El actor está tratando de acercar posiciones entre la madre y la hija de su fallecida amiga, para que puedan llegar a un acuerdo pacífico sobre el destino de sus bienes
Desde la muerte de Lisa Marie Presley, su madre Priscilla y su hija Riley Keough están envueltas en una disputa por la herencia de más de 35 millones de dólares que dejó la hija de Elvis. En las últimas horas, se conoció que este conflicto familiar tiene un mediador muy particular: John Travolta.
Según pudo saber el sitio RadarOnline, el actor está en conversaciones con las dos mujeres para que puedan llegar a un acuerdo y dejar de discutir por el dinero en cuestión. La estrella cree que es su deber ayudar a encontrar un punto medio entre las dos partes, ya que era muy cercano a Lisa Marie -se conocieron como miembros de la iglesia de la Cienciología- y es considerado por Riley como un miembro más de la familia.
Tras la muerte de la hija de la leyenda del rock, se supo que la mujer había perdido casi todos los millones que heredó de su padre y que, incluso, tenía una deuda de entre 3 y 4 millones de dólares. Sin embargo, contaba con un seguro de vida voluptuoso, que es lo que hoy está en el foco de la polémica.
Además del dinero en cuestión, Graceland, la emblemática residencia de Elvis valorada en 500 millones de dólares, pasará a ser propiedad de las tres hijas de Lisa Marie: Riley, de 33 años, y las mellizas Harley y Finley, de 14. Riley sería, según trascendió, quien salga más beneficiada del testamento, ya que su madre le habría dejado a cargo la gestión de todas sus propiedades y finanzas.
Debido a esto, Priscilla ha impugnado el testamento que su hija dejó en 2016, alegando presuntas irregularidades en los documentos. Según los documentos legales a los que han tenido acceso algunos medios, la viuda del Rey del rock expresó que “hay muchos problemas en torno a la autenticidad de la firma y validez de la enmienda que se hizo en 2016″. La mujer alega que la firma parece “inconsistente con su firma habitual”, además de señalar las faltas de ortografía a la hora de escribir su nombre. Priscilla también reclama que este cambio nunca le fue notificado ni le fue entregado un escrito, tal y como exigen los términos del fideicomiso. La idea de la viuda de Elvis es continuar siendo la gestora del patrimonio junto a su nieta.
La herencia en disputa
Fue en 1959 cuando Elvis, que ya era una superestrella del rock and roll, conoció a Priscilla, una jovencita de tan sólo 14 años, y se enamoró de ella por completo. Tres años después, ella se mudó a Memphis y en 1967 se casaron. Nueve meses después de dar el sí, Lisa Marie llegó a sus vidas.
El matrimonio perduró hasta 1973 y la pequeña se mudó con su madre a Los Ángeles, aunque visitaba regularmente a su padre. “Ella reinó en Graceland a los 6, 7 años. Elvis la malcrió. Solía decir: ‘Mira, no quiero acumular este dinero’. Era conocido por dar muchos regalos, y no pensaba en la longevidad o la vejez”, dijo el agente de talentos Jerry Schilling.
Cuando Elvis murió en 1977, su patrimonio ascendía a los 5 millones de dólares. Su testamento nombró a su padre, Vernon, y a su hija Lisa Marie, de 9 años, como sus herederos. Sin embargo, cuando Vernon murió en 1979, todo pasó a manos de Priscilla, quien se convirtió en la encargada de custodiar el dinero hasta que Lisa Marie cumpliera 25 años.
“Puedo asegurarles que, en los últimos siete años de la vida de Lisa, nunca discutió con Priscilla acerca de ningún negocio. Ella quería que cada uno de sus cuatro hijos tuviera el 5 por ciento de la herencia”, aclaró una amiga de Presley. Y agregó: “Priscilla no quiere que Riley esté únicamente a cargo, porque entonces no tiene voz. Mientras tanto, Riley no quiere que Priscilla se meta”, agregó. “Es una situación muy triste. Riley se sorprende de que Priscilla esté impugnando la enmienda”, remató la testigo dando cuenta del panorama familiar que atraviesan por estos días.