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Cristian Ritondo: “El PRO tiene que hacer una autocrítica y luego abrir el partido”

El jefe de bloque del PRO en diputados afirma que nadie monopoliza la voz opositora y pide sesionar en el Congreso. Elogios a Vidal, Monzó y defensa de Macri. “Somos una oposición constructiva”, dice en una charla con Ezequiel Spillman para Perfil.

¿Le da temor la relajación de la cuarentena?

Sin duda la cuarentena lleva mucho tiempo. La pandemia, en lo que tiene que ver con la salud, no se ha desbordado como en otros países. Pero causó un problema económico muy complicado. La salida tiene que ver con lo anímico, con la convivencia, pero también con pensar en el sostenimiento de las empresas y el trabajo formal. Para algunas empresas, va a ser muy difícil. Hay sectores muy perjudicados, como el gastronómico, el turismo, entre otros.

¿Presentó un proyecto con un grupo de diputados para informar sobre el reparto de insumos?

Sí. En muchos casos los insumos no están llegando. Hay intendentes del interior bonaerense donde no llegaron insumos o llegaron en una cantidad menor a lo que necesitaban para equipar a los médicos, como barbijos, trajes, etcétera.

¿Debería haber más controles a las compras del Gobierno nacional tras el escándalo con los alimentos en Desarrollo Social?

La denuncia llegó justo a parar esa licitación. El presidente nos ofreció armar una comisión, y hay un proyecto de la Coalición Cívica para controlar las compras. En la emergencia, hay quienes se cartelizan y terminan perjudicando al Estado.

¿El ministro Daniel Arroyo debería haber renunciado?

No, no creo. No lo afectó la compra. Está haciendo un gran esfuerzo donde hay una necesidad de comida y de ayuda social. Es fundamental que se llegue con esos recursos a los sectores más vulnerables donde el aislamiento es más difícil, donde viven en lugares hacinados, sin veredas y calles, donde no hay cloacas.

¿Qué pasó con el sistema para sesionar en el Congreso y las fallas que tuvo?

Era un sistema de prueba. Desde hace tiempo que insistimos en sesionar. Es uno de los tres poderes del Estado y donde la oposición tiene concentrado su peso político. No solo por el control sino para discutir proyectos nuestros y del Ejecutivo. Se trabajó con un sistema electrónico. No funcionó aún. Ahora se está capacitando y se están haciendo nuevas pruebas. En todo caso, que sea mayormente presencial y que haya algunos de manera virtual. Necesitamos salir rápido de esta situación. La prueba no estuvo a la altura de circunstancia. Hemos pedido a Sergio Massa que podamos sesionar la semana que viene.

¿Qué posición tiene con el impuesto a las grandes fortunas?

No está presentado. No queremos dar una opinión de algo que no existe. Soy contrario a un aumento de impuestos. Necesitamos que quienes tengan liquidez apuesten a sostener el trabajo formal. Hoy un impuesto quita posibilidades. Además, los impuestos terminan siempre siendo para toda la vida. Hay que ser más ingeniosos.

¿No hay mucha tensión al interior del bloque del PRO?

Es que no hay un pensamiento único. Desde su formación en el PRO hubo distintas visiones. Pero el bloque ha votado de forma uniforme. El PRO debe ir a una política más abierta. Así como la pandemia va a traer cambios, también en lo político, el PRO tiene que hacer una autocrítica y luego abrir el partido. No hay una voz única. Estamos en deuda con una autocrítica sana, aunque cada tenga su opinión, de lo que nos pasó para saber cómo seguir para el futuro. Juntos por el Cambio tiene una cantidad de dirigentes importantes como María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Emilio Monzó, Diego Santilli, Martín Lousteau, Maxi (Ferraro, de la Coalición Cívica), Paula (Oliveto, de la CC).También tenemos una generación de intendentes como Jorge Macri, Julio Garro, Néstor Grindetti. Pero repito: el PRO tiene, y necesita, abrirse. Y pretender que alguien de Juntos por el Cambio monopolice la voz opositora es desconocer cómo funciona nuestro espacio.

¿Pero no teme que se rompa en algún momento el bloque del PRO?

No. Todos tienen la responsabilidad de entender que la libertad y la diversidad es muy importante. Si todos pensáramos igual sería más fácil. Todos entendemos que la discusión es adentro, como en todas las coaliciones políticas. Es más fácil conducir algo uniforme.

¿No lo incomodan las posiciones más extremas?

No. Las tensiones existen. Hace cuatro meses terminamos de ser Gobierno, nos sorprendió la pandemia, donde no hay manuales. Tenemos que ser, como dijeron Mauricio Macri, Vidal y Larreta, una oposición constructiva, moderada, sin perder los valores y generando consensos. Entendemos que hay un proceso político condicionado por la pandemia. Esas tensiones son lógicas para encontrar la posición como espacio opositor. Por eso, cuando hablamos de generar acuerdos, estamos diciendo que la realidad nos señala un camino alejado de las confrontaciones. Superar las diferencias con propuestas, con nuevas ideas y con espíritu colaborativo. Sabemos que el Presidente y todos los niveles de Gobierno que responde al oficialismo tienen buenas intenciones y nosotros los acompañamos desde nuestras discrepancias. Es un momento de dialogar mucho, de escucharnos, de postergar especulaciones pequeñas de la política partidaria, sabiendo que del intercambio de ideas podemos solucionar lo que nos falta y la sociedad reclama. Nosotros no ponemos palos en la rueda ni tiramos piedras. Somos una oposición constructiva.

¿Macri está moderado?

Macri ha planteado su preocupación sobre lo que pasa. Ve lo que pasa en el mundo y lógicamente lo preocupa y lo ocupa. Pero entendiendo la experiencia de haber estado en el Ejecutivo.

¿El interbloque con la UCR y la Coalición Cívica funciona bien?

Sí, funciona bien. Cada bloque tiene distintos sectores, que se complementan, pero sin dudas con Maxi (Ferraro) y Mario (Negri, de la UCR) estamos funcionando bien. Hasta ahora el desafío de mantener la unidad se está cumpliendo. Negri tiene al presidente de su partido como diputado, Alfredo Cornejo. Hay nombres de mucho peso político. Hay a veces distintas visiones pero hemos podido abordar todo en conjunto.

¿Carrió y la Coalición Cívica tiran de la cuerda para radicalizar la oposición?

No. Están en una etapa de mucha responsabilidad institucional. Es un placer trabajar con ellos. Con muchos compartí años en la Legislatura porteña. Son un muy buen equipo.

¿Vidal sigue activa?

Sí, claro que sí. Tenemos reuniones permanentes con ella. Está asesorando a los municipios y a la Ciudad con temas sociales. En este trabajo de colaboración también está ayudando a organizaciones sociales y ONG en distintos puntos del conurbano. Ha hecho una campaña para que se hagan donaciones. Está preocupada por la generación de nuevos pobres en la Argentina. Porque todos puedan volver al sistema y no se caigan.

¿Larreta está demasiado cerca del presidente Alberto Fernández?

Por el crecimiento de la pandemia, la Ciudad es uno de los lugares más complicados, donde se ha extendido. La Ciudad tiene que estar compartiendo con el Gobierno nacional las decisiones. El rol de Horacio es el que tiene q tener. No hay un libro sobre cómo tiene que actuar la oposición en esto. La Ciudad tiene un gran ministro de salud (Fernán Quirós) que entiende lo que está pasando.

¿El presidente está llevando bien la crisis?

No hay un manual. Hay momentos donde el presidente hace bien las cosas, cuando se muestra con la oposición trabajando políticas de Estado. Y otro que se equivoca con críticas. Por ejemplo a Jonatan Viale o con cuestiones de ataque a la oposición que están de más. El presidente debe estar ocupado en solucionar la pandemia. No tiene una oposición que tire piedras, sino dispuesta a sesionar, y con la Ciudad, los gobernadores y los intendentes conmo aliados. Es una Argentina atípica en esto, es para aprovechar.