El estudio explica que los alimentos que más aumentaron son aquellos que componen la alimentación cotidiana de las familias, como el arroz, los fideos y los lácteos.
La Canasta Básica Alimentaria -que representa lo que necesita una familia de dos adultos y dos pequeños para alimentarse durante 30 días y al mismo tiempo no caer bajo la línea de indigencia- aumentó 248,46% en tan sólo un año (junio 2023 a junio 2024) en los barrios populares de Misiones, según muestra el Índice Barrial de Precios. Mientras que la Canasta Básica Total, que reúne además de alimentos, los gatos en educación, salud, vivienda, transporte, etc., aumentó un 243,77% entre junio del año pasado y junio 2024.
La medición es realizada por el Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (Isepci) y remarca además que los alimentos que más aumentaron en los barrios populares, son justamente aquellos que componen la alimentación más cotidiana de las familias misioneras. Entre ellos, el arroz, aumentó un 400% en tan sólo un año, los fideos guiseros aumentaron 212,50%, lentejas un 200%, aceite 205,08%, los lácteos tan presentes en entre los alimentos para los más pequeños, aumentaron un 250% en tan sólo un año.
En el rubro verdulería y frutería también se observan algunos componentes con aumentos muy significativos, como el kilo de cebolla, que subió un 350%, el kilo de papas aumentó más del 166%, el kilo de banana 300% de aumento entre junio 2023 y junio 2024. En el rubro carnicería algunos de los aumentos más significativos se reflejaron en el pollo entero con más del 284% de aumento anual y la carne picada o molida, que se incrementó alrededor del 280%.
“Claro está y según los mismos datos oficiales, los salarios, las jubilaciones mínimas, para nada acompañaron estos aumentos, claramente esto se vio reflejado en el deterioro del poder adquisitivo de las familias y repercutió gravemente en la cuestión nutricional de los niños y niñas. Esto se vio reflejado también los datos de nuestro Indicador Barrial de Situación Nutricional un relevamiento que actualiza indicadores antropométricos, visibilizando las variantes de malnutrición: por exceso y/o déficit y baja talla/edad”, explicaron desde el Isepci.
Al tiempo que indicaron que “el alto costo de los alimentos, sumado a la pérdida del poder adquisitivo repercutieron y siguen repercutiendo con fuerza en los sectores populares, los datos en sobre peso y obesidad, condicen con el relato de miles y miles de familias, que mencionan que, por el alto costo de los alimentos como: frutas, verduras y lácteos, entre otros, resuelven sus comidas con alimentos que llenen más la panza pero con muy bajo aportes nutricionales”.
Fuente: El Territorio