Al menos 200 personas fueron detenidas en la Universidad de California en Los Ángeles en un operativo realizado este jueves. “Somos una sociedad civil y el orden debe prevalecer”, resaltó el presidente Joe Biden.
Bajo una creciente presión política, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, rompió el silencio sobre los disturbios en los campus universitarios por la guerra en Gaza, afirmando que los ciudadanos tienen derecho a manifestarse, pero no a desatar la violencia. Durante las últimas semanas hubo más de 2.000 arrestos en universidades, desde Nueva York hasta California y, este jueves, al menos 200 personas fueron detenidas en la UCLA en un operativo en el que utilizaron granadas aturdidoras, mientras helicópteros sobrevolaban la zona.
Biden se había mantenido al margen mientras se expandía el malestar estudiantil, pero finalmente habló pocas horas después de que cientos de policías entraran para despejar por la fuerza un campamento en expansión en la Universidad de California en Los Ángeles, derribando barreras y deteniendo a más de 200 manifestantes. “No somos una nación autoritaria donde silenciamos a la gente o aplastamos la disidencia”, aseguró en una declaración televisada desde la Casa Blanca. “Pero tampoco somos un país sin ley. Somos una sociedad civil y el orden debe prevalecer”, añadió.
Más temprano, estudiantes de esa universidad, vestidos con cascos blancos, se tomaron de los brazos y formaron una línea frente a los oficiales, que detenían a los manifestantes y se los llevaban. “Cerca de 300 manifestantes se marcharon voluntariamente, mientras que más de 200 resistieron las órdenes de dispersarse y fueron arrestados”, declaró el rector de la UCLA, Gene Block. La policía utilizó granadas aturdidoras para dispersar a la multitud reunida fuera del campamento que gritaba: “¡Déjenlos ir!”, mientras los helicópteros sobrevolaban.
Los agentes bloquearon las escaleras de acceso al lugar y los estudiantes vestidos con chaquetas amarillas, que actuaban como médicos, denunciaron a la AFP que se les impedía en gran medida llegar a la zona. En otra parte del campamento, estudiantes con paraguas, cascos y escudos de plástico se enfrentaron a la policía en un silencio mayoritariamente tenso, con cánticos esporádicos de “¡Palestina libre!” y “¡Desde el río hasta el mar, Palestina será libre!”. Los policías acudieron con equipos antidisturbios, cascos, máscaras antigás, esposas de bridas y porras. Los manifestantes cantaban “¿Dónde estaban ustedes anoche?”, en referencia al ataque pro Israel de enmascarados que duró horas.
La gran presencia policial, incluidos agentes del Departamento de Policía de Los Ángeles y de la Patrulla de Caminos de California, se produjo después de que las fuerzas fueran criticadas por actuar con lentitud durante los violentos enfrentamientos del martes por la noche, cuando “contramanifestantes” atacaron el campamento de estudiantes pro Palestina. UCLA anunció que las clases serían remotas el jueves y viernes de esta semana, debido a la “emergencia en el campus” y advirtió a los estudiantes que evitaran el área de protesta.
El presidente demócrata, quien aspira a la reelección en noviembre, se movió con cautela para denunciar antisemitismo, apoyar el derecho de los jóvenes a protestar e intentar limitar los daños políticos a largo plazo. Afirmó que ambas partes tienen razón, que la disidencia pacífica es fundamental para una democracia, pero que no se tolerará la violencia. “Destruir propiedades no es una protesta pacífica. Va contra la ley. El vandalismo, el allanamiento de morada, la rotura de ventanas, el cierre de campus, la cancelación forzosa de clases y graduaciones (…) nada de esto es una protesta pacífica”, criticó.
“La disidencia es esencial para la democracia, pero nunca debe conducir al desorden o a negar los derechos de los demás para que los estudiantes no puedan terminar el semestre y la educación universitaria”, indicó. “Existe el derecho a protestar, pero no el derecho a provocar el caos”, resumió. Las protestas denuncian el apoyo del gobierno de Estados Unidos hacia Israel, cuya contraofensiva en Gaza ya terminó con la vida de al menos 34.596 civiles, en su mayoría mujeres y niños.
Los republicanos han acusado a Biden de ser blando con lo que interpretan que es un sentimiento antisemita entre los manifestantes, mientras que enfrenta una oposición generalizada en su propio partido por su fuerte apoyo y financiamiento a Israel. “No debería haber lugar en ningún campus, ningún lugar en Estados Unidos para el antisemitismo o las amenazas de violencia contra los estudiantes judíos”, declaró Biden el jueves. Por su parte, el rival electoral republicano de Biden, Donald Trump, ha elogiado repetidamente la respuesta policial y hasta pidió una represión total, denunciando a los “lunáticos de izquierda radical”.
Manifestaciones en universidades de todo el país
Los manifestantes se han reunido en al menos 40 campus universitarios estadounidenses desde el mes pasado, a menudo levantando campamentos con carpas para protestar por el creciente número de muertos en la Franja de Gaza. Los agentes detuvieron a varias personas en la Universidad de Fordham en Nueva York y disolvieron una protesta organizada dentro de un edificio escolar, establecieron las autoridades.
La policía dijo que esta semana se realizaron alrededor de 300 arrestos en Columbia y otra universidad de Nueva York. La oficina del alcalde advirtió el jueves por la noche que casi la mitad de los arrestados en las dos casas de estudios del martes por la noche eran personas no afiliadas a las universidades.
En el Instituto de Tecnología de Massachusetts, los manifestantes se atrincheraron y bloquearon una avenida cerca del centro del campus de Cambridge durante la hora pico de viaje del miércoles por la tarde. La Universidad de Texas en Dallas vio a la policía desmantelar un campamento y arrestar al menos a 17 personas por “invasión criminal”, detalló la institución.