Asociaciones de consumidores le han pedido a los italianos que no compren pasta en los supermercados del 22 al 29 de junio debido a su precio.
Italia, el país del mundo que ama a la pasta quiere darle batalla a los aumentos de precios. Ahora, las asociaciones de consumidores han realizado un llamado a la población para que dejen de consumir este alimento frente a lo que llaman “precios desproporcionados”.
Como está sucediendo con otros países de Europa, los italianos sufren de lleno la inflación, con un aumento del 12% en los productos alimenticios y del 20% en la pasta.
Y a diferencia de las medidas que encaró el Gobierno de Emmanuel Macron que definió un “escudo tarifario” o “trimestre antiinflacionista” para combatir la subida de precios, el gobierno italiano decidió no intervenir en los precios de los alimentos.
Según la asociación de consumidores Assoutenti, subraya el diario francés Le Parisien, las familias italianas de cuatro miembros gastan actualmente una media de 7.690 euros al año, frente a los 6.775 euros anteriores.
“Fuera de toda proporción”
Las asociaciones de consumidores italianas vienen denunciando abusos de distribuidores y locales, que aprovechan el contexto económico. “El precio de la pasta está fuera de toda proporción con los costes de producción”, ha declarado Furio Truzzi, el presidente de Assoutenti, en declaraciones recogidas por Euronews.
De hecho, el precio de este alimento indisolublemente ligado a Italia podría haber bajado como consecuencia de la caída del precio del trigo, pero no es el caso.
Por su parte, los fabricantes se defienden explicando que el precio del trigo no es el único factor que influye en el precio de la pasta, sino que también han subido los costes de la energía, el envasado y el transporte.
Tal como relata el portal RFI, el objetivo de la huelga es ver si el boicot hará bajar los precios.