Durante las primeras horas de la jornada de ayer se llevó adelante el análisis del cuerpo del estilista en la morgue judicial
El cuerpo del estilista Charles Raúl Sotelo, que fue hallado muerto en las últimas horas en un departamento dentro de un hotel en Palermo, presentaba una congestión, edema y hemorragia pulmonar, como así también una cardiopatía hipertrófica y dilatada. A esta conclusión arribaron los peritos de la morgue judicial que le hicieron la autopsia durante esta mañana, según pudo saber LA NACION.
Cuando la hermana de la víctima de 43 años y efectivos de la Policía de la Ciudad ingresaron al lugar donde residía el barbero desde aproximadamente 2019 encontraron a Sotelo sin signos vitales. Estaba tendido boca arriba en una cama y su cuerpo no tenía ningún signo de violencia. El inmueble estaba en orden y, según pudo controlar la mujer, no faltaba nada del interior.
El funcionario judicial Santiago Vismara, de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N.º 10, dispuso hoy temprano labrar actuaciones por averiguación de causales de muerte dudosa y ordenó remitir el cadáver a la morgue judicial para la correspondiente autopsia, procedimiento que se llevó adelante en las primeras horas de esta jornada.
Hasta que se obtenga alguna novedad de las causales de su muerte, la fiscalía ordenó una consigna policial en el departamento del hotel donde vivía el empresario dueño de la cadena de barberías Bacan.
Sotelo era el dueño de una cadena de barberías y muy amigo de la actriz, bailarina y modelo Luciana Salazar. Voceros policiales explicaron a LA NACION que personal de la Comisaría Vecinal 14 B de la Policía fue desplazado por el 911 pasada la madrugada de hoy hasta el departamento I 404, ubicado en el cuarto piso de Nicaragua al 6045, donde funciona el exclusivo “Live Hotel Palermo Hollywood”.
La hermana del estilista le dijo a los efectivos que no sabía nada de Sotelo desde el sábado. Tampoco respondía al celular. Al llegar al edificio donde funciona un hotel, la mujer franqueó la puerta a los policías, ya que tenía un juego de llaves del departamento, y allí hallaron muerto al peluquero.
Los oficiales comprobaron que no había signos de violencia en el lugar ni en el cuerpo de Sotelo. El hotel, donde el hombre vivía hacía unos cuatro años, tiene vigilancia las 24 horas y cámaras de seguridad que podrían ayudar a esclarecer el hecho.
FUENTE: LA NACION