Por segundo día consecutivo, y bajo un hermético operativo de traslado por parte de la Gendarmería Nacional (GNA), los cuatro hombres que fueron detenidos el martes con armas de grueso calibre y uniformes truchos de la Policía Federal Argentina (PFA), fueron llevados ayer al edificio del Juzgado de Instrucción Uno de Posadas para la correspondiente audiencia indagatoria.
Sin embargo, por sugerencia de sus abogados, todos los implicados optaron por guardar silencio y no dar detalles respecto a las acusaciones en su contra. Todo esto frente al magistrado Marcelo Cardozo, titular del juzgado interviniente.
Según comentaron fuentes vinculadas a la pesquisa, los implicados fueron trasladados a media mañana de ayer al edificio judicial de la avenida López Torres, un día después de designar a sus respectivos defensores.
Y tras exponer la negativa a declarar, fueron imputados de la instrucción de la causa por los delitos de “tenencia de arma de guerra y acopio de proyectiles”.
De acuerdo a las fuentes consultadas, después de ello los cuatro implicados fueron trasladados por cuestiones de seguridad a la Unidad Penal VI, donde permanecerán alojados en distintas celdas hasta tanto lo disponga la Justicia.
En torno a la pesquisa, hasta el momento los investigadores no lograron identificar al ciudadano paraguayo indocumentado que fue arrestado el martes en Candelaria, junto a Luis Miguel B., un hombre que era buscado desde hace ocho meses por estar acusado de brindar apoyo a una banda de delincuentes brasileños que cayeron en septiembre pasado con siete armas, silenciadores, precintos y ropas de la Policía Federal Argentina (ver Sorprendidos…).
En ese sentido, los voceros comentaron que ya se solicitaron una serie de informes para determinar la identidad del supuesto extranjero y establecer si estaba radicado en el país.
Por estas horas, los pesquisas esperan poder tener lo antes posible los resultados de los distintos informes periciales a las armas incautadas en poder de los implicados.
Estas son un fusil M16, adaptado para disparar calibre 36, y una pistola Glock 9 milímetros. Los investigadores buscan determinar si ambas están en condiciones de efectuar disparos, lo cual podría agravar aún más la situación procesal de los detenidos.
También se busca determinar, a partir de la numeración de las armas, si las mismas estaban registradas en alguna fuerza federal y a la vez establecer si fueron robadas en los últimos meses.
En tanto, otra pericia clave sería el análisis de los distintos teléfonos celulares incautados en la causa.
Detenidos
Luis Miguel B., sindicado por estas horas como el presunto nexo local de una banda delictiva que cayó en septiembre pasado, fue detenido el martes en un control de rutina montado por Gendarmería Nacional en Candelaria cuando se movilizaba con una camioneta Nissan que resultó tener pedido de secuestro por hurto en Esquel.
Junto a él fue arrestado el extranjero, a quien los gendarmes incautaron la Glock valuada en cerca de 100.000 pesos. Sobre este último personaje, los pesquisas sospechan que podría haber ingresado por algún paso clandestino ya que no posee ningún tipo de documentación que acredite su identidad y no se descarta que, junto a su cómplice, estuvieran esperando algún tipo de cargamento vinculado con el narcotráfico.
De acuerdo a las intensas investigaciones iniciadas por la Gendarmería, se estableció que los brasileños detenidos el año pasado habían estado varios días en Posadas y que fue el propio Luis Miguel quien les llevó pizza a su escondite, un hotel del que nunca salieron.
Además, trascendió que estos peligrosos delincuentes serían integrantes del Primer Comando Capital (PCC) o Comando Vermelho (CV), bandas criminales nacidas en las cárceles de Brasil y el posadeño sería el nexo local.
A partir de este operativo, el Juzgado de Instrucción Uno dispuso un allanamiento en la vivienda de Luis Miguel, ubicada sobre calle Salvador Miqueri, a dos cuadras de la ex ruta 213, en Barrio Hermoso de la capital provincial.
Con apoyo de la Gendarmería y durante un fuerte operativo cerrojo en la zona, se procedió a la detención de otros dos hombres. Uno de ellos es miembro del Ejército Argentino y a la vez es cuñado del dueño de casa.
Además, durante la requisa a la propiedad, los pesquisas hallaron un fusil adaptado, municiones y ropa de la Policía Federal.
En cifra
$100.000 El arma Glock secuestrada en poder del ciudadano paraguayo detenido junto a Luis Miguel B. está valuada en 100.000 pesos.
Sorprendidos antes de dar un importante golpe
La peligrosa banda brasileña que podría tener vinculación con Luis Miguel B. fue capturada en septiembre del año pasado durante un control realizado por efectivos de Gendarmería Nacional en el puesto Centinela de San José. Los extranjeros circulaban a bordo de una camioneta Toyota y llevaban consigo armas, silenciadores, precintos y ropas de la PFA. Según los voceros, el armamento estaba compuesto por dos 9 milímetros, cuatro de calibre 380 de origen turco y una calibre 40 de fabricación estadounidense. Todas de un inmenso valor económico.
El grupo fue calificado de alta peligrosidad, a tal punto que fueron asociados al Primer Comando Capital (PCC) o al Comando Vermelho (CV), dos bandos narcocriminales de Brasil. Todos fueron alojados por separados y con seguridad reforzada en distintos puntos de Posadas hasta que se dispuso el traslado del cuarteto hasta el Complejo Penitenciario Uno de Ezeiza. Nunca quedó claro cuáles eran sus intenciones, pero altas fuentes de la fuerza federal creen que pensaban cometer un asalto o algún secuestro.
Fuente: El Territorio