Juliana Awada está hiperactiva: lanzó colección y diseña una nueva, atiende rumores, y los detalles finales de dos casas que estrenarán con Macri en 2025.
¿Qué podría generar más clickbaits que el devenir amoroso de Pampita Ardohain? Alguna noticia que tenga de protagonista a Juliana Awada, uno de los personajes que potencian el algoritmo de Google que es, finalmente, el “gran jefe” de toda las redacciones informativas.
Con títulos similares que publicaron dos sitios de internet, le sumaban diez años al matrimonio de Juliana Awada y Mauricio Macri –es decir veinticinco años en lugar de quince–, al tiempo que anunciaba la separación de la pareja. Al rato de las publicaciones mencionadas, Jorge Asís escribió en X (Twitter) “¿Están separados Juliana y Mauricio? Ampliaremos”.
La ampliación de Jorge Asís a su posteo enigmático nunca llegó. Sí, una desmentida que Juliana Awada le hizo a Pía Shaw –periodista del programa de Georgina Barbarrosa–vía mensaje de texto, en un tono que no es común en ella pero que denota cierto hastío ante ese rumor. “¡Qué pavadas dice la gente, por Dios!. No hago comentarios a esas pavadas, perdón. Estamos mejor que nunca. O me separan o me embarazan”, respondió Awada.
Cuando uno de los protagonistas de un rumor de este tipo es político, el origen puede ser –a veces– un intento de operación mediática. Es cierto también que, quizá, algunas miradas imaginaron un distanciamiento después de haber vista a Mauricio Macri un par de noches en Verne, un bar que funciona solamente los jueves en el Club Buena Vista.
En particular un jueves que coincidió con el viaje por el último fin de semana largo de octubre que Juliana Awada hizo a Punta del Este. Pero esos días en Uruguay tenían un motivo común de la pareja ya que ella estuvo allá para seguir los detalles finales de la nueva casa que los Macri-Awada construyen en Rocha y esperan estrenar este verano 2025.
Rocha está ubicado a unos sesenta kilómetros de José Ignacio, y, por ejemplo, Santiago Soldati fue uno de los impulsores de este paraje costero uruguayo. Allí planteó el que es el primer complejo cerrado y para conseguir que otros lo sigan, cada verano organiza uno o dos comidas con otros empresarios e incluso, ex presidentes uruguayos. Incluso en una de esos almuerzos, Luis Lacalle Pou –ya presidente– aprovechó la ausencia de curiosos para surfear un rato. A Soldati le siguió Eduardo Costantini quien además del emprendimiento Las Carcavas, construyó el puente circular que agilizó el ingreso a Rocha. Estos serán dos de los vecinos de Juliana Awada y Mauricio Macri, en Rocha.
Como los “brotes verdes” sí dieron sus frutos en la economía personal de Mauricio Macri los mismos que darán los negocios por venir que la alianza con Javier Milei le facilitará, a esta nueva propiedad de Rocha, se suma la que están construyendo en Vicente López, lo que les permitirá dejar la magnífica propiedad de Acassuso que, cuando la alquilaron, se ofrecía por diez mil dólares mensuales.
En lo estrictamente personal, Juliana Awada volvió al redil empresario familiar, para lanzar SS2025, la colección cápsula de Awada “ fiel al estilo característico de Juliana (…), con colores que reflejan el gusto sofisticado y clásico de la diseñadora (…); un clásico imprescindible para las amantes de la moda consciente y atemporal”, dice el comunicado. Además, ella ya está definiendo las prendas de cápsula de la colección otoño–invierno 2025. En un escenario económico que para el universo textil argentino se presenta algo incierto, las cápsulas de Juliana Awada suman mucho al marketing de la marca familiar,; además, ella tiene una vidriera en Instagram con dos millones de seguidores, un potencial más que interesante.
Por Ernesto Ise -Perfil