Nicolás Nardelli, uno de los dueños de la cerealera santafesina Vicentin, fue hallado sin vida durante la noche de este miércoles en una vivienda de Campo Timbó. Interviene en el caso la Fiscalía de San Lorenzo, en tanto que el cuerpo será enviado a autopsia para las diligencias pertinentes.

De acuerdo a las primeras versiones de los medios locales, el hombre de 37 años se habría suicidado, aunque este dato no fue confirmado aún por los efectivos policiales que intervienen en el caso. La noticia sacudió a la región durante las últimas horas, dado que se trata de uno de los directivos de la firma de productos primarios de exportación más importantes de la provincia y del país.

“Nuestro acompañamiento en este momento de profundo e inenarrable dolor para la familia de Gustavo Nardelli, ex gerente de Terminal Puerto Rosario como representante de Vicentin por el suicidio de su hijo más chico, Nicolás”, envió sus condolencias el diputado por el Frente Social y Popular de Santa Fe Carlos Del Frade. “Las personas que lo conocieron y trabajaron con él están conmovidas porque entendían que su personalidad distaba mucho del potencial perfil de un suicida”, agregó Del Frade para quien esta noticia “pone en evidencia situaciones de profunda tensión en el interior de las principales familias que componen el núcleo del consorcio Vicentin”. 

Maniobras de vaciamiento

La noticia de la muerte de uno de los dueños de Vicentín sacudió a la región. La empresa, que entró en default en diciembre de 2019 y está en concurso de acreedores desde marzo de 2020, había solicitado que el plazo para negociar sus deudas se extendiera hasta el 31 de marzo del año que viene.

El mes pasado el juez Fabián Lorenzini le concedió a la agroexportadora una prórroga por tres meses para que presente una propuesta de pago a sus acreedores y avance en la posible venta de activos que negocia con tres inversores.

El principal acreedor individual de Vicentin SAIC es el Banco de la Nación Argentina (BNA), que verificó créditos por U$S 300 millones, mientras que el conjunto de bancos extranjeros que prefinanciaba las exportaciones del grupo reclama U$S 500 millones.

Una investigación encargada por el directorio del Banco Nación planteó la sospecha de “maniobras de vaciamiento” y encubrimiento de fuga de capitales en la operatoria de Vicentin, utilizando incluso fondos públicos para su ejecución. Estas irregularidades salieron a la luz en el informe pedido por el juez comercial del concurso de acreedores de Vicentin SAIC, donde se probó que exisiteron irregularidades tales como sobreendeudamiento autoinfrigido, desvío de recursos a empresas satélite y aumentos en el giro de negocios pero cada vez con un menor margen de utilidad.