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La empleada doméstica confesó haber asesinado a Roberto Wolfenson: "Se me fue de las manos"

La mujer reconoció que en 2024 estranguló a la víctima con un hilo que provenía del collar que llevaba puesto. Según su versión de los hechos, el crimen comenzó cuando "me empezó a decir cosas malas: que era una desgraciada, una paraguaya ladrona, y que iba a llamar a la policía. No quise lastimar al señor. Todo se me nubló", relató.

Rosalía Soledad Paniagua, la empleada doméstica acusada de asesinar al ingeniero Roberto Wolfenson en el country La Delfina, en Pilar, confesó su autoría del crimen durante la segunda audiencia del juicio. La mujer reconoció que el 22 de febrero de 2024 estranguló a la víctima con un hilo sacado del collar que llevaba puesto, donde aparecía el nombre de su hijo. Para justificarse, dijo: "Mi intención no fue robar ni matar al señor. Se me fue de las manos".

La confesión de Paniagua frente al Tribunal

Durante la audiencia —que se reanudará el próximo viernes y en la que expondrán los alegatos la fiscal Laura Capra, Farini Duggan, Broitman y la defensa—, la defensora oficial María Dolores Gómez comunicó al presidente del Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de San Isidro, Esteban Andrejin, que su defendida iba a declarar. Paniagua comenzó diciendo: “Me siento avergonzada. Voy a decir la verdad. Me voy a hacer cargo de lo que hice por mis hijos, ya no viene al caso seguir mintiendo”.

Según la acusada, Graciela Orlandi —entonces pareja de Wolfenson— le había pedido que le sacara el celular al ingeniero porque “quería saber en qué andaba su marido”, pero la situación se salió de control. “El señor me descubrió agarrando el celular y empezó la pelea, la discusión. Me empezó a decir cosas malas: que era una desgraciada, una puta, una paraguaya ladrona y que iba a llamar a la policía. Me agarró de los pelos. No quise lastimar al señor. Todo se me nubló cuando me dijo ‘la concha de tu madre’, y se me fue de las manos”.

En ese punto, describió cómo fue el enfrentamiento: "Me cacheteó, me agarró de los pelos. Empezamos a pelear. Nos lastimamos. En algún momento me agarró del cuello, yo le pegué un cabezazo en la cara. Le pedía que me soltara para irme. No sé en qué momento terminé con todo eso. Estaba encima mío, lo agarré del cuello. Se me nubló todo. Le gritaba: ‘¡Soltame, hijo de puta!’. Le apreté el cuello con las manos. Presioné con el codo. Tenía un hilo en la mano y le pateé el cuello. No quería hacerle daño. Lo pateé en el pecho. Me levanté. No sabía si estaba muerto. No sabía si llamar a la policía”.

Crimen de Roberto Wolfenson 20251103
Roberto Wolfenson

Paniagua confesó que tenía en la mano el hilo que usó para estrangular a la víctima, perteneciente a un collar con el nombre de su hijo. Y luego afirmó que escapó del lugar con el celular del hombre, remarcando que aunque tenía “la boca y la nariz hinchada”, el personal de seguridad la dejó salir sin problemas: “Ni me miraron. El hilo me lo llevé y lo tiré en la calle”.

Sobre el celular, la acusada explicó que arrojó el chip en la estación Derqui del ferrocarril San Martín, y luego trató de vender el aparato, pero finalmente terminó destruyéndolo: “No lo tiré en ese momento. Dejé pasar unos días. Mi marido se sentó y me dijo que si no me deshacía del aparato iba a ir a la policía. Me dio un martillo y lo rompí”.

Paniagua cerró su declaración diciendo: "Mi intención no fue robar ni matar al señor. Se me fue de las manos. El señor me iba a acusar de ladrona. Por mi culpa estoy separada de mis hijos. Me hago cargo, por mi culpa están sufriendo mis hijos. Reconozco mi error, me gustaría pedirle perdón a los hijos del señor, siento culpa, pero no fue mi intención”.

Crimen de Roberto Wolfenson 20251103
Paniagua captada por las cámaras de la estación de tren
Cómo ocurrió el crimen de Roberto Wolfenson

El ingeniero Roberto Wolfenson fue asesinado el 22 de febrero de 2024 en el country La Delfina de Pilar. Su cuerpo fue descubierto al día siguiente por su profesor de piano, que se había acercado a la vivienda para darle clases como todas las semanas. La autopsia reveló que había muerto por estrangulamiento con lazo.

Las cámaras de seguridad del tren fueron fundamentales para descubrir que Paniagua era la autora del crimen. Una grabación la mostraba con un celular que no era suyo en la mano y parches donde había sido golpeada durante el enfrentamiento con su patrón. Al allanarse su casa, se descubrió que tenía objetos pertenecientes a la víctima y fue detenida