El médico reasumió como gobernador de Tucumán. Lo celebraron Wado y cinco pares de la región. En la fórmula para mayo va segundo, pero manda él.
Lo que podría haber sido nada más que una actividad protocolar de reasunción de funciones mutó a una demostración de poder del ahora de nuevo gobernador de Tucumán, Juan Manzur, y del vicegobernador Osvaldo Jaldo, que hasta el mediodía de este jueves 16 fungió de mandatario tucumano mientras el médico sanitarista integró el equipo de colaboradores más estrechos del Presidente Alberto Fernández, como jefe de Gabinete de Ministros, durante 18 meses. El acto que debía realizarse en la Casa de Gobierno se mudó para el mediodía al Teatro Mercedes Sosa, por la imposibilidad de que la sede del Poder Ejecutivo pudiera contener a la gran cantidad de asistentes que hubo, entre intendentes, parlamentarios y funcionarios nacionales, legisladores provinciales, concejales, y comisionados comunales, más ministros y secretarios de Estado tucumanos.NOTAS RELACIONADAS
Para demostrar que retornó con más poder, Manzur logró que lo acompañaran el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, miembro del círculo más cercano a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner; los gobernadores Raúl Jalil, de Catamarca; Gildo Insfrán, de Formosa; Ricardo Quintela, de La Rioja; Oscar Herrera Ahuad, de Misiones, y Gerardo Zamora, de Santiago del Estero, además de la vicegobernadora de La Rioja, Florencia López. Excepto Zamora y López, el resto estuvo en Tucumán desde el atardecer del miércoles y cenó en la casa de Manzur, en la ciudad de Yerba Buena, donde hubo una larga sobremesa en la que se habló de la primera reunión de la Mesa Nacional del Frente de Todos y de la necesidad de que en ese espacio las provincias tuvieran voz y voto.
El primero en hablar en el acto de este jueves fue Jaldo, quien agradeció el acompañamiento de Manzur, del Poder Ejecutivo Nacional y de los gobernadores durante su gestión de 513 días. “Juan siempre acompañó a todos los gobernadores del interior, pero fundamentalmente al de su querida provincia. Cumplió con el gobierno nacional y salió por la puerta grande de la Jefatura de Gabinete”. Mirando al mandatario tucumano, agregó: “Ya estamos con el equipo completo y tenemos una fecha: el 14 de mayo (por las elecciones provinciales). Con un peronismo unido, una vez más, los tucumanos van a decidir para que el gobierno de la provincia siga siendo conducido por el peronismo”.
Jaldo y Manzur, que ya no puede ser reelecto, integran el binomio oficialista que competirá para que el PJ continúe en la Casa de Gobierno. El exministro de Salud de la Nación presentó un recurso ante la Corte Suprema de Justicia de Tucumán para que lo autorizara a postularse para vicegobernador. El máximo tribunal accedió, por considerar que la Constitución local no lo prohíbe, más sí lo inhabilita para un tercer mandato consecutivo como jefe de Estado provincial.
Luego fue el turno del mandatario tucumano, también presidente del Partido Justicialista, que en varios pasajes deslizó que él manda en el peronismo local y puso de relieve la tarea que le tocó al vicegobernador, destacando su lealtad. “Cumplió al pie de la letra todo lo que hablamos y eso en el peronismo se llama compromiso, se llama lealtad. Él fue leal”, afirmó, dejando atrás, bien lejos, el duro enfrentamiento que mantuvieron en las urnas, en septiembre de 2021, que tuvo momentos de campaña de altísimo voltaje. Manzur ratificó, además, lo que ya había anticipado durante la visita a Tucumán del presidente Fernández: “El jefe de campaña de Jaldo Gobernador soy yo, asumo toda la responsabilidad con ganas, fuerza, entusiasmo… los quiero a todos movilizados”.
La potencia de la puesta en escena de la reasunción de Manzur debe leerse en clave de la campaña electoral local, de mayo, en la que el pueblo tucumano deberá elegir gobernador y vice, 49 bancas de la Legislatura provincial, las autoridades de 19 intendencias, 184 escaños de concejos deliberantes y 93 comisionados comunales del interior de la provincia.
Manzur y Jaldo se han propuesto lograr una victoria contundente y posible, a raíz de las divisiones en la oposición. Un triunfo holgado le garantizaría gobernabilidad al segundo, mientras que para el primero sería clave para intentar ocupar un lugar en la fórmula que ofrezca el Frente de Todos para las elecciones nacionales de octubre.
Después de la euforia del acto, una pregunta quedó flotando: ¿la paz resistirá después del 14 de mayo, si el peronismo gana, como se espera que pase, y la fórmula Jaldo al gobierno, Manzur al poder tiene que empezar a usar una sola lapicera?
Por David Correa – Letra P