El encuentro estuvo encabezado por el presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits, y la titular del INADI, Greta Pena. Se planteó la preocupación por la posible difusión de discursos de odio y banalización del Holocausto.
El presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Jorge Knoblovits, expresó su inquietud acerca de la llegada al país del cantante británico Roger Waters, quien tiene programadas presentaciones en el estadio de River los días 21 y 22 de noviembre próximo.
La preocupación surge a raíz de “los discursos de odio antisemitas” que, según el líder de la organización, promueve el cofundador de Pink Floyd. Estas ideas del músico británico se vieron en un concierto que el músico realizó en Berlín el 17 de mayo pasado, donde personal de seguridad le quitó a la fuerza banderas de Israel que llevaban personas del público
En un encuentro de “sensibilización sobre antisemitismo, comunicación y cultura”, que se llevó a cabo en la sede del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), ubicada en Avenida de Mayo 1401 se expusieron las preocupaciones en torno al discurso del artista y la posible banalización del Holocausto y propagación de discursos de odio.
El encuentro estuvo encabezado por el presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits, y la titular del INADI, Greta Pena, y participaron, además, representantes de la Justicia, académicos y periodistas con el fin de generar un espacio de conversación y alerta en torno al flagelo del antisemitismo.
“La Argentina es un país particular, especialmente distintivo. La matriz de convivencia que tiene no la tiene casi ningún país del mundo. El INADI articula estas cuestiones junto con la DAIA y otras comunidades, para que nuestra convivencia no esté alterada por ningún factor, en este caso como Roger Waters, que es un propagador del discurso de odio”, dijo Knoblovits.
Durante el encuentro, el presidente de la DAIA afirmó que la Justicia va a estar presente y advirtió: “Si Roger Waters comete un delito en la Argentina, va a tener las consecuencias que correspondan”. Y especificó que en el caso de que suceda: “Tiene que ser detenido y sometido a proceso como cualquiera”.
Por su parte, Pena, afirmó que el organismo acompaña a la DAIA en esta preocupación “para poder concientizar y prevenir todas las formas de antisemitismo”. Y destacó: “Estamos atentos. Vamos a seguir acompañando hasta el recital”.
“Roger Waters fue un defensor de muchas causas de derechos humanos. Eso no lo exime de lo que hoy exponemos sobre la mesa”, distinguió la funcionaria. Sin embargo, Pena explicó que no abogan por la censura previa, sino que “como siempre, optan por el diálogo, la concientización y la información”.
Greta Pena: “Acompañamos la decisión de concientizar acerca de los peligros de la banalización del Holocausto”
La titular del INADI hizo la salvedad de diferenciar que se considera antisemita cuestionar la existencia del estado de Israel por sí mismo que no es lo mismo que cuestionar políticas de un determinado gobierno de ese país. “Achacarle a la existencia del estado de Israel algunos males o comparar sus políticas con el nazismo, para la definición que adoptó argentina, es antisemitismo, pero no lo confundamos con las críticas al gobierno de turno de ese país”, detalló.
“Nuestro rol es informar y concientizar como estamos haciendo en este desayuno, estamos para las consultas y las explicaciones”, aclaró y también sumó la preocupación por la circulación de “discursos negacionistas” en el país que también ponen en alerta al organismo.
“Nosotros acompañamos la decisión de concientizar acerca de los peligros de la banalización del Holocausto así como cualquier otro tipo de genocidio, la propagación de ideas supremacistas o el odio hacia ciertas comunidades según su identidad”, detalló a PERFIL la titular del INADI.
“La libertad de expresión artística es uno de los pilares de nuestra democracia y eso hay que defenderlo porque el arte en ciertas ocasiones incomoda, pero hay una diferencia, porque en su esencia del arte es crítico, pero hay un límite, el límite, lo encuentra cuando pone en peligro bienes democráticos protegidos por la ley y en este caso es la lucha contra el antisemitismo”, aclaró.
“Quiero separar el concepto de The Wall como obra, que la considero como una manifestación contra todo tipo de fascismo en ese contexto histórico, pero lo que hace Roger Water en la actualidad, en donde exhiben, por ejemplo, el nombre de Ana Frank en ningún momento estuvo en The Wall y tampoco aparece la figura de un cerdo con la estrella de David”, distinguió y agregó: “Lo que al INADI le interesa es que eso no propague ideas racistas ni antisemistas”.
Otras críticas que recibió Roger Waters
En una ocasión, se exhibieron imágenes del concierto que el artista realizó en el Mercedes-Benz Arena de Berlín en mayo pasado. En dicho evento, Waters fue objeto de acusaciones y críticas por parte de la comunidad judía debido a su elección de vestuario, que recordaba al estilo nazi. Usó un abrigo largo negro y portaba un brazalete rojo con dos martillos negros cruzados sobre un círculo blanco, un atuendo que ya había utilizado en otros espectáculos.
Los símbolos son los que aparecen en el vestuario de la película de 1982, The Wall, basada en el álbum de Pink Floyd que lleva el mismo nombre. Sin embargo, el músico suma a su performance temas contemporáneos y, entre ellos la inclusión de la estrella de David o a Ana Frank son los que se señalan como antisemitas. Es importante destacar que en Alemania, la exhibición de símbolos, banderas y uniformes nazis se encuentra prohibida por ley. No obstante, existen excepciones que permiten su uso por motivos artísticos y educativos.
“Estamos investigando por sospecha de incitación al odio público, porque la ropa usada en el escenario podría usarse para glorificar o justificar el gobierno nazi, perturbando así la paz pública”, dijo, en su momento, el portavoz policial Martin Halweg. Y agregó: “La ropa se parece a la de un oficial de las SS”.
En una entrevista exclusiva con el diario brasileño O Globo, Roger Waters fue consultado sobre su presentación en Alemania: “Cualquiera que esté remotamente familiarizado con The Wall sabe que, en la narración, la estrella del rock Pink sufre un episodio psicótico y se imagina a sí mismo degenerado, en el papel de un tirano al estilo nazi”. Y agregó: “Una crítica satírica de las ideologías tiránicas. En ningún momento The Wall glorifica el nazismo ni promueve el antisemitismo”.