La fiscal penal especializada en delitos informáticos detalló que entre los archivos del diputado misionero Germán Kiczka y su hermano, Sebastián, hay algunos que muestran “bebés siendo abusados” y “menores de 13 años llevando a cabo actividades sexuales con adultos”.
La fiscal Daniela Dupuy, a cargo de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas (UFEDyCI) se refirió este lunes al material hallado en la causa que encabezó por pedofilia contra el exdiputado Germán Kiczka y su hermano Sebastián. En ese sentido, consideró que las piezas recuperadas en los dispositivos de los detenidos “son realmente tremendas”.
“Nosotros siempre vemos las imágenes con mi equipo y más allá de que trabajamos hace más de diez años en la temática, nunca dejamos de conmovernos, son realmente tremendas”, expresó en diálogo con Radio Mitre.
“En este caso hablamos de niños y niñas muy pequeños. Bebés siendo abusados, niñas y niños menores de 13 años llevando a cabo actividades sexuales con adultos. Eso se produce y se distribuye, y para producir hay que abusar sexualmente de los niños”, continuó.
“Esta organización ojalá terminara en uno, Guardianes Digitales por la Niñez es una operación más que nosotros venimos llevando hace más de diez años”, amplió. En esa línea, la fiscal penal especializada en delitos informáticos puntualizó que, si bien las investigaciones se centran en la Ciudad de Buenos Aires, las alertas son internacionales.
“En este caso, vienen a través de un alerta de Coalición de Rescate Infantil [Child Rescue Coalition] y de International Center of Missing Children, que es una ONG con la que siempre solemos trabajar”, indicó.
Y agregó: “Ellos trabajan, lógicamente, a nivel internacional, apoyando la prevención de este tipo de organizaciones transnacionales de explotación sexual infantil. No estamos hablando de que esto pasa en Argentina, en Misiones, no. Esta operación, por ejemplo, involucraba a fuerzas del orden de países de Latinoamérica; Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, creo que República Dominicana, Ecuador, Perú, Chile, Colombia y Argentina”.
Sobre la posibilidad de si podría haber algún político “fuerte” involucrado, Dupuy indicó que “es cuestión de seguir investigando”. “Decir de antemano que puede haber un político, yo como fiscal no lo puedo asegurar; seguramente el juez que interviene y el investigador van a tomar todas las medidas necesarias para profundizar la investigación y llegar a donde se tiene que llegar”, expresó.
Al respecto, aseguró que estos casos no terminan en la persona o con el material que se encuentra en sus dispositivos de almacenamiento informático. “Una buena investigación implica profundizar y por lo general, y no quiero decir que seguro vaya a ser el caso de estas personas de Misiones, es muy común, de acuerdo a la experiencia que tenemos, que el que tiene, también distribuya, que el que distribuya también produzca y hasta eventualmente se puede llegar a comprobar que se abuse sexualmente o pueda corromper a niños, niñas, y adolescentes con la utilización y producción de este material”, detalló.
Consultada sobre los métodos de captación de menores, manifestó que “esto puede pasarle a nuestros propios hijos”. “La captación, lo más frecuente es que sea a través de WhatsApp, juegos en línea, Instagram, redes sociales, donde las personas que cometen este tipo de delitos captan a los adolescentes, niños, niñas, con una relación de amistad, rompen el hielo diciendo que tienen muchos gustos parecidos y luego terminan consiguiendo que estos adolescentes, niños, niñas, le envíen fotos o videos filmados por los mismos niños, llevando a cabo algún tipo de actividad sexual”, describió.
“El acusado, la persona, el imputado se hace de todo este material y no solo satisface sus necesidades libidinosas, sino que lo introduce en una red internacional de explotación infantil. Y allí, gracias a la fuerza de la ley porque esto es un trabajo de todo el mundo, no solo de Argentina; como son delitos transnacionales, si no lo atacamos desde operadores y organizaciones de todo el mundo no funciona, no da buen efecto”, profundizó.
También se refirió a los métodos de investigación y explicó que se utiliza una base de datos con gran material de abuso sexual infantil que se actualiza con investigaciones de fiscales de todo el mundo. De esa manera, cuando comienza a circular material por el ciberespacio, la base de datos permite buscar coincidencias y determinar si se trata de material relacionado con la explotación sexual infantil.
Respecto al caso puntual de los hermanos Kiczka, que por el momento solo fueron acusados por tenencia y distribución del material, la fiscal indicó que la pena mínima son de cuatro años. “Si la Justicia de Misiones profundiza la investigación, estamos hablando de delito que, si se concursan de manera real y se advierte que han cometido otras conductas hasta aún más graves, estas personas van a llevar muchísimos años en prisión”, concluyó.