La creación de la Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (ABACC) exigió un largo proceso histórico de generación de confianza y construcción de una alianza estratégica entre los dos países en el sector nuclear. La creación de una agencia internacional para el control de materiales nucleares en el ámbito de la relación bilateral se ha convertido en un ejemplo admirado en todo el mundo.
¿Qué es?
La creación de la ABACC se remonta a la firma del “Acuerdo para el Uso Exclusivamente Pacífico de la Energía Nuclear” entre Argentina y Brasil, conocido como “Acuerdo Bilateral”, suscripto el 18 de julio de 1991, en Guadalajara (México).
Pero su génesis data de una década de creación de confianza dando inicio en 1980 cuando, el 17 de mayo, se firmó el “Acuerdo de Cooperación para el Desarrollo y la Aplicación de los Usos Pacíficos de la Energía Nuclear”, por el que se intentó establecer las condiciones necesarias para un conocimiento recíproco de ambos programas nucleares.
Ya con ambos países bajo gobiernos democráticos, en la Declaración de Iguazú de 1985, los presidentes José Sarney y Raúl Alfonsín expresaron su convicción de que la ciencia y la tecnología nucleares desempeñaban un papel protagónico en el desarrollo económico y social y emitieron una “Declaración Conjunta sobre Política Nuclear” donde decidieron crear un grupo de trabajo conjunto destinado a la promoción del desarrollo tecnológico nuclear con fines exclusivamente pacíficos. Al año siguiente se decidió intensificar el intercambio de información y las consultas entre ambos países en el ámbito de la energía nuclear.
En 1987, el presidente José Sarney visitó las instalaciones donde Argentina realizaba trabajos de investigación sobre enriquecimiento de uranio, en Pilcaniyeu. En esta ocasión, se emitió la Declaración de Viedma, en la que se mencionaba la posibilidad de cooperación técnica a través de la integración de las industrias nucleares de ambos países. En 1988, cuando el presidente Raúl Alfonsín visitó el Centro Experimental Aramar, ambos presidentes firmaron la Declaración de Iperó, por la cual se decidió potenciar los mecanismos de cooperación política y técnica ya existentes. Finalmente, en 1990 en Foz de Iguazú, se firmó la “Declaración sobre una Política Nuclear Común” donde se dio el paso definitivo previo a la creación de la ABACC: la aprobación del Sistema Común de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (SCCC). Al año siguiente se firmó el Acuerdo Bilateral.
El Acuerdo, además, previó la creación de un Sistema Común de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares y, para la administración y aplicación de dicho sistema, estableció a la ABACC, una entidad dotada de independencia, idoneidad técnica y autonomía jurídico-internacional cuya misión principal es garantizar a Argentina, Brasil y a la comunidad internacional que todos los materiales e instalaciones nucleares existentes en los dos países están siendo utilizados con fines exclusivamente pacíficos. El objetivo de la ABACC es administrar y aplicar el Sistema Común de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (SCCC), cuya finalidad es verificar que los materiales nucleares de todas las actividades nucleares de los dos países no se desvíen hacia armas nucleares.
Además de constituir un hito en la relación bilateral, la creación de ABACC también tuvo consecuencias positivas en el ámbito regional más amplio, al abrir camino para la consolidación del Tratado de Tlatelolco y de la zona libre de armas nucleares de América Latina y Caribe.
¿Quiénes la conforman?
Si bien la ABACC está conformada por la Argentina y Brasil, pocos meses después de la creación de la ABACC, en diciembre de 1991, se concluyó el Acuerdo Cuatripartito entre Brasil, Argentina, ABACC y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Dicho acuerdo sometió todas las instalaciones nucleares en ambos países a salvaguardias del OIEA, en complemento a las inspecciones bilaterales de ABACC, y configura el único de su tipo en el mundo.
¿Cómo es su estructura y funcionamiento?
La ABACC es dirigida por una Comisión, que es la instancia de máxima jerarquía, conformada por cuatro miembros provenientes de las Cancillerías y de las Autoridades Nacionales de Salvaguardias de ambos países. Su principal tarea es establecer el rumbo técnico y político de las actividades de la Secretaría y tiene la responsabilidad y el deber de informar a los Gobiernos de ambos países cualquier anomalía que ocurra dentro del Sistema Común de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (SCCC).
La Agencia, con sede en Río de Janeiro, Brasil, también está conformada por una Secretaría que incluye un cuerpo profesional, técnico y de apoyo. Es responsable por la realización de las actividades necesarias para la aplicación del SCCC de Materiales Nucleares en base a las directrices establecidas por la Comisión de la ABACC. Asimismo, representa a la Agencia ante las autoridades nacionales argentinas y brasileñas. Cada uno de los sectores técnicos de la ABACC es compartido por un funcionario argentino y uno brasileño. Los inspectores de la ABACC son considerados funcionarios de la Secretaría durante las misiones de salvaguardias.
Dentro de lo sectores técnicos de la Secretaría se encuentran:
- Sector Administrativo-Financiero: es responsable de la gestión de los recursos financieros de la ABACC, para que sean utilizados de forma eficiente y la Agencia pueda alcanzar los objetivos y metas establecidos anualmente en el Plan de Trabajo y Presupuesto.
- Sector de Apoyo Técnico: es responsable de la calibración y el mantenimiento de los equipos utilizados por los inspectores en sus misiones de control de seguridad, así como de los instalados en las instalaciones nucleares sometidas al control de seguridad. También evalúa las técnicas de medición aplicadas por la ABACC y se encarga del seguimiento de las muestras de materiales nucleares recogidas durante las inspecciones y enviadas para su análisis.
- Sector de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares: procesa y analiza los datos contables sobre materiales nucleares recibidos de las autoridades nacionales y los datos recogidos en las auditorías realizadas durante las inspecciones de control. También desarrolla los procedimientos para la transmisión de esta información confidencial entre la ABACC, las autoridades nacionales y el OIEA, lo que exige total garantía de seguridad en las transmisiones.
- Sector de Operaciones: se encarga de planificar y realizar las inspecciones para garantizar que los materiales nucleares de las instalaciones sometidas a salvaguardias de ambos países se destinan exclusivamente a usos pacíficos. Las inspecciones se coordinan con las autoridades nacionales de cada país y con el OIEA.
- Sector de Planificación y Evaluación: elabora el plan anual de aplicación del control de seguridad en ambos países y evalúa los resultados de las inspecciones realizadas, según lo establecido en el SCCC de Materiales Nucleares. Elabora los procedimientos de inspección y los enfoques de control que deben aplicarse en los distintos tipos de instalaciones nucleares. Coordina las reuniones con las autoridades nacionales y con el OIEA, que son los foros donde se establecen las estrategias para la aplicación del control de seguridad.
- Sector de Relaciones Institucionales: es responsable de la coordinación de la acción institucional con las autoridades nacionales de los dos países, la Comisión y las instituciones que tienen acuerdos de cooperación con la ABACC. Además, es responsable de apoyar a la Secretaría en los procesos de cooperación técnica y en la conducción de los asuntos nucleares, en particular los relacionados con la no proliferación y las salvaguardias nucleares.
¿Qué es el “Sistema Común de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares” y las “Inspecciones”?
El Sistema Común de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares, conocido como SCCC, es un conjunto de procedimientos de salvaguardias aplicables a todos los materiales nucleares utilizados en todas las actividades nucleares realizadas dentro de las jurisdicciones o en los territorios de Argentina y Brasil. Su objetivo es garantizar que no se desvíen cantidades significativas de estos materiales a la fabricación de armas u otros dispositivos de destrucción masiva.
El principal objetivo de la creación del SCCC fue proporcionar uniformidad a los procedimientos de salvaguardias aplicados en Argentina y Brasil. Así, todos los requisitos y procedimientos de salvaguardias pasaron a ser aplicables a ambos países y los operadores de las instalaciones nucleares de ambas naciones empezaron a seguir las mismas normas de control relativas a los materiales nucleares y están sometidos al mismo tipo de verificación y control.
El SCCC se estableció jurídicamente en virtud del “Acuerdo Bilateral”.
La administración del SCCC fue encomendada a la ABACC que debía informar a la Comisión sobre cualquier anomalía, en materia de salvaguardias, ocurrida en las instalaciones.
Por su lado, las inspecciones de salvaguardia en Argentina y Brasil son realizadas conjuntamente por la ABACC y el OIEA, con el fin de optimizar los recursos humanos, financieros y materiales. Tienen lugar tras una minuciosa planificación y comprenden tres etapas: a) pre inspección, donde los inspectores acuden a la ABACC para informarse sobre la instalación que se va a inspeccionar y recibir las unidades de equipos y los precintos metálicos que se van a utilizar; b) inspección in situ, se realizan siempre acompañados por el operador de la instalación y; c) post inspección, donde los inspectores elaboran el informe, devuelven los equipos y los precintos metálicos no utilizados o retirados de la instalación y actualizan la “Base de datos de inspecciones” con los datos obtenidos durante la misión.
Para mantener la imparcialidad de los resultados, las inspecciones son cruzadas: los inspectores brasileños realizan las inspecciones en Argentina y viceversa.