Su narración más famosa tiene 1200 páginas pero ni un solo punto: este vanguardista noruego nacido en 1959 es el ganador del Premio literario anual más esperado en el mundo. “En su teatro y su ficción dio voz a lo indecible”, dictaminó la Academia Sueca. Un Nobel diferente, que vindica la literatura experimental, “que quiere ser literatura y nada más”, agradeció Fosse.
En el diario mejor leído y de mayor circulación en el Reino de Noruega, el crítico y reseñista bibliográfico titular de la sección Cultura se exalta literario y patriótico: “Es un gran, gran, gran día de la literatura noruega”, publica Sindre Hovdenakk en Verdens Gang (VG). Noventa y cinco años después que la noruega Sigrid Undset, el 5 de octubre de 2023 el noruego Jon Fosse fue declarado Premio Nobel de Literatura.Annie Ernaux, la que ganó antes el Nobel
Una fina elección según los medios masivos, un anuncio muy popular entre las élites
Como en el caso de 2022, cuando se anunció el Premio para la novelista francesa Annie Ernaux, también en 2023 el anuncio de la opción de la Academia Sueca por el artístico Jon Fosse fue recibido de inmediato con beneplácito por la prensa y los medios occidentales. (Aunque acaso con un grado de entusiasmo ligeramente inferior).
Contando a Fosse, son cuatro los Nobel literarios que han favorecido a Noruega desde 1901. “Cómo me gustaría que esto creara un renovado interés, más grande, por la literatura noruega, se entusiasma de nuevo, se entusiasma más, el crítico titular Sindre Hovdenakk.
El primer ministro noruego Jonas Gahr Støre, líder del Partido Laborista, de centro-izquierda, reaccionó en la red antes conocida como Twitter. Saludó en X “el hermoso reconocimiento que se hacía a la obra de un autor excepcional que impresiona y connmueve en todo el mundo. ¡Y toda Noruega se regocija hoy de puro orgullo!”.
Desde hace al menos un decenio, Jon Fosse era una figura inalterada en su constancia entre los primeros puestos de aspirantes a recibir el Nobel. Siempre atento a las glorias, el diario español El País anoticia que “en su país natal, Fosse es considerado una gloria nacional, que rivaliza con otros autores de renombre como Jo Nesbo o Karl Ove Knausgard”,
Como la novelista y militante feminista y antinazi ganadora en 1929 y exiliada en 1940 cuando las fuerzas del Tercer Reich invadieron Noruega, Jon Fosse es un converso al catolicismo, una minoría religiosa en una Monarquía protestante y luterana. Como ella, Fosse compone largos ciclos narrativos integrados por varias partes sucesivas pero contrastantes. Como ella, encuentra sus temas mayores en la soledad, la vida y la muerte, Dios, la pintura, el sentido del arte y del tiempo.
Del penúltimo Nobel noruego a este último: de la novelista perseguida y exiliada al varón polígrafo y prolífico
A diferencia de lo que ocurría en los tiempos de Sigrid Undset, cuando Noruega era uno de los países más pobres del mundo, ‘expulsivo’ de migrantes. Hoy la población de cinco millones de habitantes de este Reino escandinavo, gracias a la explotación del petróleo off-shore, es de las más ricas del planeta. El Reino puede dar la espalda al Banco Central de Frankfurt y al euro, y ha retenido a la corona como moneda nacional.
Hoy la Corona, a diferencia de la de la Segunda Guerra Mundial, tan amigable con el hitlerismo, es amistosa con las letras. Fosse vive en una residencia real. Cuando Undset regresó del exilio en 1945, ya no pudo escribir más, hasta su muerte en 1949.
A diferencia de Undset, Fosse ha escrito y publicado sin interrupción. También poesías, canciones, literatura infantil, traducciones. A sus 64 años, mirando retrospectivamente, el volumen mayor de la obra desarrollada en los años centrales de su vida, las décadas de 1980 y de 1990, corresponde a su producción dramatúrgica, teatral, escénica, musical, de artes de la performance y del espectáculo. Sus libros están traducidos a más de 50 idiomas (proporcionalmente, resulta más reducido el número de traducciones al castellano comparado con otras lenguas europeas). Desde 1991, más de mil teatros en el mundo han ofrecido puestas de los dramas de Fosse.
Viaje al fin de la noche
Es habitual la comparación de Jon Fosse con otro vanguardista que ganó el Premio Nobel: el irlandés de expresión francesa Samuel Beckett, el autor de Esperando a Godot, el adalid de ese teatro que fue llamado -no por él- “del absurdo”. En las tempranas décadas de escritura, y en las de este siglo XXI, la preferencia de Fosse ha sido por la narración. En los últimos diez años, la experimentación estética se ha vuelto más general, más densa, más intensa, más extensa, más amplia, más radical y más premiada.
En 2019 Fosse visitó en la alemana Frankfurt del Meno no el Banco de Christine Lagarde sino la Feria del Libro de esta ciudad natal de Goethe. Presentó los dos primeros volúmenes de El otro nombre, su composición narrativa más ambiciosa, más difícil, más ardua, más famosa, y mejor recibida. El subtítulo Septología refiere a sus siete partes. De gran aliento, en sus 1200 páginas de estilo mimalista, de lenguaje despojado ni un solo punto desacelera la dinámica narrativa; única puntuacíón empleada, en este relato inmenso que es auténticamente una sola y única frase en expansión, son las comas.
No le falta razón a Fosse. Raro Nobel, que agradece, este de Literatura 2023. Premio que le entregará el Rey de Suecia en Estocolmo y que premia la experimentación literaria: una novelística de ficción que perecería si dependiera del mercado y le faltara la asistencia social de las dos monarquías escandinavas paralelas.
Jon Fosse recibirá el Nobel n° 115 en la historia del Premio cuya titularidad escoge y anuncia año a año la Academia de Letras Sueca y que financia la Fundación creada por Alfredo Nobel, inventor de la dinamita. El autor narrativo y teatral noruego publicó su primera novela a los 20 años y a los 30 había publicado su quinto libro. Hoy a sus 64 años su obra está traducida a 40 idiomas y sus piezas dramáticas han sido representadas en el mundo en más de mil escenarios. En 2023, el monto que premia al ganador de la categoría Literatura asciende a un millón de euros. Nobel Foundation
Por Alfredo Grieco y Bavio-elDiarioAr