La tensión en el Gobierno lleva meses, pero en los últimos días se profundizó la avanzada contra el asesor presidencial. El último rumor que echaron a correr: la decisión de correrlo de la comunicación estratégica y de desmantelar Reconquista 40.
Karina Milei y los Menem afilan los colmillos y miran las “cajas” de Santiago Caputo. A pesar de los gestos públicos de Javier Milei en favor de su asesor estrella, el kari-menemismo esmerila su poder. El último rumor que echaron a correr es que la decisión de correrlo de la comunicación estratégica ya está tomada. Además, dan por confirmado que la intención es desmantelar las oficinas de Reconquista 40, donde trabaja buena parte del equipo del consultor.
Nadie dice que Caputo vaya a ser expulsado del gobierno, sino desplazarlo como máximo responsable de la comunicación. Le reprochan cuestiones profesionales y aseguran que su performance no estaría dando los resultados esperados.
Además, los adversarios internos de Caputo hablan de “derrapes” repetidos y ponen como ejemplo la Asamblea Legislativa, cuando el asesor se cruzó con el diputado Facundo Manes y se trenzó en una discusión. Van más allá todavía y cuentan problemas personales del asesor que, dicen, alimentarían esos tropiezos.
Llama la atención el nivel de saña si se tiene en cuenta, por ejemplo, que el consultor acaba de ser incorporado por la misma Karina en la mesa de campaña que definirá la estrategia de las elecciones bonaerenses. Más todavía si se considera que el propio presidente ratificó a fines de julio el rol de estratega de Caputo en el “triángulo de hierro”.
Hay quienes dicen que los rumores son operaciones motorizadas exclusivamente por el menemismo y que la secretaria general de la presidencia no está al tanto. Sin embargo, resulta imposible creer que Karina no esté al tanto de uno de los temas de conversación recurrente de su pequeño círculo de confianza.
La eventual salida de Caputo de la que tanto hablan en este sector del Gobierno no implicaría necesariamente que pierda poder en otras áreas de Gobierno donde el asesor tiene influencia, como la SIDE. La versión, de la que nadie quiere hablar a pesar de los esfuerzos que se hacen para que llegue a los medios, bien podría ser una jugada mediática para generar presión.
No sería la primera vez que se diera por confirmada una decisión que nunca se concreta. Sin embargo, aunque finalmente Caputo no sea corrido de la comunicación estratégica ni su equipo tenga que abandonar Reconquista 40, la intensidad con la que el kari-menemismo repite estas historias deja a las claras una sola cosa: la avanzada contra el asesor se profundizó.
De ahí que haya quienes renieguen del concepto de "interna" y dicen que solo basta con mirar desde qué sector suelen aparecer los dardos. La Libertad Avanza es un terreno minado de operaciones, traiciones y desconfianzas.
Karina y los Menem vs. Caputo: montaña rusa emocional
El malestar de un sector de La Libertad Avanza con Caputo no es nuevo. El cierre de listas en la provincia de Buenos Aires terminó de exponer lo que era un secreto a voces: el armador Sebastián Pareja, que responde a Karina, dejó afuera a prácticamente todos los dirigentes caputistas. Solo permitió que el secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo, ocupe el quinto lugar como candidato de la Tercera Sección electoral.
Se trató de un golpe duro, casi una humillación, para el grupo de Caputo, pero decidieron mantenerse leales y no salir a patalear en público. Algunos llegaron a decir que no iban a hacer campaña en la provincia, como muestra de malestar, pero no mucho más.
Sin embargo, apenas cerraron las listas hubo gestos del kari-menemismo que parecían pretender dejar las rencillas atrás: el 29 de julio la Secretaria general de la Presidencia organizó la primera reunión de campaña de cara al 7 de septiembre. Invitó a Pareja, a Eduardo “Lule” Menem, a José Luis Espert y, también, a Caputo. En el Salón Norte de la Casa Rosada, el equipo comenzó a diagramar el esquema de actos, encuentros y recorridas con los candidatos provinciales.
Por esos días, el propio presidente revalidó al consultor sin hacer mención al conflicto. En un reportaje en Neura, Milei describió la división de tareas en su Gobierno: “Hay un triángulo de hierro político ahora: Santiago Caputo como estratega, mi hermana como armadora y Francos como la política de vincular con el resto de la política”, aseguró.
Además, el economista participó como orador de La Derecha Fest, el evento que tuvo como una de sus máximas figuras a Daniel “El Gordo Dan” Parisini, uno de los dirigentes caputistas más importantes. El abrazo se envió como señal para los libertarios que habían quedado enojados con las decisiones de Pareja en la provincia.
Los gestos públicos contrastan con el nivel de belicosidad con el que se reparte información en privado. La ambivalencia se traduce en un juego extraño en el que se hace circular la salida de la comunicación estratégica del consultor mientras que su equipo trabaja en diagramar la campaña de la que quedaron afuera.
Hasta ahora, solo una vez este conflicto trascendió las charlas en off the récord y los chismes de pasillo. El 6 de junio, Lucas “Sagaz” Luna, uno de los dirigentes que responde a Caputo, publicó en X el video de una matanza de cristianos en Nigeria y escribió: “No odiamos lo suficiente al islam”. Sharif Menem, el referente de las juventudes del kari-menemismo, le respondió: “Borrá esto pelotudo”.
Parece menor, pero el intercambio hizo visible al fin una pelea de larga data. Las cajas y los cargos son, sin dudas, una de las razones del enfrentamiento, pero hay quienes dicen que la animosidad también tiene un trasfondo político-religioso.
El consultor y su grupo participan de manera recurrente de los mitines de la derecha internacional como la Conferencia de Acción Conservadora (CPAC) o el Foro de Madrid, donde los discursos contra el Islam están a la orden del día. Los Menem no tienen nada que ver con esa agenda y sienten estos ataques de manera personal. Tienen algo a favor: Karina los respalda. Tienen algo en contra: se trata del circuito preferido del presidente Milei, que tiene la intención de convertirse en una figura global.
El periodista Juan Luis González, asegura que el triángulo de hierro nunca existió, que los únicos que de verdad tienen poder son los hermanos Milei y que “Karina quiere barrer a Santiago Caputo después de las elecciones”. Por estas horas nadie pone fecha: puede ser en un mes o a fin de año, pero el kari-menemismo lo da por cierto.
Maia Jastreblansky y Manuel Jove, periodistas y autores “El monje”, la biografía del consultor, citaron un textual del propio Caputo en su libro: “Estén seguros que el plan de Javier va a salir… en lo que a mí se refiere, no hay chance de que yo termine bien”.
Habrá que esperar para conocer el desenlace de una historia que parece tener un desenlace anunciado y obvio. En el entorno de Karina y los Menem ya lo dan por hecho aunque, por ahora, no todos confían en que los rumores que hacen circular sean ciertos.

Por Giselle Leclercq-Perfil