Una mujer se sentó en la calle desnuda y desafió a las fuerzas de seguridad desplegadas por el presidente de Estados Unidos en medio de las manifestaciones contra el racismo.
Su actitud de pararse enfrente de las fuerzas federales desplegadas por el presidente Donald Trump en Portland la convirtió rápidamente en una celebridad en las redes sociales, donde la bautizaron como “Atenea Desnuda”.
Cubierta apenas con un barbijo y un gorro de lana, la misteriosa mujer se sentó en la calle ante la mirada atónita de agentes y manifestantes varios que se encontraban en el lugar.
La secuencia se originó a la 1.45 a.m. del lunes, en el cruce entre la Tercera Avenida y la calle Taylor, donde se originó una verdadera batalla campal entre la Policía del estado de Oregon, las personas que reclaman en contra del racismo desde hace varias semanas y las fuerzas federales desplegadas por el jefe de Estado estadounidense.
Pero lo que parecía ser una batalla sin cuartel, se modificó drásticamente cuando una mujer, completamente desnuda de los pies hasta el cuello, se hizo presente en la escena: solo llevaba puesto un gorro y un barbijo para taparse la cara, vaya a uno a saber si era con la intención de no dar a conocer su identidad o de manera preventiva en medio de la pandemia.
Lo cierto es que la mujer sin nada de ropa se paró sola a 30 metros y desafió a los agentes que la miraban del otro lado de la calle.
Fue el fotógrafo de The Oregonian/OregonLive, Dave Killen, el encargado de retratar la curiosa secuencia. Sus fotos se difundieron rápidamente en las redes sociales provocando que la mujer, su identidad sigue siendo un misterio, consiga gran fama bajo el nombre de “Atenea desnuda”.
Según contó el fotógrafo, durante cinco horas estuvo trabajando en la zona, donde fue empujado -junto al resto de los manifestantes- por la policía hacia el norte en Third Avenue, hasta su intersección con Taylor Street.
Los oficiales se pararon al otro lado de la intersección, frente al grupo de manifestantes. Entonces, apareció la mujer desnuda.
Killen explicó que salió a la intersección y se ubicó delante de la policía. Se paseó por la zona cerca del paso de peatones, se acostó, levantó sus pies e hizo poses de ballet.
“Todos parecían sorprendidos y algo asombrados”, dijo Killen. Los oficiales dispararon gases lacrimógenos a sus pies, pero ninguno llegó a impactar. “Un manifestante corrió delante de ella con un escudo casero”, agregó Killen.
Sin embargo, contó que la mujer esquivó a él y a su escudo para seguir desafiando a los policías. “Ella definitivamente no parecía invitarlo a hacer eso”, sostuvo el fotógrafo .
En ese sentido explicó que “Atenea” no pronunció ni una sola palabra y diez minutos después de su llegada, los oficiales se fueron y la mujer hizo lo propio al advertir que los agentes ya no estaban y “sin ninguna fanfarria adicional”.
“Ella era increíblemente vulnerable. Hubiera sido increíblemente doloroso recibir un disparo con cualquiera de esas municiones sin ropa puesta”, sentenció Killen.