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La encuesta que muestra cómo crece la popularidad de Lula por su enfrentamiento con Trump

Desde el norte del continente vino una mano para ayudar al mandatario brasileño, según registró una investigación de Quaest. Lula aparece como el gran victorioso de las elecciones que ocurrirán el próximo año: en síntesis, le gana a todos los candidatos que se perfilan como sus adversarios.

Semanas atrás, los brasileños parecían convencidos, al menos una buena parte de ellos, que Luiz Inácio Lula da Silva tendría enormes dificultades para ganar las presidenciales en octubre de 2026. Sus chances de gobernar un segundo período (2027-2030) parecían dispersarse como arena entre los dedos. Pero, de pronto, desde el norte del continente vino una mano para ayudarlo. Créase o no, fue el propio Donald Trump quien consiguió revertir, desde Washington, las tendencias negativas que ensombrecían la vida del líder brasileño, que hoy aparece como el gran victorioso de las elecciones que ocurrirán el próximo año: en síntesis, le gana a todos los candidatos que se perfilan como sus adversarios.

Claro, esta vez no se trató de la “mano de Dios” que santificó a Diego Maradona por el gol del partido contra Inglaterra en la Copa de 1986. Es que el gran arquitecto en la mejora de imagen de Lula fue el señor Trump. El presidente republicano quería aplicarle un castigo ejemplar, y así resolvió aumentar a 50% el impuesto al ingreso de mercaderías brasileñas por las aduanas norteamericanas. Con semejante carga arancelaria, muchos sectores productivos del país sudamericano vieron caer en picada sus exportaciones, al punto que el gobierno brasileño debió salir en pocos días con un plan de rescate de las empresas más afectadas.

A esta altura es obvio que el objetivo de la actual administración de la Casa Blanca no era otro que sacar al actual mandatario, de modo que el lugar lo ocupe Jair Bolsonaro o alguien de su familia. Así, resolvió patrocinar los reclamos de libertad, o tal vez amnistía, para el ex presidente brasileño hoy juzgado por intento de golpe de Estado el 8 de enero de 2023.

Tanto interés demostró que, incluso, tomó como víctima de sus manejos al juez de la Corte Suprema, Alexandre de Moraes: de hecho, el magistrado ya no puede usar tarjetas de crédito ni mover sus cuentas bancarias en instituciones que actúan en Estados Unidos (o sea, la enorme mayoría).

La consultora Quaest, que realizó una encuesta entre 7 y el 13 de agosto, indicó: “Lula lidera en todos los escenarios (o sea, con cualquiera de sus eventuales opositores) tanto en la primera como en la segunda vuelta de 2026”. Las razones explicadas por Felipe Nunes, director de la encuestadora, son: “La mejor aprobación del gobierno Lula en agosto resulta de la combinación de factores económicos y políticos. Por un lado, el brasileño percibió una caída en el precio de los alimentos, que trajo alivio a las familias. Por el otro, benefició a Lula su postura firme delante de los aranceles (de 50%) que Trump descerrajó. Vieron su actitud como una postura de liderazgo y de defensa de los intereses nacionales”.

La investigación consultó a más de 2.000 brasileños de todos los estados provinciales, reveló el deterioro de la popularidad de Bolsonaro y de su familia en general, aunque con énfasis en su hijo Eduardo. Este último es diputado federal, pero está ausente de su país desde febrero último, pese a lo cual el Congreso todavía no lo ha exonerado, aunque debería hacerlo. Eduardo vive en Washington donde opera todos los días para convencer al gobierno americano de que es preciso evitar la prisión su padre y garantizar su participación en las elecciones del año próximo. Desde ese lugar, ha conseguido mucho: el pleno respaldo de la Casa Blanca y del sector republicano del Capitolio. Él se atribuye dos éxitos: uno, el impuestazo decretado contra las exportaciones brasileñas (50%), que junto a las de la India, son las mayores aplicadas por el gobierno de EE.UU. El otro suceso fue conseguir que Trump “penalice” a la Justicia brasileña, en la figura de Alexandre de Moraes.

Dicho y hecho, Eduardo “conquistó” el repudio de una gran parte de los ciudadanos: 69% declaró que el diputado actúa solo en defensa de sus intereses y los de su familia, con su accionar en EE.UU. Más aún, 55% de los encuestados juzgó que tanto el ex presidente como su hijo diputado, “están actuando mal” en contra de los intereses nacionales.

Hay otro dato muy interesante. Para 51% de la población, Trump actuó contra el gobierno de Lula por “intereses políticos”. Y 71% juzga que el presidente americano está errando al creer que hay persecución política en el juicio que la Corte Suprema lleva contra el ex gobernante brasileño. Otro dato destacado de la consultora es que subió fuertemente el número de brasileños informados sobre estos acontecimientos: son 84% los que dijeron saber de todo, contra 65% en el mes de julio. Lo peor para la familia de Jair es que 77% de sus conciudadanos está convencido que las medidas de Trump contra Brasil van a perjudicar sus vidas.

Por Eleonora Gosman-Perfil