Un ministro declaró ante el Parlamento que, aunque el Gobierno tiene un contrato con la empresa israelí de soluciones cibernéticas Paragon, no se ha extralimitado en el uso de la tecnología de software espía.
El Gobierno de Italia ha negado haber utilizado tecnología de vigilancia de grado militar para espiar ilegalmente a periodistas y activistas por los derechos de las personas migrantes, pero ha afirmado que cooperará con una investigación sobre “vulnerabilidades” digitales después de que al menos siete teléfonos móviles italianos fueran aparentemente hackeados con programas espía.
La noticia saltó por primera vez el 31 de enero, cuando el servicio de mensajería WhatsApp de Meta informó a decenas de personas de toda la UE de que sus dispositivos habían sido atacados con software de Paragon Solutions, una empresa israelí de cibertecnología.
En un comunicado, WhatsApp dijo que había desbaratado “una campaña de spyware de Paragon dirigida a varios usuarios, entre ellos periodistas y miembros de la sociedad civil“.
El Gobierno dice que las autoridades judiciales deben “averiguar el origen de las vulnerabilidades”
Después de que el periódico ‘The Guardian’ informara del incidente de pirateo, el Gobierno italiano confirmó el pasado miércoles que al menos siete móviles italianos estaban implicados y que había ordenado a la Agencia Nacional de Ciberseguridad que investigara
En una comparecencia ante la Cámara Baja del Parlamento, el Ministro del Gabinete, Luca Ciriani, confirmó que el Gobierno italiano tiene desde hace tiempo un contrato con Paragon Solutions para la tecnología de recopilación de información que puede ayudar a luchar contra el terrorismo y otras amenazas a la seguridad nacional.
Sin embargo, insistió en que la ley de privacidad se respetaba “rigurosamente” y negó que el Gobierno hubiera usado la tecnología para espiar ilegalmente a periodistas. También amenazó con emprender acciones legales contra cualquier afirmación en sentido contrario.
“En cualquier caso, corresponde a las autoridades judiciales averiguar el origen de las vulnerabilidades que se han alegado”, dijo, y añadió que los servicios de Inteligencia italianos “están dispuestos a prestar todo su apoyo”.
Periodismo y activismo, en el punto de mira del espionaje
Entre los italianos en el punto de mira se encuentran Luca Casarini, responsable del grupo de rescate de migrantes Mediterranea Saving Humans, y Francesco Cancellato, editor del portal de noticias ‘Fanpage’, ambos críticos con el Gobierno.
Los dos confirmaron el miércoles en sendas entrevistas que el 31 de enero WhatsApp les informó de que sus teléfonos habían sido infectados con un programa espía. El mensaje que recibieron de WhatsApp les sugería que se pusieran en contacto con Citizen Lab, un laboratorio de la Escuela Munk de la Universidad de Toronto que durante años ha desempeñado un papel destacado en la denuncia de piratas informáticos respaldados por Estados en todo el mundo.
Cancellato dijo que creía que había sido blanco de piratas informáticos que querían ver qué temas de investigación estaba desarrollando ‘Fanpage’. El portal ha publicado anteriormente reportajes encubiertos sobre la rama juvenil del partido de extrema derecha de la primera ministra Giorgia Meloni, Hermanos de Italia, en los que sus periodistas sacaron a la luz comportamientos neofascistas.
Casarini, por su parte, dirige un grupo de ayuda que rescata a personas en el Mediterráneo. En el pasado ha criticado el apoyo del Gobierno italiano a las patrullas libias en sus costas para impedir que las embarcaciones de contrabando de personas crucen el mar.
Por Andrew Naughtie -EuroNews