Tras aumentos de casi el 180% en los últimos dos meses, ahora los combustibles están en el nivel más alto desde 2018. Cuántas subas faltan para alcanzar la paridad internacional
Los precios de los combustibles como la nafta y el gasoil ya están en su nivel más alto en los últimos cinco años, pero todavía siguen lejos de la “paridad de exportación” (export parity), que es el valor de equilibrio que igualaría los precios locales de los internacionales. Este miércoles, las petroleras aplicaron un aumento de entre el 23% y el 27% en sus productos.
En los últimos dos meses, los precios de los combustibles tuvieron una suba de entre 156% y 182%. En la previa, hasta después de las elecciones presidenciales de octubre, los valores estaban en el nivel más bajo de los últimos diez años, uno de los motivos de la crisis de desabastecimiento que hubo a principios de noviembre.
Ahora los márgenes de refinación treparon fuertemente y el litro de nafta súper está a $ 699 (0,86 dólar) en las estaciones de YPF en la Ciudad de Buenos Aires, y la premium a $ 862 (u$s 1,06).
No obstante, aún restan más incrementos en los próximos días, teniendo en cuenta la devaluación por goteo del peso contra el dólar, el atraso de los impuestos a los combustibles y el valor del barril de petróleo crudo que cobran las productoras.
El próximo aumento
Sumando todo, quedarían pendientes subas de entre el 18% y el 20%, según los cálculos que hacen fuentes del sector como Nicolás Arceo, director de la consultora Economía & Energía. Ocho puntos porcentuales corresponden al tipo de cambio, mientras que el resto es por la actualización de impuestos pendiente para febrero, cuanto pueden subir unos $ 70 por litro la nafta en todo el país.
Por dejar congelados los impuestos a los combustibles, el Estado nacional perdió recaudación tributaria en pesos por el equivalente a 2800 millones de dólares en 2023, dijo Arceo a Radio Con Vos.
Las petroleras quieren achicar la brecha entre la nafta y el gasoil súper con los productos premium; se vienen más aumentos en los próximos meses
Por su lado, un ejecutivo de las refinadoras planteó a El Cronista los próximos pasos que tendrá el sector: achicar la brecha entre los productos grado 2 (“súper”) y los premium (grado 3), mediante aumentos mayores en la nafta y el gasoil súper; y actualizar los valores que se les pagan a las productoras por el crudo, que en enero podrían saltar a 63 o 64 dólares por barril, mientras que la paridad de exportación es hoy de u$s 68.
Consumo de combustibles
Con todo, el consumo de combustibles en las últimas semanas viene en caída. “Al sector no le preocupa que baje el consumo porque, así, retroceden las importaciones de combustibles”, se sinceró una fuente. Entre enero y noviembre de 2023, la demanda de nafta y gasoil súper y premium en estaciones de servicio subió un 2,3% interanual respecto al mismo período de 2022, aunque el número se dio vuelta en diciembre; en ese lapso, las importaciones de combustibles refinados para vehículos automotores cayeron un 46% a u$s 1800 millones.
La idea del Gobierno es que las refinadoras y las productoras de petróleo negocien libremente los precios sin poner el pie del Estado encima de las empresas, con el fin de que a mediano plazo se destape todo el potencial exportador de Vaca Muerta. El acceso a los dólares y la libertad para negociar precios son dos condiciones fundamentales que exigen, sobre todo, las petroleras multinacionales para traer inversiones a la Argentina, en una competencia que tienen en sus propias carteras frente al resto de los países.
Por Santiago Spaltro-El Cronista