El Presidente pasó una noche en un hotel cuatro estrellas en Maryland, EE.UU. Para dar un discurso en la cumbre de CPAC viajó con una comitiva de 12 personas.
Para consumar el encuentro entre Javier Milei y Donald Trump de un minuto y 30 segundos fueron necesarios $37.965.241. A razón de $421.000 por segundo, es lo que la Secretaria General de la Presidencia desembolsó en pasajes, alojamiento y viáticos para costear el viaje relámpago, sin agenda institucional, del mandatario a Maryland, Estados Unidos, donde en febrero se cruzó con el candidato republicano que pretende volver a la Casa Blanca.
El cálculo surge de la respuesta de la oficina de Karina Milei a un pedido de acceso a la información realizado por Letra P. Más allá de la foto con el expresidente norteamericano, que en la previa nunca fue confirmada, la excusa oficial del viaje oficial fue la participación de Milei en la Conferencia de la Acción Política Conservadora (CPAC), que se desarrolló entre el 21 y el 24 de febrero. Como diputado, el líder de La Libertad Avanza había sido orador de este evento en su edición 2022, en México.
Con una comitiva de 12 integrantes en total, Milei dejó el país mientras su administración se peleaba con el gobernador de Chubut, Ignacio Torres. Según la información oficial, su boleto de ida y vuelta en American Airlines tuvo un costo de $6.055.655; lo mismo que se pagó por el pasaje de la hermana presidencial.
Menos costaron de forma individual los boletos del resto de la comitiva, ya sea porque viajaron en otra clase o directamente utilizaron otras aerolíneas, como Avianca y Delta Airlines. Por citar un caso, por el ticket de Santiago Oría, el cineasta de LLA que asistió como integrante de la Secretaría de Comunicación y Prensa, el Gobierno desembolsó $1.979.883. Viajó con el Presidente y fue quien filmó el cruce de Milei con Trump.
Al día siguiente, luego de pasar una sola noche en Maryland, en el Gaylord National Resort & Convention Center, el mismo hotel cuatro estrellas donde se montó el escenario de la cumbre, la delegación argentina regresó al país también en un vuelo de línea.
Fue después del segundo viaje de Milei a los Estados Unidos -donde fue nombrado “Embajador de la Luz” y visitó al empresario Elon Musk– que el Ministerio de Seguridad recomendó que el Presidente dejara de usar aviones comerciales bajo el mantra de “no hay plata”.
El ARG 01, la aeronave oficial que compró Alberto Fernández por U$S 25 millones, registra un único uso desde la asunción del libertario, para una inspección de mantenimiento. Milei lo estrenará para ir otra vez a Estados Unidos, en su tercera visita a ese país como presidente: la próxima semana participará del Foro del Instituto Milken en Los Angeles.
Una noche de hotel
La agenda del viaje relámpago de Milei fue mínima y exclusivamente partidaria. Antes de su discurso en la CPAC, el mandatario argentino se reunió con Derrick Morgan, vicepresidente de Heritage Foundation, un think tank de la derecha norteamericana que creció al calor de la administración de Ronald Reagan. Hubo sólo dos audiencias protocolares, pero ninguna con miembros del gobierno del demócrata Joe Biden. El jefe de Estado recibió a Gerardo Werthein, embajador designado en los Estados Unidos, y Sonia Cavallo, la hija del exministro de Economía que fue designada representante argentina ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
A falta de citas bilaterales, de la comitiva no formó parte la canciller Diana Mondino, pero sí acompañó al mandatario Patricia Bullrich. Además de Karina Milei, la ministra y Oría, completaron la delegación el entonces segundo jefe de la Casa Militar, Walter Roviera (en abril fue removido), junto a un funcionario del área; el jefe de la custodia presidencial con otros dos efectivos, el médico presidencial, Manuel Estigarribia; el intérprete presidencial, Walter Kerr; el subsecretario de Asuntos Presidenciales, Darío Lucas, y el director general de ceremonial, Andrés Marchetti.
Según se consignó en la respuesta a Letra P, Milei y su comitiva se alojaron una noche en el mismo hotel: el Presidente en una Suite King, por la que el Estado argentino abonó $629.504, y los demás en habitaciones estándar, que costaron en conjunto $6.570.521.
En concepto de pasajes y viáticos, la Secretaría General abonó un total de $30.765.216. En ese pago no están incluidos los gastos de Bullrich, que corrieron a cargo del Ministerio de Seguridad.
Discriminados, fueron $26.496.372 en pasajes en American Airlines, Avianca y Delta, más otros $4.268.844 en viáticos para ocho funcionarios, que no incluyen a Javier ni a Karina Milei.
Por Sebastián Iñurrieta-LP