La noticia no tomó desprevenido a nadie. El gobernador Oscar Herrea Ahuad decretó esta semana que las elecciones legislativas provinciales serán el próximo 6 de junio. Era una decisión ya tomada. Con ella, la Renovación cerró un círculo que se había abierto unos pocos días antes, con otro anuncio de alto impacto: las salidas de Luis Lichowski y Rafael Morgenstern de sus respectivos cargos al frente de las carteras de Industria y de Deportes.
Carlos Rovira no podía comenzar el año electoral sin antes ordenar el frente interno. Por eso, los cambios en el gabinete provincial no solo significaron el pase a la primera línea de la gestión de dos funcionarios de estrecha confianza de Herrera Ahuad, como son el empresario Nicolás Trevisán y el profesor de educación física Héctor Corti. Sobre todo, buscaron oxigenar el escenario después de varios escándalos y promesas incumplidas.
A las puertas de una campaña atípica, Misiones se convirtió, después de Salta, en la segunda provincia en confirmar la fecha de sus comicios. Pese a lo que se pueda pensar, el adelantamiento del calendario electoral trasciende cualquier posible rencor hacia Alberto Fernández. Es algo que, en la tierra colorada, ya se volvió una costumbre. Sin ir más lejos, en la última década, las elecciones unificadas se dieron únicamente dos veces, en 2015 y en 2017.
Pero no todo es agenda local. La larga marcha hacia junio comenzará también a despejar una de las incógnitas que más inquieta al establishment político misionero: quiénes serán los candidatos a diputados nacionales por las distintas fuerzas. Son tres las bancas que se renuevan para la provincia en la Cámara baja este 2021. La Renovación pone en juego dos y el radicalismo, una.
En ese sentido, algunos esperan que se confirme lo que es vox populi desde hace meses: que Hugo Passalacqua será quien encabece la lista misionerista. El exgobernador es una de las pocas figuras renovadoras que cuenta con un capital político propio para nada desdeñable. Y si bien sus pretensiones van más allá de las de ocupar un asiento en el Congreso, ir primero en la boleta sería una propuesta muy difícil de rechazar.
Roscas
Hay otros nombres que también suenan por lo bajo. Uno es el del legislador provincial Martín Cesino. El otro, el de la ministra de Desarrollo Social, Benilda Dammer. Hace tiempo que las mujeres renovadoras pujan por un mayor protagonismo en las estructuras de poder. Además, con el mandato cumplido de Flavia Morales, el cupo femenino en el bloque misionerista quedaría vacante. Son factores que hacen de Dammer una figura atractiva. “En la Renovación los clavos se sacan hacia arriba”, deslizó una fuente discreta.
El otro diputado nacional que, junto con Morales y Ricardo Wellbach, deberá ceder su lugar a fin de año es el radical Luis Pastori. En la UCR prima la incertidumbre. Todo indicaría que las candidaturas se dirimirán en una interna entre Gustavo González, Martín Arjol y Ariel “Pepe” Pianesi. Los tres terminan sus respectivos mandatos provinciales. Arjol, en el Concejo Deliberantes. González y Pianesi, en la Legislatura. Sin embargo, están quienes insisten en que no hay que dar por jubilado a Pastori. Ni tampoco ignorar las intenciones del PRO, el aliado inevitable.
Por su parte, en el Frente de Todos, las aguas parecen haberse aquietado. Cristina Britez y Héctor “Cacho” Bárbaro firmaron el armisticio esta semana, cuando dieron una señal de unidad al volver a mostrarse juntos después de meses. Es que, a lo largo del último año, el referente del PAyS sufrió incontables desplantes de parte de la líder de La Cámpora misionera. La conformación de las listas dirá el resto. En el kirchnerismo local siguen expectantes lo que vaya a suceder el próximo 14 de marzo, cuando se realicen las internas del PJ.
En el PAyS todavía no se recuperan del golpe que significó el garrochazo hacia las filas renovadoras del intendente de San Vicente, Fabián Rodríguez. Quien habló del tema esta semana fue Isaac Lenguaza. En diálogo con Radio News, Lenguaza no solo confirmó la estrategia electoral de no romper el Frente de Todos, sino que dejó una definición que pinta de cuerpo entero a la fuerza política que conduce Bárbaro: “Si nos tiran piedras, también vamos a tener que tirar piedras, en el sentido político”. Valga la aclaración.
Pescador
Las renuncias de Lichowski y Morgenstern alimentaron todo tipo de suspicacias. No faltaron los que vieron en ellas un mensaje más o menos explícito para Passalacqua. A los dos funcionarios salientes siempre se los vinculó con su figura. ¿Un tirón de oreja por algún movimiento de más? ¿Será Trevisán, en su papel de novel ministro de Industria, el encargado de despassalacquizar la cartera creada por el exgobernador en 2015? Habladurías.
Las repercusiones nacionales de la denuncia contra Morgenstern por las “autocompras” realizadas por el Ministerio de Deportes a una empresa propiedad de un familiar suyo, automáticamente eyectaron al piloto automovilístico de su cargo. Fue, de todas maneras, un affaire controlado. Y la excusa perfecta que encontraron en la Renovación para continuar con los retoques.
A diferencia de Morgenstern, el desgaste de Lichowski se dio en cámara lenta. A la denuncia penal en su contra por un supuesto pedido de coimas a un empresario, se sumaron sus reiterados anuncios inconclusos de rehabilitar los puertos de Posadas y Santa Ana. Aunque sus problemas podrían haber sido peores si aceptaba la concesión del grupo paraguayo Fénix. El holding, como dio a conocer un informe periodístico de Fernando Oz de 2018, estaba bajo la lupa de la DEA por presuntas vinculaciones con el narcotráfico.
Mientras tanto, Trevisán esperaba agazapo su momento. Su vertiginoso ascenso en el juego renovador es un dato que no puede soslayarse. El extitular de la Cámara de Comercio de Posadas había sido designado al frente de la Subsecretaría de Integración Tecnológica hace apenas dos meses atrás. “La persona acostumbrada a hacer negocios es como el pescador con su espinel: coloca múltiples anzuelos y luego los va revisando; uno o tal vez dos de muchos son los que van a picar. Pero el rédito del que pica por ahí compensa la pérdida de los demás”, había definido en una entrevista en 2014. La caña siempre lista.
Rovira es experto en manejar el timing electoral. El cambio de nombres en el gabinete provincial llegó en el momento justo. Ni antes, ni después. Sin embargo, no deja de llamar la atención la buena suerte con la que cuentan algunos de sus miembros más cuestionados. Es el caso del ministro del Cambio Climático, Patricio Lombardi. Los bonos verdes siguen siendo una promesa. Y desastres ecológicos como el de Garuhapé exponen las improvisaciones de una política oficial que, en verdad, trascienden al propio Lombardi. Son temas que la campaña no debería poder ignorar.
Por Pedro Lacour para Misiones Para Todos