentada todavía. Todo está muy abierto como consecuencia de la ausencia de liderazgos o la transición de determinados liderazgos hacia otros.
Si partimos de lo general a lo particular, el hecho de que el Presidente y los dos expresidentes que pueden presentarse legalmente a la presidencia no lo hagan, señala una crisis de liderazgo que es muy manifiesta, de la cual no es sencilla resolver situaciones.
En el oficialismo pasa por la discusión de si se tiene que competir o no. Y en la oposición pasa por si hay que ampliarse o no.
Eso, lo que está poniendo en la superficie es la ausencia de aquellos que puedan sintetizar posturas que puedan conducir procesos o de las propias reglas de juego para elegir aquellos que tengan que, en el futuro, liderar o conducir. Por lo tanto, la situación es bien compleja.
¿Cómo leés esa foto de ayer, en ese acto donde Malena Galmarini estaba tanto al lado de Wado de Pedro como de Axel Kicillof?
En el caso del gobernador de Buenos Aires, uno puede comprender que se trata de la provincia que gobierna. Pero en el caso de Wado, ¿hace verosímil aquel chiste de Andrés Malamud de que una fórmula sería Wado y Malena?
Es posible. Lo que queda claro de esa foto y de las últimas que se vienen generando es que el kirchnerismo y el Frente Renovador están en un entendimiento interno que es muy fuerte, y que del otro lado está la figura del Presidente y la ambición de Daniel Scioli de competir.
Pero estamos en situaciones distintas, con otros actores que empiezan a manifestar su opinión. Actores institucionales, como los gobernadores, que jugaron un comunicado muy fuerte, en donde dijeron “exigimos una lista de unidad”. La palabra “exigencia” le da un aspecto muy asertivo y particular. No están diciendo “nos manifestamos a favor o nos gustaría que”.
Por lo tanto, estamos hablando de un espacio y, sobre todo, en el peronismo, donde la conducción es importante, porque sigue siendo un movimiento de naturaleza vertical, y esa verticalidad, en este momento, está dañada.
Entonces, como no hay un liderazgo que pueda llevar adelante posiciones mucho más allá de sus fronteras, lo que hacen es reducirse adentro de su frontera y allí aparece la dificultad de establecer cuestiones más consociativas.
Están discutiendo las propias reglas de juego porque, en última instancia, la ley existe y la posibilidad de competir está. Sin embargo, eso en realidad que pareciera ser tan nítido, tan claro y transparente, está en plena discusión.
Hay sectores que dicen “no”, e inclusive, de acuerdo a trascendidos periodísticos, algunos señalan la chance de hasta desarmar el Frente de Todos, como está compuesto hoy, y armar otra cosa entre los que plantean la lista única y, en todo caso, los que quieren competir, en un mensaje implícito: “si querés competir, armate tu frente y andá por las tuyas”.
La situación es de una cuestión muy estructural y creo que en alguna conversación previa que mantuvimos yo mencionaba el tema de la “peruanización” de la política, no de la “peronización” de la política. La “peruanización” de la política argentina, con una fragmentación que me parece que, por lo menos, con la fotografía de hoy, es pública y manifiesta.
Claramente hay seis sectores y no cuatro, porque las dos coaliciones tienen dos sectores en cada una en pugna, con difícil principio de cohesión y continúa tensión.
Ahora, además de conocer la Provincia, conocés a Scioli. ¿Creés que en su determinación de no bajarse seguirá hasta el último minuto independientemente de las dificultades que le colocan para armar las listas?
Creo que Daniel Scioli va a mantener su candidatura hasta el final. De alguna manera, dio lugar a una serie de movimientos que ya trascendieron las solas declaraciones. A veces uno manifiesta que quiere ser “tal cosa” pero no se mueve en esa dirección.
Pero hemos visto cómo en las últimas semanas se van organizando actos, conociendo otros aliados, como en este caso, Victoria Tolosa Paz para la Provincia.
Por lo tanto, es más complejo el hecho de poder desandar ese camino. Así que creo que la posibilidad está más que abierta a que puedan presentarse, pero veremos los hechos de aquí al miércoles que viene, porque tenemos en el medio el Congreso del Frente Renovador este sábado.
Si se mantiene la postura que dejaron trascender referentes cercanos a Massa, manejan la posibilidad de que él pueda retirar al Frente o hasta inclusive dejar el cargo que tiene, si no se va en el sentido u orientación que propuso desde aquella famosa declaración donde decía “no hay lugar ni un par un quilombo más”.
En este partido de truco, ya todos empiezan a jugar los “sietes bravos” y los anchos, porque así lo exige la cercanía de la fecha de cierre.
Hasta el momento, como en una partida de truco, a lo mejor, en la primera mano algunos ponen alguna carta livianita y tratan de ver cómo viene. Pero ahora llega el momento donde hay que definir y lo que se tiene guardado es para el “quiero vale cuatro” y el “falta envido”.
Por Jorge Fontevecchia-Perfil