Misiones Para Todos

La Libertad Avanza quema las naves

La Calle debe marcar el norte de que la política extravió

La transformación de la organización y estructura de la producción nacional debe partir - con la debida regulación normativa - de una articulación virtuosa de las economías regionales y de las distintas cadenas productivas, integrando el sistema educativo, científico y tecnológico nacional.

Utilizando en el máximo posible tecnologías propias y proveedores locales.

En la medida necesaria, habrá de considerarse la reconversión de sectores de las cadenas productivas con mayor potencial, planificando la utilización de todos los recursos disponibles y la obtención de los que pudieran faltar para consolidar nuestra base industrial.
Nuestro país es uno de los principales productores de alimentos, recursos energéticos y minerales, a la par que existen en su territorio grandes reservorios de agua dulce.

Esas ventajas comparativas, con la recuperación para el Estado de la moneda, la energía y la logística, junto a una mayor integración de la economía real con los sistemas educativo y de ciencia y técnica, deben concurrir a sustentar un modelo propio, autónomo e integrado en Latinoamérica”.

Foro Economía y Trabajo

Introducción del documento “Transformación de la matriz productiva y reconversión industrial”

Desde que se impuso en Argentina el gobierno libertariano, para describir las consecuencias de su programa económico muchos apelamos a la noción de genocidio social, concepto que en primera instancia se asocia al incremento exponencial de la pobreza e indigencia y, en consecuencia, de compatriotas altamente proclives a morir de hambre o frío, si no de verse compelidos a sobrevivir delinquiendo, ya sea por asalto o narcomenudeo. Vale decir que dicha figura remite prioritariamente a los estragos materiales. Pero el capitalismo es - además - un sistema que ostenta superávit en la producción industrial de tristeza.

Según datos oficiales, “en la Argentina, los suicidios constituyen la segunda causa de muerte en la franja de 10 a 19 años. En el grupo de 15 a 19 años, la mortalidad es más elevada, alcanzando una tasa de 12,7 suicidios cada 100 mil habitantes”. La tasa en los varones es de 18,2 y en las mujeres de 5,9. Desde principios de la década de 1990 hasta la actualidad, la mortalidad por suicidio en adolescentes se triplicó a nivel nacional. 

A propósito de semejante panorama, en los últimos días, en el portal El Cohete a la luna, conectando el debate generado por la serie Adolescencia con el suicidio de un amigo de su hijo de 16 años, el escritor argentino Marcelo Figueras - biógrafo del “Indio” Solari -, escribía: "¿Cómo no va a querer matarse un pibito, ante la perspectiva de pasar décadas en el mundo desangelado y zafio que esta gente impone? ¿Quién querría seguir adelante en una sociedad que no te ofrece posibilidad de mejorar, a no ser que decidas entrar por la variante que proponen y convertirte, como ellos, en un hijo de puta?".

Si tomáramos estos datos y los cruzáramos con la mirada de Mark Fisher, el filósofo británico y teórico cultural que abordó el tema de la depresión como sustrato de muchos suicidios, desde una perspectiva crítica y política, particularmente en su libro Capitalist Realism: Is There No Alternative?, arribaríamos a la conclusión de que, en un contexto de falta de alternativas y crueldad neoliberal, la responsabilización se convierte en un problema central cuando se trata de salud mental. En efecto, las personas que enfrentan dificultades psicológicas o emocionales, como la depresión, a menudo son (auto) percibidas responsables de su sufrimiento, sin considerar los factores sistémicos que contribuyen a su malestar.

O sea que, a grandes rasgos, la causa fundamental de este estado de cosas es la pérdida de vista de un horizonte alentador.

Sin ir más lejos, a nivel global desde la implosión del socialismo real, y en Nuestra América a partir de la insuficiencia de la Década Larga Progresista, la militancia en general padece una deriva que no permite avizorar la luz al final del túnel. En Argentina la emergencia del anarco capitalismo ha acentuado dicho fenómeno, generando una particular ciclotimia que hace que muchxs compañerxs se ilusionen si la central obrera retoma un plan de lucha contra lo que el Presidente define como “el ajuste más grande de la historia de la humanidad”, y a las pocas horas cunda el más profundo de los bajones cuando un nuevo auxilio del FMI amenaza con oxigenar al oficialismo, se produce una importante devaluación, y su efecto vuelve a impactar sobre los precios. Puede que todos los caminos conduzcan a la crisis de imaginación política que aún dificulta explorar nuevos rumbos hacia la transformación necesaria.

Apelando a una metáfora futbolera, podría decirse que en el gran clásico nacional hoy por hoy el oficialismo carece de arquero y la oposición de director técnico.

En tal caso, ¿constituye eso una suerte de empate pírrico entre los bloques sociales históricamente enfrentados? La posible respuesta a tal interrogante está grandemente condicionada por la noción de cambio de época. Esto es, Javier Gerardo Milei ocupa el Sillón de Rivadavia porque todo el elenco estable de la política convencional fracasó en su intento de sacar a la Argentina efectivamente del pozo, pero a esta última alternativa por la que optó gran parte de un electorado exhausto se le está mojando ostensiblemente la pólvora, muy a pesar de la fugaz e insustancial visita del Secretario del Tesoro de los Estados Unidos Scott Bessent.

Es evidente que los sectores más castigados de la sociedad están atravesando una situación desesperante, y su suerte no pueden quedar sujeta a los vaivenes de los políticos. Aún de aquellos que mayor expectativa concitaron, como la Presidenta del PJ, que sensatamente acaba de aflojar la presión que venía ejerciendo sobre el gobernador bonaerense a propósito de su intención de desdoblar la elección de octubre… poco después de que una referente de su propio espacio contribuyera a “perdonarle la vida” en el Congreso a la gran armadora territorial de La Libertad Avanza. En efecto, una hora antes que arrancara la sesión del martes 8 de abril para que Diputados aprobara la comisión investigadora por el Criptogate, la kirchnerista Paula Penacca abandonó la oficina de Martín Menem e ingresó el pichettista Oscar Agost Carreño, a quien el riojano notificó en el acto que el peronismo aceptaba quitar a Karina Milei de la lista de las interpelaciones (!) 

En torno a esa fuerza política, en incisiva nota reciente firmada por Gustavo Terzaga, puede leerse: “En nombre de una pureza progresista más estética que real, el kirchnerismo fue alejándose de la cultura criolla, de las raíces obreras y populares, más parisina que del interior, y entregando poco a poco al aparato liberal la posibilidad del monopolio del sentido común. Una joven Cristina que votó al FIP del ‘colorado’ Ramos en 1973, con su ‘vote a Perón por izquierda’, y no al FREJULI siendo peronista, nos da algún indicio para explicar el fenómeno (…) Lo real - por doloroso que resulte reconocerlo - es que la pretendida matriz de país construida durante la década ‘ganada’ del kirchnerismo fue desmantelada en apenas seis meses. Bastó medio año de un gobierno de signo contrario para mostrar que lo edificado no tenía cimientos sólidos ni anclaje profundo en la estructura del Estado ni en la conciencia social, aunque siempre algo queda, por supuesto. Y esto debe ser un aprendizaje para lo que viene. Lo que parecía un proyecto que se jactaba de ‘irreversible’ terminó siendo, en gran parte, un relato sostenido en un liderazgo carismático, pero sin verdadera institucionalización ni transformación cultural duradera. Esa fragilidad estructural es una de las grandes deudas del ciclo político que se va cerrando, y la sensación que nos invade es la de pérdida de la oportunidad. En síntesis, los kirchneristas fueron gobiernos nacionales, pero no de liberación nacional. Nunca hubo programa”. 

En las últimas horas, el recalculo de la Dra. Kirchner ha propiciado algunos gestos que muchxs de sus acólitos esperaban. Por ejemplo, Facundo Tignanelli, dirigente de La Cámpora y jefe del bloque de diputados bonaerenses, aseguró que el objetivo en este punto será construir una unidad amplia para derrotar al Gobierno de Javier Milei. A su vez, en una maniobra desafiante hacia Cristina Kirchner, el Gobernador de Formosa Gildo Insfrán convocó al PJ para apurar a la ex presidenta a que cierre un acuerdo electoral con Axel Kicillof. 

Qué decir de las demás fuerzas políticas… El gobernador radical de Santa Fe, por ejemplo, al cabo de su reciente victoria electoral, decidió endeudar a la provincia en 150 millones de dólares, con el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), con una tasa de interés de 6,25%. Además, hay que sumar 37,5 millones de otro crédito con financiamiento local, a tasa desconocida. Total: 187,5 millones de dólares, a 18 años de plazo, “para un programa integral de logística que apunta a fortalecer la integración del gran Rosario con su complejo portuario, nodo estratégico del desarrollo productivo, mediante un programa de obras de infraestructura”. Hablando en buen criollo, significa tomar deuda para ejecutar una obra pública, pergeñada de acuerdo con las necesidades de grandes cerealeras exportadoras. Un verdadero traje a medida que vamos a pagar todos, para exclusivo beneficio de los grupos monopólicos, que muy poco aportan al bienestar de la provincia. Los dueños de los puertos privados sobre el Paraná, necesitan optimizar la operatoria de carga y descarga de camiones, para reducir sus costos operativos. En la temporada granífera llegan al conurbano rosarino unos 2.5 millones de camiones de 30 Tn cada uno. Un barco granelero parado (sin cargar) genera un sobrecosto de entre 12.000 y 15.000 dólares diarios. Sumado esto a las altas multas por incumplimiento de contrato que ocasionan las demoras en la carga.

Ante semejante panorama, el campo popular, sobredimensionando la expectativa de respuesta por parte de la última fuerza política que fue capaz de garantizar una mayor calidad de vida, no ha atinado a gestar un nuevo proyecto nacional, valiéndose de su última experiencia virtuosa como trampolín hacia un futuro más venturoso.

Cierto es que la resistencia contra el actual régimen no es lo mismo CON que SIN la CGT, cualquiera sea la opinión que merezca su dirigencia. Pero la novedad consiste en que el movimiento obrero organizado tampoco es el mismo del Siglo XX, y la nueva clase trabajadora ya no cuenta con el nivel de cohesión que alguna vez tuvo en ese OTRO mundo. Vale decir que, en las actuales medidas de fuerza convocadas por la central obrera, más allá del acompañamiento de las dos CTAs y la UTEP, la masa crítica de los convocados continúa siendo fundamentalmente la de los trabajadores ocupados en blanco. 

Es más, de cara al tercer paro nacional llevado a cabo recientemente, no faltaron analistas que observaron la ausencia de sectores que sin embargo colmaron las numerosas marchas universitaria, del orgullo antifascista y antirracista, o la del 24M… probablemente a causa del juicio reduccionista que supone atribuir a la burocracia sindical tanto la responsabilidad como el propósito absoluto de dichas iniciativas, caso en el cual se estaría metiendo en la misma bolsa - anti dialécticamente - a Los Gordos y a una dirigencia sub 40 mucho más aguerrida, que viene activando desde las regionales de la central obrera, aunque no parece haber unanimidad absoluta entre lo uno y lo otro.

Veremos cómo se desenvuelven las cosas, ahora que la CGT anunció que volverá a salir a las calles el próximo 30 de abril en el marco del Día del Trabajador y la Trabajadora. La central obrera buscará así mantener la presión sobre el gobierno tras el paro general del último 10 de abril. La movilización comenzará a las 14 con una concentración en Independencia y 9 de julio, y concluirá en el Monumento al Trabajo, en el bajo porteño, según acordó la mesa chica cegetista.

Aquí cabe señalar que, así como en el período previo a este escenario el sector más dinámico en la lucha pareció ser el de los sectores expulsados del aparato productivo que, merced a la configuración del capitalismo moderno expandieron la economía informal, y cuyas expresiones visibles fueron el piquete y el acampe, hoy parecería estar tomando la delantera ese sector pasivo cuyo recorte de pensiones está en la mira del proyecto económico libertariano. Si en el primer caso, la principal característica de los actores sociales era la de ser bisoñxs en la lucha de calles, la de su nuevo motor - que viene sumando la adhesión de cada vez más sectores - incluye a numerosxs protagonistas de la última ofensiva popular del pueblo argentino, llevada a cabo entre 1955 y 1976. Puede que este último factor explique - al menos en parte - la contumacia y sistematicidad de su presencia de cada miércoles ante el Congreso Nacional, muy a pesar de los garrotes, el gas pimienta y las balas de goma. 

En tal devenir, si algo falta en esa lucha de calles, es reconstruir un centro de gravedad lo suficientemente masivo como para cambiar la hegemonía social y - por ende - el sentido común imperante. Es de suponer que la radicalidad del enfrentamiento irá generando una nueva camada de cuadros y perfilando la orientación programática que dicho fenómeno pueda adquirir. 

Aquí cabe señalar que no solo el campo popular padece cierta caducidad de sus referentes. Los de la clase dominante son casi todos hombres y con más de 60 años. Viven, en su mayoría, en Buenos Aires. Pocos tienen doctorados o maestrías. A diferencia de Rusia, Francia o Estados Unidos, donde los ricos también legislan y los CEOs diseñan políticas públicas, en la Argentina la élite económica no acumula múltiples formas de poder. A esas conclusiones llegó la primera publicación de  la World Elite Database (WED), un consorcio internacional de 70 científicos sociales fundado en 2022, que permite comparar élites de distintos países en contextos nacionales muy disímiles. 

Recapitulando, entre los exponentes más pensantes del peronismo, en los últimos días se ha escuchado afirmar que dicho movimiento nunca fue estatista, sino que antes bien fincó su construcción en la comunidad organizada. Frente a esa idea, vamos a coincidir tanto con Perdía como con Mazzeo, acerca de que, en lo que va del Siglo XXI, la experiencia popular ha demostrado sobradamente que el mayor potencial de la comunidad no reside en su organización desde arriba hacia abajo, sino en sentido inverso, como amagó a ocurrir durante el Argentinazo de 2001 con la multiplicación de prácticas autogestivas que exhibieron - aunque larvadamente - el potencial disruptivo de una comunidad autoorganizada.

En todo caso, lo que la movilización multisectorial en curso viene demostrando palmariamente es una verdad de Perogrullo, consistente en que la masividad de las convocatorias prueba que al hambre no se lo puede disimular a garrotazos. Traducción: cuanta más gente gana la calle, menos eficacia tiene el Protocolo Anti piquetes. Y eso es bien visible en el “laboratorio” popular de los miércoles. 

Nos han señalado con justeza que, entre el objetivo mediato de propender a nuestra autodeterminación como Nación (propósito al que apunta la cita que encabeza esta nota) y el inmediato de reconstruir la materialidad de una vida digna en cada territorio, huelga un enorme salto en largo.

Acaso una síntesis de la programática que se debate en los espacios populares en que hemos tenido la oportunidad de incursionar sirva como primera aproximación para establecer ese puente entre lo uno y lo otro: 

1. RUPTURA CON EL FMI:

Constituye nuestra batalla prioritaria en esta coyuntura por ser el FMI el principal instrumento de las políticas imperialistas.  Apoyo a la “Autoconvocatoria contra la Deuda”, como el más importante instrumento actual para esa lucha. 

2. CREACIÓN DEL FONDO NACIONAL DE DESARROLLO

El actual Estado es inviable. Una respuesta a la emergencia pasaría por crear un Fondo Nacional de Desarrollo, constituido con los recursos que no irán al pago de deudas fraudulentas. Este debería estar al servicio de la economía popular - particularmente en el sector alimentario - y la distribución planificada de alimentos, así como quedar sujeto al control social del pueblo organizado.

3. LOS BIENES COMUNES SON PROPIEDAD DE LA NACIÓN Y LAS PROVINCIAS

Toda forma de entrega de la soberanía deberá considerarse nula, y cesar todas las concesiones extractivistas. Se impone desarrollar la transformación de la materia prima para agregar valor y contribuir a la reorganización del territorio generando nuevos polos productivos. 

4. MANTENER LA MOVILIZACIÓN POR NUESTRAS REIVINDICACIONES INMEDIATAS

Se impone mantener la lucha de calles por trabajo y salario dignos. Esas son nuestras principales tareas reivindicativas, las cuales deben inscribirse en un proceso Constituyente que, yendo de lo simple a lo complejo, permita reagrupar a las fuerzas sociales emergentes en un Frente Popular, por fuera de la partidocracia reinante atrapada en un electoralismo inconducente.

5. ACCESO A LA TIERRA PARA LOS CAMPESINOS SIN TIERRA Y PUEBLOS ORIGINARIOS  

En base al consenso popular acerca de que con el hambre no se jode, proponemos alcanzar el “Hambre Cero” planteado por la ONU.  A tales fines corresponde convocar a campesinos sin tierra y pueblos originarios democratizando el acceso a la tierra, un bien que no debe ser el sustento de los agronegocios, sino de la comida indispensable para nuestro pueblo. 

6. REAFIRMAMOS LA HISTÓRICA VOCACIÓN DE PODER DEL PUEBLO MOVILIZADO

Unidad para articular las movilizaciones reivindicativas con las políticas; las generales, dirigidas al centro del poder, con las locales apuntando al poder local, comunal, municipal. El sistema vigente no ofrece salidas. Solo avanzaremos si construimos otro poder que no esté basado en la tradicional cultura electoralista, contando con los sectores emergentes como protagonistas insurgentes de una sociedad democrática y popular.           

7. LAS MUJERES SON LAS PRINCIPALES E IMPRESCINDIBLES PROTAGONISTAS DE ESTOS TIEMPOS

Una mirada sin prejuicios sobre la realidad debe reconocer que las mujeres asumen las mayores responsabilidades en el territorio donde habita el pueblo humilde. Su rol protagónico es imprescindible para llevar estas luchas a la victoria. Consecuentemente, en el camino de construir una nueva sociedad antipatriarcal y anticapitalista tendremos que luchar contra toda forma de explotación en el trabajo, de opresión política y de dominación cultural.     

8. UN ESTADO PLURINACIONAL DEBE SER EL HORIZONTE DE LO NUEVO A CONSTRUIR

Es necesario un reordenamiento territorial que asuma las diferentes tradiciones culturales y económicas existentes en nuestra sociedad. Allí, en un Estado Plurinacional, los pueblos originarios deben tener el lugar y respeto que se les debe.

Algo más: Si muchas veces en la historia de nuestro país su capital y conurbano motorizaron las grandes transformaciones, todo parece indicar que ese territorio - donde hoy se asientan los principales aparatos de una política vetusta que a todas luces fracasó -, debe ser traccionado desde la periferia al centro por la coordinación de las incontables experiencias sociales y ambientales que vienen desarrollándose a lo largo de la Argentina Profunda.

En conclusión, y retomando la metáfora futbolera del principio, corre tiempo de descuento, el régimen no está precisamente en su mejor momento, y la hinchada precisa un gol de media cancha. -

Por Jorge Falcone- La Gomera de David