Tarde o temprano, Mauricio Macri y su cenáculo empiezan a observar que Javier Milei se lleva mejor con Cristina. Análisis objetivo. Al menos, comparten roles definidos, opuestos, uno es de un club diferente al otro pero coincidentes en la misma liga futbolística. Y preservan, claro, un propósito para mantener el supernegocio: los ingresos del público, los socios, el contrato con la tv, continuar en sus conducciones. En cambio, la relación del Gobierno con el ingeniero se ha vuelto ambigua, como si uno fuera titular de un equipo y el otro estuviera a cargo de la selección: un mismo deseo con intereses diferentes, uno tan superior que arrastra las voluntades del otro. Difícil saber si es correcta la metáfora. Pero ya aburre la letanía de Macri diciendo: “Me trata como un rey, me halaga, pero no me cumple”. Por supuesto, evita personalizar esa deslealtad en el Presidente y le endosa la culpa de la retracción al Caputo jr, Santiago, al que conoce de naranjo. Lo que no significa un elogio.
El que avisa no traiciona es un manifiesto requerido por el jefe boquense: quiere que el Gobierno le anticipe decisiones, sobre todo aquellas en las que –según él– podría aportar sugerencias para evitar errores, nombres de funcionarios que faltan. Caputo jr se olvida de ese compromiso por anticiparle medidas y, para colmo, dicen que hasta mantiene diálogos subterráneos con el embajador de Cristina, Wado de Pedro. Por ejemplo en un tema crucial de la Justicia: Ariel Lijo. Mientras Macri repudia al juez para su ingreso en la Corte Suprema, ella lo consiente si ocurren otras prestaciones. Como si fuera una negociación entre un club y otro, y Macri se queda afuera –si dan los tiempos– en la designación de las ternas de 131 jueces, el procurador y otras delicias a conformar. Como al oficialismo, a Cristina presuntamente puede beneficiarla una voz discordante o dilatoria en el máximo tribunal, junto a Ricardo Lorenzetti, por si a los otros cortesanos más adelante se les ocurre confirmar la sentencia que esta semana la condena a prisión efectiva e inhabilitación para ejercer cargos públicos. Temor excesivo, casi de terraplaneros judiciales para interpretar a una Corte indócil pero que a Milei –entre otras medidas– le otorgó el límite al pago de las indemnizaciones laborales mientras que a Macri, apenas asumió, les impuso un pago cuantioso a las provincias de Córdoba, Santa Fe y San Luis que le desfiguraron el presupuesto del gobierno recién llegado.
Cada día aparece una nueva batalla. Macri se inquieta por los ejercicios federalistas y semanales que realiza la hermana presidencial, Karina, por distintas provincias con la intención de ubicar semillas de La Libertad Avanza en cada distrito, en territorios que desconocía con Javier antes de la elección y en los que igual triunfaron. Ahora, con Martín y Lule Menem intentan sembrar para el 2025 en forma más institucional. Avanzan prometiendo la marca y buscando dirigentes hasta en dominios del PRO, como el Entre Ríos gobernado por Rogelio Frigerio. Macri furioso por la ofensa: a ver si en esas recorridas se les ocurre intrusar en la tierra sagrada de Capital Federal, el santuario político de Mauricio, quien construye una casa cerca de Miguel Pichetto y el que fue último paradero del general Perón en Gaspar Campos, mientras añade emprendimientos inmobiliarios al que ya tiene en la zona de Villa La Angostura, más una vivienda en las afueras de Punta del Este y otra en Córdoba, en el country El Terrón, con una envidiable cancha de golf. Pero no todo es deporte para él: lo de la provincia mediterránea: a ver si cambia de domicilio para agradecerle a un electorado que suele acompañarlo al que conoce solo turísticamente. Y de paso, les devuelve una moneda electoral a Milei y a su estratega Caputo jr.
Colérico, él y su entorno han imaginado hasta retirar el apoyo legislativo a iniciativas que contraríen al Gobierno. Por ejemplo, el cambio a los DNU que comenzó a utilizar Milei por convicción institucional. Cierta o no la amenaza, Milei no suele retroceder con ese tipo de insinuaciones. Además, dice que cumple en ciertas convenciones con el PRO, y analistas del nuevo presupuesto sostienen que las provincias de ese partido se benefician con partidas mejoradas, igual que municipios como Mar del Plata (Guillermo Montenegro). Parecen atenciones que reclamo Macri pero que capitaliza el Presidente. Cuando van a la Rosada, suelen decir: “Yo hablo por mí, administro una provincia, la defiendo más que a un partido”. No parecen dispuestos a romper, más bien a solicitar nuevas atenciones, ya que practican un lema común: “Acompañar a las fuerzas del cielo con el mismo método que los llevó al infierno”. Tampoco lo arreda al ingeniero el ímpetu internacional de Milei, quien en una misma semana viaja a fotografiarse con Trump y luego recibe a la Meloni y a Macron. Más famoso que él en menos tiempo.
Por Roberto García-Perfil