Misiones Para Todos

La gema

La derecha mundial de reunió en Argentina para alabar a su nuevo líder- El paradigmático caso del senador Kueider- Historia repetida para la yerba mate: la principal herramienta que casi nunca pudo utilizar- La Cámara de Representantes de Misiones cierra el año

El paso del presidente Javier Milei por la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) realizada en Argentina puso en evidencia un fenómeno desconcertante: la paradoja de un líder que parece brillar con más intensidad fuera del país que en su propia tierra. Mientras en el ámbito internacional Milei es aplaudido por sectores que lo ven como un símbolo de la lucha contra el estatismo y las políticas progresistas, en casa su figura genera divisiones ycontroversias que ensombrecen cualquier destello de reconocimiento.

La CPAC, cumbre de ideas y estrategias conservadoras, es un espacio donde figuras como Milei son elevadas al estatus de referentes globales. Allí, el mandatario argentino recibió elogios de líderes y pensadores internacionales de la derecha, quienes lo ven como una figura que encarna un giro hacia el liberalismo económico y el conservadurismo cultural en un continente tradicionalmente identificado con corrientes más progresistas, donde actualmente la mayoría de los países tienen gobiernos con esta impronta y una victoria para mostrar como la de
Yamandú Orsi en Uruguay. Sin embargo, esta ovación no tiene el mismo eco en el ámbito local, donde Milei enfrenta un creciente escepticismo, incluso entre algunos de sus votantes, todas víctimas de sus políticas sociales y ajustes.

Podría compararse a este fenómeno con un tesoro arqueológico descubierto por extranjeros pero ignorado por quienes viven justo encima de él. Mientras otros países envían expertos para desentrañar su valor y se maravillan ante su hallazgo, aquí seguimos cuestionando si ese tesoro no es más que una piedra ordinaria cubierta de tierra. Es irónico, pero quizás también revelador de una fractura entre las percepciones internas y externas sobre lo que significa liderar un país con los desafíos estructurales de Argentina.

¿Por qué ocurre esto? Parte de la respuesta radica en el contraste entre los ideales que Milei representa y las realidades de su gestión. En los discursos internacionales, el presidente argentino aparece como un campeón de la libertad individual y un destructor de la casta política. Pero en casa, esas promesas chocan contra un país que atraviesa una de las crisis sociales y económicas más graves de las últimas décadas, con índices de pobreza que alcanzan el 52,9%, en su primer año de gestión.

Además de los índices sociales, en el gobierno de la gemma, los problemas políticos abundan, aunque su líder mire para un costado. El caso del senador Edgardo Kueirder, detenido en Paraguay con más de 200 mil dólares cuyo orígenes no supo explicar es paradigmático por la importancia que su banca tiene en el senado. Si bien es de origen peronista, desde la asunción de Milei votó siempre a favor del gobierno, como tantos otros legisladores que, priorizando a sus provincias, tuvieron que aceptar las leyes propuestas por los libertarios. Este caso salpica,
de algún modo, también a los senadores y diputados que acompañaron las leyes más urgentes de Milei.

Mientras en la CPAC se celebra su audacia ideológica, en Argentina muchos ciudadanos se preguntan cómo esa audacia se traduce en políticas concretas que mejoren la vida diaria. Es difícil reconciliar los aplausos de pie en un foro global con las largas filas en los comedores comunitarios que, paradójicamente, también vieron reducida la ayuda estatal bajo su gobierno.

Milei es un líder que fascina afuera y divide adentro. Su capacidad para articular un mensaje atractivo en escenarios internacionales contrasta con su dificultad para consolidar un liderazgo que trascienda las grietas internas. Como el tesoro que no sabemos reconocer, quizás sea hora de preguntarnos si la culpa está en el tesoro en sí, en quienes no lo valoran o, tal vez, en quienes prometieron que era más de lo que realmente es.

Historia repetida

La historia de Javier Milei y su proyección internacional está aún por escribirse. Pero si quiere que ese reconocimiento global sea algo más que una curiosidad pasajera, deberá demostrar en su propio país que es capaz de transformar aplausos internacionales en resultados concretos que beneficien a los argentinos. De lo contrario, se corre el riesgo de que los argentinos se queden con un presidente cuya mayor virtud sea ser reconocido como un tesoro en todas partes, menos en casa.

La historia se repite. Miles de productores yerbateros de Misiones salieron a reclamar por un mejor precio para el kilo de hoja verde, es decir, la materia prima con la que arranca el proceso de elaboración. El reclamo central es para que el gobierno nacional le devuelva al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) la facultad de fijar los precios, como poseía antes del DNU 70/2023, mediante el cual se desreguló el mercado de la yerba.

Lo más llamativo es que diversos sectores que integran la producción yerbatera jugaron políticamente para que Milei se convierta en presidente a pesar de las cientos de luces de alarma que se encendían cada vez que el líder libertario adelantaba alguna de las medidas antirregulatorias que tenía pensado para la economía nacional. Si algo hay que reconocerle a Milei es justamente que desde que se sentó en el sillón presidencial, hizo mucho de lo que
prometió (también existen de las otras).

Nuevamente es el gobierno provincial quien se pone al frente de los reclamos tratando de negociar con Nación alguna solución. Esta semana, el ministro del Agro y la Producción, Facundo López Sartori, se reunió con el secretario de Agricultura de la Nación, Sergio Iraeta, quien se comprometió a “ordenar todo el sector yerbatero”. Esta promesa choca de lleno con el entusiasmo del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, por los efectos que el DNU, sobretodo en el precio en góndola de la yerba.

Otro punto interesante para marcar es que la facultad de fijar precios que tenía en INYM era relativa: un acuerdo necesitaba del visto bueno de los 12 miembros del directorio, representantes de toda la cadena, con lo cual, con la sola negativa de uno, era la Nación que terminaba por fijar un precio, desde Buenos Aires, con todo lo que implica que un funcionario sin información tomara una decisión que terminaba por afectar a miles de familias.

Es aquí donde surge la duda sobre la conveniencia de tener un instituto cuya principal función no podía cumplir con una falla en su ley de creación. El hecho de no haber dejado asentado en la ley que una mayoría del directorio podía fijar los precios, a esta altura de la historia, se puede reconocer como un error que llevó a que el INYM terminara por no poder cumplir con el principal motivo de su creación.

Piedra angular

El próximo miércoles, 10 de diciembre, la Cámara de Representantes de Misiones llevará a cabo una sesión especial para elegir las autoridades que dirigirán su rumbo en 2025. Este acto, que está en el corazón del sistema democrático provincial, toma relevancia no solo por su conexión con la renovación legislativa del próximo año, sino también porque pone en perspectiva el funcionamiento ejemplar del Poder Legislativo misionero, consolidado a través de años de trabajo liderado por Carlos Rovira, quien supo impregnar de profesionalismo a la legislatura y más recientemente, Oscar Herrera Ahuad, quien asumió la presidencia tras su paso por la gobernación.

El Poder Legislativo de Misiones es una piedra angular para el desarrollo de políticas públicas que impactan positivamente en la calidad de vida de los ciudadanos. Durante los últimos años, bajo la presidencia de Carlos Rovira, se consolidó una dinámica legislativa que combina innovación, eficiencia y una profunda conexión con las necesidades del pueblo misionero. Su visión estratégica permitió que la Cámara sea un espacio no solo para la creación de leyes, sino para la planificación de un futuro sostenible y equitativo, caja de resonancia de un proyecto
político que sienta sus bases en las leyes que son puestas a consideración y discusión por los representantes del pueblo.

En este 2024, el liderazgo de Herrera Ahuad como presidente de la Cámara reafirmó esta tradición de excelencia legislativa. Su gestión se destacó por continuar el alto nivel de productividad en la sanción de leyes y por mantener un enfoque en áreas sensibles como la salud pública, la inclusión social y el desarrollo económico. Este periodo ha sido un claro ejemplo de cómo la articulación entre el Poder Legislativo y los demás poderes del Estado puede generar resultados concretos y tangibles.

La elección de nuevas autoridades en diciembre adquiere una dimensión crucial en el contexto de un año que será definitorio para la provincia. La renovación de la mitad de las 40 bancas en 2025 plantea el desafío de mantener el equilibrio entre la experiencia de los legisladores que continuarán y la frescura de las nuevas voces que se integrarán. Este proceso, que fortalece la legitimidad del sistema democrático, es un recordatorio de que la pluralidad y la representación son pilares fundamentales para garantizar un poder legislativo vigoroso y representativo.

Además, el funcionamiento eficiente del Poder Legislativo en Misiones resalta su importancia como ejemplo a nivel nacional, en un momento en que el Congreso de la Nación atraviesa recurrentes tensiones y dificultades para avanzar en consensos. La estabilidad y efectividad demostradas en Misiones no solo reflejan la madurez política de sus líderes, sino también la solidez de un modelo que prioriza el bienestar de la ciudadanía por encima de las disputas partidarias.

En definitiva, el trabajo de la Cámara de Representantes de Misiones es un ejemplo de cómo un poder legislativo bien articulado puede ser una herramienta poderosa para impulsar el desarrollo de una provincia. El liderazgo de Carlos Rovira, el enfoque de Oscar Herrera Ahuad y la continua renovación de sus integrantes no solo garantizan la calidad institucional, sino que fortalecen la confianza en el sistema democrático como medio para construir un futuro mejor para todos los misioneros.

Por Sergio Fernández