El reconocido periodista analizó el significado de lo que llamó “la movilización más grande en el aniversario del Golpe” y diferenció la postura del Presidente y su vice: “Ella es una persona sutil e inteligente, nada que ver con la tosquedad de Patricia Bullrich o Luis Petri”, enfatizó.
El director de “El Cohete a la Luna”, Horacio Verbitsky, detalló los crímenes de lesa humanidad perpetrados por los esposos de las mujeres presentes en la controvertida foto compartida por Luis Petri. Por otro lado, enfatizó en la fragmentación dentro del PRO a partir del distanciamiento entre Mauricio Macri y la ministra de Seguridad: “Macri tiene una idea de sí mismo que la realidad no parece consentir”, expresó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Horacio Verbitsky es periodista y director de El Cohete a la Luna, integró la junta directiva de la División Latinoamericana de la ONG Human Rights Watch y presidió el CELS durante décadas. Participó de las redacciones de Humor Registrado, de Crisis, de Página 12, entre otros. Fue jefe de redacción del mítico diario La Opinión y secretario de redacción del diario Noticias.
Ayer en tu columna de Cohete a la luna tomaste la película Los Farsantes para analizar el plan que puso en marcha Alemania durante la Segunda Guerra Mundial para exterminar la libra esterlina, la moneda de su contrincante que en aquel momento era la potencia dominante de Gran Bretaña. Salvando las diferencias de caso, ¿encontrás similitudes entre aquel plan alemán y el de Milei para llevar adelante la eliminación del peso nacional?
Son cosas totalmente distintas, aquel gobierno alemán tenía muchas más imaginación e idoneidad técnica que la que posee Milei.
Ayer fue 24 de marzo, ¿cuál es tu balance de todo lo que sucedió?
Fue la movilización más grande por el aniversario número 48 del golpe y coincide con los 100 días de gobierno de Milei. Y esa coincidencia explica la masividad de la movilización, siendo la primera vez que todas las centrales sindicales participaron con los organismos defensores de los derechos humanos.
Ayer compartí el anuncio de lo que ocurriría, que se hizo unos días antes en el emblemático salón Felipe Vallese de la CGT, donde Héctor Daer y Andrés Rodríguez compartieron la mesa con Adolfo Pérez Esquivel, Taty Almeida y Estela de Carlotto. Justamente, la solicitada de la CGT, la encabeza una frase de Rodolfo Walsh: “Nunca más la miseria planificada”, extirpada de la carta que escribió a la Junta en 1977 donde dice que el peor crimen de la dictadura no es la represión sino la miseria planificada. Y la novedad es que esto lo reivindique la CGT, lo cual señala lo que viene, a partir de la resistencia a las medidas de Gobierno por parte de sectores que nunca habían estado así.
Sí, estuve en la Plaza, y a la mañana temprano estuve en la ESMA, de donde salió una de las columnas más grandes, la de La Cámpora. Estuve desde las siete de la mañana hasta las ocho y media allí. Después me fui a la radio, hice el programa, y a las doce me sumé a la movilización y estuve toda la tarde.
Ayer se viralizó un video donde estaban juntos Guillermo Moreno y Andrés Larroque. ¿El campo popular está empezando a recomponerse?
Guillermo Moreno no forma parte del campo popular, sino que es uno de los grandes responsables del alto precio que pagó el kirchnerismo. La práctica de Moreno deslegitima la palabra pública y es el pionero de la posverdad.
Algo que también señalé es que recibía a los empresarios con un arma sobre el escritorio y que las patotas armadas controlaban las pantallas de los monitores del INDEC para truchar las cifras de la inflación, de modo que yo realmente no vi la foto esa que vos decís.
La violencia setentista y las disidentes posturas del Gobierno
¿Escuchaste el testimonio de Horacio Rodríguez Larreta contando el secuestro de su padre en la dictadura? ¿Qué balance se puede hacer de esta actitud de Larreta separándose tanto de Patricia Bullrich y Mauricio Macri en un día tan especial como el de ayer?
Lo conozco y lo escuché varias veces, incluso era amigo de su padre en el momento en que padeció el secuestro. Me parece muy bien que un hijo recuerde ese episodio y que en esta fecha tan especial exponga su posición del “Nunca más”.
Él, desde el Gobierno de la Ciudad, ha sido respetuoso en ese sentido. Por ejemplo, ese gobierno ha tenido un negociado con las baldosas, ya que las arreglaban y a los 6 meses las volvían a romper. Sin embargo, las placas a los detenidos desaparecidos las rompían en el cambio de baldosas pero las reemplazaban por otras de mármol muy bien hechas con la misma información. De modo que no me extraña su posición, como no me extraña que Martín Lousteau haya marchado junto con una columna radical en el acto, ni que Maximiliano Pullaro haya hecho un acto en un ex centro clandestino que fue una sede policial en Santa Fe, lo cual muestra las contradicciones que tiene el gobierno de Villarruel y de Milei en esta materia.
La verdad es que no gozan de mayoría, de modo que por eso han hecho ese video tonto que hasta Graciela Fernández Meijide ha dicho que es anticuado y aburrido, y no han podido hacer otra cosa porque la idea de un indulto, de una amnistía o de una ley que disponga del arresto domiciliario automático para los que cumplen más de 70 años, no tienen la posibilidad de pasarlo por el Congreso, porque no tienen los números.
Sin una parte del PRO, sin una parte importante del radicalismo, obviamente todo el peronismo, no le van a dar los votos, ¿cómo lo van a hacer? Además, es cómico que Labraña diga que inventó la cifra de los 30 mil desaparecidos y afirmó que fue un negocio para cobrar dinero, pero terminan diciendo que hace falta una reparación equivalente para los militares, o sea, parece que ellos quieren un negocio. Es de una inconsistencia llamativa esa pieza audiovisual.
La creciente tensión entre Villarruel y Milei
Victoria Villarruel dejó varias definiciones en una entrevista el día jueves, ¿qué impresión te dejó? ¿Hay mucha tensión entre Milei y ella?
Es una persona sutil e inteligente, nada que ver con la tosquedad de Patricia Bullrich o Luis Petri. Por este motivo, cuando la Corte convalidó la nulidad de las leyes de Punto Final, Obediencia Debida y luego los indultos (a raíz de una presentación que hicimos desde el CELS), Villarruel dejó de reclamar la libertad de los detenidos por los crímenes de lesa humanidad y puso el acento en el castigo a los guerrilleros. Y eso fue una muestra de inteligencia de su parte, porque ve que se cierra un camino y trata de abrir otro. Ella representa (mucho mejor que Bullrich, Milei o Petri) el ánimo predominante en las FFAA, que no quieren verse involucradas en tareas policiales nuevamente.
Además, es ingeniosa y lo ninguneó al Presidente de una manera tremenda, ya que Milei quiere parecerse a Apolo, pero Villarruel lo llama jamoncito. Un apodo que no se va a poder sacar nunca.
Alejandro Gomel: ¿Hay un posible enfrentamiento que puede ir creciendo con el tiempo entre Milei y Villarruel o simplemente se complementan y pueden actuar así a lo largo del mandato?
Las dos opciones son correctas.
AG: ¿Ella lo quiere desplazar de la presidencia?
No, eso es entrar en una adivinación, que no es mi especialidad. Ahora, en esa entrevista ella dijo que considera la posibilidad de ser presidenta, aunque no dijo cuándo ni cómo. Y no soy yo quien va a llenar ese vacío que dejó ella en la entrevista, pregúntenselo a ella eso.
¿Qué hay detrás de la foto de Petri con las esposas de condenados por lesa humanidad?
Claudio Mardones: En esa entrevista ella habla por primera vez, luego de asumir la vicepresidencia y, un día después de la conferencia de Bullrich y Petri, plantea una postura opuesta respecto a la intervención de las Fuerzas Armadas en temas de seguridad interior. Además, no hay que perder de vista que con el traje de vicepresidenta ha dado un salto como vocera del mundo uniformado, cuando antes lo más cercano a eso era Bullrich. ¿Cómo evolucionará esa diferencia en el seno del Gobierno, respecto a esta política para las FFAA y para las Fuerzas de Seguridad?
No sé si realmente existía una conexión empática entre Bullrich y las Fuerzas Armadas. Aunque Patricia Bullrich podría haber aspirado a cultivar esa relación, queda en duda si esta aspiración se tradujo en una realidad tangible. La dinámica entre Bullrich y las Fuerzas Armadas es una incógnita que requiere un análisis más profundo para comprender su verdadera naturaleza y alcance.
Por otro lado, la entrevista entre Villarruel y Goldfarb (Jonatan Viale) revela una situación interesante y hasta cómica en su organización. Dentro del Grupo Clarín, Goldfarb emerge como un ferviente defensor de Milei en la Presidencia, a pesar de las críticas del Presidente hacia el mismo grupo. La intención de Goldfarb durante la entrevista parece ser la de alinear a Villarruel con las posturas de Milei pero, paradójicamente, ella opta por mostrar una posición opuesta. Este giro inesperado resalta tanto la astucia de ella como la falta de previsión y estupidez por parte del entrevistador. De esta forma, como decía Paco Urondo, “le sale el culo por la tiranta”. La evolución de este escenario queda por verse, y será interesante observar cómo se desarrollan los eventos posteriores.
Por otro lado, la reunión organizada por Petri con las esposas de cuatro militares condenados, difundida posteriormente por Cecilia Pando, revela un aspecto oscuro y perturbador. Pese a que Pando blureó las caras de estas mujeres, una excelente colega nuestra como Luciana Bertoia, consiguió la foto original y tres de los cuatro nombres.
Por mi parte agregué el nombre de la cuarta y conté lo que hicieron los esposos de esas mujeres. Una es la esposa de Ernesto Guillermo “El Nabo” Barreiro, jefe de torturadores del campo de concentración La Perla, y quien desató el alzamiento de la Semana Santa en 1987 al negarse a presentarse ante una situación judicial.
Otra es la esposa de “Chancaca” Martínez Segón, condenado por la masacre de Margarita Belén. Hay un testimonio de un exdiputado radical, que era uno de los presos políticos pero no militante de una organización armada, que cuenta cómo los torturaron y los atontaron a golpes antes de cargarlos en el camión con el cual los llevaron hasta Margarita Belén y los asesinaron.
Y un miembro de la CONADEP, que se llamaba Edwin Tissenbaum, grabó un testimonio de un parapolicial, Ruiz Villasuso, que había sido herido por un policía que quiso matarlo para que no testimoniara, justamente. Y Tissenbaum fue a la terapia intensiva con un médico y con un abogado que certificaron la lucidez del testigo. Ahí Ruiz Villasuso señaló directamente a Martínez Segón como uno de los asesinos.
Otra de las mujeres es la esposa de otro de los condenados por Margarita Belén, que se llama Athos Renés. Ahora bien, la hija de Athos Renés, que está en la foto con Petri, es la esposa de su viceministro de Defensa, el general Claudio Pasqualini, quien está dentro del grupo Pando reivindicando la dictadura.
Y la cuarta es la esposa de Carlos Esteban Pla, quien era subjefe de policía de San Luis durante la dictadura y un amigo mío de adolescencia. Éramos compañeros, íbamos a bailar, jugábamos al básquet y al rugby juntos. Me cuesta identificar esa imagen que yo tengo de Carlitos Pla con la descripción que hace el chofer de la policía.
El chofer que él tenía declara en la causa judicial que secuestraron a la estudiante Graciela Fiochetti y dice que “estaba con las manos atrás, con la venda en los ojos, le metían la cabeza en un tacho de agua, la bajaron del cabello a las trompadas y a las patadas. Entre sollozos decía que no sabía nada, estaba desnuda con las manos atadas en la espalda. Había sido violada, no por un hombre, sino que le habían introducido una manguera o una goma. Estaba llena de sangre”.
Y días después va en su auto, llevan a Graciela Fiochetti y a otro muchacho en otro coche a un descampado y el capitán Pla les grita, “¿van a hablar o no van a hablar? Esto no va más” y le pega un tiro a Fiochetti en la nuca. Luego se exhumaron restos que habían sido enterrados como NN y se confirmó que era efectivamente ella.
Yo cuento esto porque el argumento, en el cual de alguna manera coinciden tanto Milei, como Villarruel, Petri y Bullrich, es que hubo una guerra. Bueno, esta fue la guerra. Esto es lo que hicieron. Porque si no, se habla en abstracto. Y esto no es abstracto, esto es muy concreto.
Yo quiero leerles un párrafo del fallo de la Cámara Federal de 1985 en el juicio a los ex comandantes, que fue un juicio en el que Ricardo Gil Lavedra, hablando de sí mismo, llamó los “hombres grises, ya que no eran militantes y habían sido funcionarios de la dictadura juzgados con el Código Penal”.
En este párrafo decía lo siguiente: “Se han examinado las acciones delictivas a la luz de diversas justificaciones legales y éticas, incluyendo el Código Penal, la antijuridicidad material y el exceso. Se han considerado diferentes contextos como la guerra civil, internacional y revolucionaria subversiva, así como las disposiciones del derecho nacional e internacional, las reglas de los agentes del derecho y opiniones de expertos en derecho constitucional e internacional”.
“Sin embargo, no se encontró ninguna justificación válida para los actos de homicidio, tortura, robo, daño indiscriminado y privación ilegal de la libertad en las leyes, normas éticas o religiosas. Por lo tanto, los hechos juzgados son considerados antijurídicos según el derecho argentino, contravienen principios éticos y religiosos, y no son un medio legítimo para un fin justo”. Eso es el juicio de los “hombres grises” de la Justicia argentina, que aplicaron la legislación argentina, sobre lo que del otro lado llaman la guerra.
El PRO que se viene
El 63% de los desaparecidos fue llevado mientras estaban durmiendo en su casa. Por eso nos preguntamos qué tipo de guerra es esa en la que la mayoría de un bando caen durmiendo en sus domicilios. Siguiendo con las disonancias en el Gobierno y en el acomodamiento de una oposición: ¿Cómo ves el PRO ahora que está presidido por Macri?¿Las tensiones internas entre el ex mandatario, Bullrich y eventualmente los que no son halcones, terminará produciendo un efecto en el futuro de ese partido?
Es difícil saberlo, está claro que Macri pretendía ser el gran organizador, el gran líder, y que Bullrich le dobló el brazo y lo obligó a compartir la conducción del partido. Macri es el presidente, cosa que ella claramente no podía hacer, además porque es ministra del gobierno de otro partido, pero le puso en la vicepresidencia a un hombre propio de ella que Macri no quería.
De modo que ahí hay un tema abierto que habrá que ver cómo evoluciona. Macri tiene una idea de sí mismo que la realidad no parece consentir, mientras que Bullrich tiene en este momento un alto grado de popularidad, es la persona con mayores índices de aceptación de todo el gobierno, y sus índices de aceptación son parecidos a los de Galtieri en el mes de abril de 1982.