Una iniciativa europea busca eliminar las presas abandonadas para mejorar la calidad del agua de los ríos y frenar el colapso de la biodiversidad.
Actualmente los ríos no gozan de buena salud. Están demasiado fragmentados.
En Europa hay más de un millón de presas. La mayoría son esenciales para el riego, la producción de energía o el agua potable, pero otras ya no se utilizan. Están abandonadas.
Hay un movimiento en marcha con el objetivo es eliminar estos vestigios del siglo pasado, mejorar la calidad del agua y frenar el colapso de la biodiversidad: “Dam Removal Europe”.
El objetivo de esta estrategia de biodiversidad de la Unión Europea es liberar 25 000 km de ríos antes de 2030, lo que incluye la eliminación de barreras innecesarias.
La eliminiación de las presas ofrece beneficios directos para la población
Euronews asistió a esta obra de demolición, para ver más de cerca los restos de una central hidroeléctrica que llevaba décadas abandonada.
“Se trata de una estructura obsoleta que presenta riesgos estructurales. Está teniendo un impacto negativo en la calidad del agua, lo que nos está obligando a tomar otras medidas más costosas que la eliminación de la propia estructura”, nos informa Arturo Prieto Blanco, director ténico de la Confederación Hidrográfica del Duero.
Sin la presa, el agua fluirá con 9 metros menos. El río recuperará el estado que tenía hace unas décadas. Según Arturo, estas son las opciones más baratas que hay porque duran para siempre.
El año pasado se eliminaron en Europa más de 330 presas abandonadas. Un tercio de ellas en España. Pero estos proyectos se enfrentan a menudo a las reticencias de la población local.
La especialista comprometida Pao Fernández Garrido es directora del proyecto Dam Removal Europe, y nos mostró algunos de los argumentos falaces que los opositores defienden en internet:
“La egnte tiene miedo de que no habrá más agua para apagar incendios o para el riego. Pero muchas de estas infraestructuras están llenas hasta arriba de sedimentos”.
“Si añades estas infraestructuras, le das menos espacio. Mejorar la salud de los ríos, evitar las inundaciones, la erosión del cauce, evitar la mala calidad del agua, por ejemplo la proliferación de algas tóxicas… Son beneficios directos para la población”, explica Pao.
Una mala gestión de ríos
España ha cambiado su estrategia en materia de presas, pero también en la gestión lateral de los ríos.
El pueblo de Hospital de Órbigo fue asolado por muchos años por las inundaciones. El problema actual no es una presa, sino la estrechez del río, erosionada por el hombre a lo largo del tiempo. Restaurar las llanuras aluviales es otro de los objetivos de la Directiva Europea del Agua.
“Si miras fotos antiguas, puedes ver que toda la longitud del puente es en realidad la zona del río. Estas ocupaciones son un problema porque, por un lado, empeoran el estado del río y, por otro, causan daños en caso de inundaciones”, nos explica el ingeniero José Ignacio Santillán Ibáñez.
También aquí las obras habían causado incomprensión entre los vecinos, incluido el alcalde del pueblo. Pero ha cambiado de opinión:
“Antes, lo que hacíamos era encauzar todo lo posible. Y de hecho constreñíamos el río, y en caso de crecida había un caudal mucho más potente, arrancaba mucho material, excavaba el río, dañaba la naturaleza fluvial. Ahora hay muchos menos daños. Me costó entenderlo, pero es cierto que es una buena solución”, nos comparte el alcalde de Santa Marina del Rey, Javier Álvarez.
La Ley de Restauración de la Naturaleza, que se debate a escala europea, pretende mejorar la salud de los numerosos ríos en mal estado, donde las especies disminuyen a un ritmo alarmante.
Una oportunidad para los pescadores
Estonia es uno de los países que pone su granito de arena.
La presa de Parnü es una excepción. El país ha gastado millones de euros en reconectar sus ríos, con ayuda financiera de la UE, y se han eliminado varios obstáculos obsoletos del río.
“Este es uno de los grandes ejemplos del debate público que tiene lugar en Estonia sobre si hay que derribarla o dejarla como está para la producción hidroeléctrica”, dice Tanel Ader, alto funcionario del Ministerio de Agricultura de Estonia.
Al pie de la presa, los pescadores aprovechan esta barrera del siglo pasado, contra la que se reúnen los salmones y las truchas. El salmón quiere llegar a la zona de desove, pero la presa bloquea el camino, lo que hace que se pierda el gran potencial fluvial.
El emplazamiento de Sindi es un emblema de esta política. Aquí se levantaba una enorme barrera, los restos de una antigua fábrica de lana. Pocos años después, el paisaje se ha transformado.
La apertura de 3000 km de ríos aguas arriba ha repercutido en una treintena de especies de peces, entre ellas la dorada y la lamprea.
La repoblación llevará tiempo. Pero, ¿puede acelerarse? Existen grupos de pescadores voluntarios que liberan salmones en el río Parnü. En un día, pueden liberar hasta 90 000 crías de salmones, que se quedaran en el río y eventualmente volverán para desovar, y así, aumentar la población.
Por Cyril Fourneris-EN