Primero fue la devaluación que licuó los haberes previsionales y pensiones. Ahora llegan la movilidad nula y la reforma del sistema para lograr el déficit cero.
La devaluación incluida en el Caputazo impacto de lleno en las jubilaciones, al volver a licuar los haberes previsionales y pensiones de las personas adultas mayores; y convertirlas en la madre de todas las batallas del plan de ajuste de Toto Caputo. Lo reconoce sin rodeos Osvaldo Giordano, director ejecutivo de la Administración Nacional de la Seguridad Social ( ANSES): “El sistema previsional es el factor desestabilizador principal de las finanzas públicas”
El pago de jubilaciones y pensiones en Argentina representa el 40% del gasto público nacional. Por lo que “déficit cero” que pretende el presidente Javier Milei para 2024, está condicionado directamente al pedido de que le hizo Caputo a Giordano: hacer un ajuste del 0,4% del Producto Bruto Interno (PBI) en jubilaciones y pensiones.
Mientras que la gestión del exministro Sergio Massa hizo un ajuste del 6% en el pago a jubilaciones este año, pese a que dispuso el pago de bonos complementarios y mantuvo la movilidad; el Caputazo, con el 0,4 del PBI, lo llevará al 7% de la masa jubilatoria e impactará en el poder de compra real de los jubilados. El recorte equivale a miles de millones, que los economistas no se animan a precisar por la aceleración inflacionaria.
“Vamos a proteger a los jubilados”
Caputo prometió “proteger a los jubilados” al anunciar la eliminación del régimen vigente de movilidad jubilatoria, que actualiza el haber trimestralmente. Esa ley, sin embargo, solo fija el piso del aumento que se puede otorgar, no el techo; por lo que el funcionario podría decretar, si lo quisiera, un aumento sin modificar la norma.
La Ley de Movilidad Previsional determina que los aumentos según la variación de salarios registrados y el incremento de la recaudación de la ANSES. Esos aumentos tienen un atraso de cuatro meses, por eso registran la inflación que sufrió la persona jubilada en ese momento; y cuando la inflación baja, el Gobierno tiene que aumentar las jubilaciones de acuerdo con la inflación atrasada. Por eso, Caputo quiere movilidad por decreto.
El sistema previsional volvió a quedar en la mira del ajuste y la poda del Plan Motosierra de Milei-Caputo pasará tres veces por las jubilaciones: la devaluación del 54% que licuó los salarios de todas las argentinas y argentinos; la eliminación de la fórmula de movilidad jubilatoria que rige desde 2021, para reemplazarla por aumentos discrecionales definidos por el Poder Ejecutivo; y cambios al sistema previsional, en línea con las ideas que Giordano adelantó en su libro Una vacuna contra la decadencia.
Cambios en el sistema jubilatorio
El plan de Giordano prevé reducir el doble beneficio que perciben las personas jubiladas y viudas que cobran pensiones. Estimado en más del 20% del padrón, la idea del funcionario libertario es eliminar la pensión por viudez; y también reducir las pensiones actuales. Giordano evalúa, además, depurar los regímenes diferenciales y especiales: investigadores y docentes universitarios, judiciales y la categoría de pensiones no contributivas otorgadas a expresidentes, premios nobeles, excombatientes de Malvinas y víctimas del terrorismo de Estado.
Giordano asegura que los regímenes especiales están sostenidos por aportes mayores, pero nunca son los suficientes para financiar los beneficios que se otorgan y generan déficit. El titular de la ANSES pretende también unificar la edad jubilatoria en 65 años, con 35 de aportes, para devolver -fundamenta- “la equidad, la sostenibilidad y la eficiencia al sistema de seguridad social. No descarta tampoco elevar la edad jubilatoria.
Giordano rechaza la práctica de las moratorias previsionales, a las que califica como un “invento argentino; un lujo que no nos podemos permitir”. El funcionario considera un despropósito que en la actualidad existan tres mecanismos de inclusión de personas al sistema jubilatorio: la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), las pensiones no contributivas y las moratorias, vigentes por ley hasta marzo del 2025.
Argentina tiene más jubilados vía moratorias, que jubilaciones a término. Giordano quiere fortalecer la PUAM, que entrega un 80% de la jubilación mínima, pero no se traspasa como pensión y caduca con la muerte del beneficiario. Especialistas sostienen que el sistema de jubilaciones tiene una de las coberturas más altas del mundo: más del 90% de las personas adultas.
Una crisis humanitaria
Consultado por Letra P, el Defensor de la tercera Edad de Ciudad de Buenos Aires, Eugenio Semino, afirmó que el recorte va a operar sobre 7,5 millones de argentinos que “cobran un sueldo por debajo de la canasta de indigencia” y detalló: cinco millones perciben 105 mil pesos, más un bono por 55 mil; otros dos millones cobran jubilaciones medias en un promedio de 180 mil pesos; y las personas con discapacidad que reciben pensiones no contributivas por menos de 83 mil pesos.
“Estoy describiendo una crisis humanitaria. Incluso si las jubilaciones llegan a 200 mil pesos, hay gente que trabajó toda la vida que depende de sus hijos o de un comedor para subsistir. Una pensión pocilga en Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Mendoza de adultos mayores está cobrando una habitación con baño compartido 85 mil pesos”, graficó Semino.
“Continúa la misma modalidad de ajuste. Alberto Fernández y Massa ajustaron 1,5% del PBI el dinero para los jubilados y pensionados; y ahora 0,5 puntos más. Por eso, no quisieron incluir en la ley de movilidad una cláusula de garantía por inflación”, afirmó el Defensor de la Tercera Edad
Por Daniela Cosentino-Letra P