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La nueva ola de inversiones verdes llega de la mano de acuerdos entre privados

Las energías limpias están teniendo un nuevo impulso de la mano de proyectos a medida del consumidor. Los nuevos parques eólicos y solares que consiguen avanzar y entrar en operación son aquellos en los que empresas de distintos rubros buscan comprar la energía limpia que generan

La agenda verde en el sector corporativo llegó para quedarse. Compañías de distintos rubros como shoppings, industrias, bancos, automotrices, cementeras, frigoríficos, alimentarias, laboratorios y hasta petroleras empezaron a abastecerse de manera directa de energía renovable. La clave pasa por comprar energía limpia que generan los parques eólicos y solares o, incluso, asociarse para construir uno propio. Esta tendencia en grandes empresas con altos consumos energéticos es irreversible. Las compañías se aseguran en el mercado la energía de fuente limpia que necesitan para sus operaciones a un precio estable, más competitivo y por 10 o 20 años. Esto les permite desarrollar la agenda de sustentabilidad y promover iniciativas que les faciliten cumplir con las metas de descarbonización y reducir la huella de carbono, un objetivo más que relevante.

El primer impulso de la generación renovable vino de la mano de licitaciones del programa RenovAr lanzado por el Estado a partir de 2016. En el sector coinciden en que estas compulsas sirvieron para un primer envión, desarrollar los primeros proveedores e instalar parques de generación verde en todo el país y atrajo competencia internacional. El RenovAr sirvió para poner en el mapa de las renovables al país. En total, se instalaron más de 5000 megawatts (MW) en plantas generadoras que llevaron a que en la actualidad casi el 15% de la matriz energética sea de fuentes renovables. En este programa, el comprador exclusivo es Cammesa, la compañía que administra el mercado eléctrico mayorista. A partir de 2017 comenzó una original modalidad que excluye a Cammesa de las compras de energía verde para dejar lugar sólo a compañías privadas.

Se trata de los contratos bajo el Mercado a Término de Energías Renovables (Mater), en los que dos actores privados llegan libremente a un acuerdo de abastecimiento de energía renovable. La condición es que los que compran energía sean grandes usuarios, que son las empresas que tienen una potencia media anual de más de 300 KW. El concepto es energía a la medida del consumidor. Esta modalidad viene creciendo muy fuertemente en el país.

En la actualidad son más las empresas que quieren abastecerse de electricidad de fuentes limpias que la capacidad del sistema para que haya más parques. La Argentina podría tener más generación verde si resolviera un tema central que se transformó en un cuello de botella claro: no hay más capacidad en las líneas de alta tensión para transportar toda esa energía que se podría producir con nuevos proyectos. Esto detuvo un poco la velocidad de crecimiento de este sector. De todos modos, las compañías ya firmaron contratos entre privados de abastecimiento de energía renovable por casi 1.500 MW y va creciendo. Energía limpia y a la medida del consumidor, que permite que un gran consumidor financie y sea socia de molinos de viento o paneles solares.

Un ejemplo es el de la sociedad entre Petroquímica Comodoro Rivadavia (PCR) y ArcelorMittal Acindar, que se unieron para construir un parque eólico en San Luis. La empresa del segmento de aceros largos de la Argentina cuenta con abastecimiento de energía eólica para sus operaciones.

Ya en 2019 Cervecería y Maltería Quilmes había cerrado un acuerdo para abastecerse en un 100% con energía renovable. El contrato lo firmó con Central Puerto a 20 años e incluía la construcción de un parque eólico en la localidad cordobesa de Achiras, con una inversión de u$s 283 millones.

Neutralidad de carbono

“En la compañía tenemos un compromiso de carbononeutralidad a 2040. Ya veníamos con un trabajo muy fuerte en medición y eficiencia energética en la transición hacia las renovables. En 2018 nos pusimos el objetivo de utilizar energía eléctrica 100% renovable. La compra de energías renovables tiene que ver con esto y por eso hicimos el acuerdo con Central Puerto para abastecernos de renovables“, explica Vanesa Vázquez, gerente de Crecimiento Inclusivo y Sustentabilidad de Cervecería y Maltería Quilmes.

La ejecutiva indica que con este acuerdo la empresa abastece a diez cervecerías, dos malterías, plantas de gaseosas, centros de distribución, oficinas comerciales y administrativas. “Uno de los objetivos que tenemos es de mitigación al cambio climático. Creemos que cuántas más compañías puedan tener este tipo de acuerdos, se puede ir allanando el camino hacia la transición y demostrar que esto es viable“, agrega.

Diego Werner, CEO y presidente de la consultora especializada en energías de fuentes limpias Aires Renewables, señala que hoy hay más demanda de renovables que oferta. Es que las empresas privadas quieren adquirirla porque es más barata y porque con un contrato en el Mater logran estabilidad en el precio. “Una empresa que no compra renovables no sabe cuánto le va a costar la tarifa eléctrica en un mes, un año o cinco años. Además, entrar en este mercado permite mostrarles a los clientes de las empresas que el producto o servicio que desarrollan se hace sin emisiones a la atmósfera”, detalla.

Gustavo Castagnino es director de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de Genneia, una empresa que pisa fuerte en el sector. El ejecutivo destaca el funcionamiento del Mater y dice que hay varias razones que lo explican. En primer lugar, está la necesidad que tienen las compañías de todos los sectores por empezar a adquirir energía renovable. El fenómeno se da en empresas multinacionales, que tienen una bajada corporativa con compromisos específicos a nivel mundial de carbononeutralidad y con metas concretas, pero también en empresas argentinas. La demanda del sector corporativo llega a ser hasta 30 veces la oferta de las generadoras.

Genneia tiene 26 contratos de abastecimiento de energía limpia con empresas automotrices, siderúrgicas, petroleras, bancos, empresas industriales en general, alimenticias, cementeras, envases, autopartistas, entre otros rubros. Algunas son Loma Negra, Mondelez, Tetra Pack, Royal Canin, Bimbo, Vista, AstraZeneca, Mercedes Benz, Banco Macro, Pilkington, Vasa, Aeropuerto Argentina 2000, entre otras.

Martín Brandi es el CEO de PCR, una de las principales generadoras de renovables del país. El ejecutivo explicó a Apertura que “en 2015, el temor de los industriales era que la Ley 27.191 (meta de 20% renovable para 2025) iba a encarecer sus costos. Hoy los acuerdos son voluntarios y muchas empresas están superando largamente la exigencia de la norma. En el presente los industriales buscan acuerdos porque no les encarece sus costos y les permite descarbonizar sus operaciones y reducir su huella de carbono”.

PCR tiene parques eólicos en operación y construcción. Además de ArcelorMittal Acindar, cuenta con diversidad de clientes como Dow, President Petroleum, Banco Galicia, Arcos Dorados, Air Liquide, Bridgestone, Cattorini y Rigolleau, entre otras compañías. “La demanda fue aumentando. En 2018 había muchas reuniones, consultas, pero nada en concreto. En los últimos dos años el Mater tomó un dinamismo muy alto y se cierran acuerdos más rápido. El cuello de botella en la actualidad es la falta de capacidad de transporte y recientemente se suma la imposibilidad de importar”, indica Brandi.

Federico Sbarbi Osuna, CEO de 360 Energy, sostiene que todavía queda un potencial de demanda de 5000 GWh/año tal que permite que sigan floreciendo proyectos. La compañía que dirige comenzó a trabajar con acuerdos entre privados durante 2022 y en la última licitación de esta modalidad fue la única proveedora en adjudicarse proyectos de energía solar fotovoltaica combinado con almacenamiento. Además, está concretando un acuerdo con el gigante automotriz Stellantis.

Sustentabilidad

Castagnino de Genneia resalta que el crecimiento de la demanda es impulsado por el proceso de transición energética. En ese sentido, agrega que hay compromisos para el cumplimiento de metas de descarbonización por razones normativas, pero también por la presión de la agenda ambiental, social y de gobernanza (ASG), que tiene un fuerte impulso entre los inversores

“Estamos en un momento en el que los mismos bancos tuvieron que empezar a dar explicaciones a sus propios inversores sobre dónde invierten el dinero. La agenda del cambio climático en el sector empresarial es top 3 sin lugar a duda. Las compañías que no vean este proceso, lo más probable es que van a empezar a encontrar barreras en el financiamiento o les será más caro”, agrega.

Por su parte, Sbarbi Osuna se refirió al objetivo de carbononeutralidad: “Los consumidores de energía son cada vez más conscientes del impacto que puede tener su proceso productivo en la generación de emisiones de efecto invernadero y están tomando medidas responsables con el objetivo de minimizar o neutralizar ese impacto incorporando energía sustentable. Muchas compañías prefieren diversificar fuentes de generación que eviten correr riesgos de suministro estructurales como los que causó el actual conflicto bélico (Ucrania – Rusia)”.

Financiamiento

En la Argentina está vigente la Ley 27.191, una normativa sobre las energías renovables que indica que para el año 2025 la matriz energética debe ser al menos 20% de fuente renovable. Para firmar un contrato bajo la modalidad del Mater el requisito es que sean grandes usuarios de electricidad, que son los que consumen más de 300 kW diarios. En el país hay alrededor de 3000 grandes usuarios sobre un universo de 650.000 usuarios industriales, comerciales, pymes y de servicios.

En este escenario, la energía renovable hoy en la Argentina es escasa. Las compañías que tienen este nivel de consumo salen a anticipar sus compras en los parques eólicos y solares para cerrar contratos que pueden ir de sólo algunos meses (es muy raro que ocurra) a 20 años. En general, los acuerdos entre privados son de 15 o 20 años. Si bien los precios acordados libremente no son públicos, hay una clave fundamental: a mayor plazo, menor es el precio de la energía.

Si bien venía creciendo en el mundo y en el país, la generación renovable hasta 2018 o 2019 todavía era cara en comparación con otras fuentes, sobro todo las fósiles y las grandes hidroeléctricas. En 2020 llegó el break even (umbral de rentabilidad) y con él la competitividad en el precio. En 2022, Cammesa vendió un precio promedio monómico de la energía (es decir, el precio mayorista promedio de enero a diciembre) de u$s 88,7 dólares. Mientras que en el mismo período el precio promedio que se conoce de los contratos entre privados del Mater se ubicó entre los 60 y 70 dólares por MWh.

“Una parte importante de un proyecto de energía renovable tiene que ver con el componente financiero. Hay una parte importante que es el off-taker (el tomador de energía) y si un generador le vende energía a una empresa, es probable que el balance de esa empresa sea mejor que el del Estado argentino. Es decir, el generador de energía va a conseguir una tasa financiera mejor cuando le vende electricidad a una empresa privada. Por esta razón, la energía renovable va a ser más barata para un privado que si se le vende al Estado. Esto pasa porque el off-taker es una entidad de menos riesgo”, explica Diego Wernes.

Además, destaca que cuando un generador va a un banco a pedir financiamiento para un parque de 100 MW -que podría demandar una inversión de u$s 150 millones-, el banco hace una auditoría financiera para ver quién va a pagar la energía. Un comprador de bajo riesgo hace que la energía renovable sea más barata.

El ejecutivo de Genneia destaca otras razones que impulsan a las compañías a comprar energía renovable: “Pueden conseguir contratos de abastecimiento a largo plazo, con costos estables y competitivos. Otro factor tiene que ver con la necesidad de las compañías en el mercado local de no quedar afuera de las exportaciones. Por ejemplo, un país que importa un producto de la Argentina prefiere que esté hecho con energía verde o con una huella de carbono neutra. Pero en poco tiempo se va a convertir en una obligación. Con lo cual, las compañías argentinas saben que tienen que avanzar en esta transición de producir con energía verde para seguir manteniendo los mercados de exportación”.

El acceso al financiamiento es una limitante para el Mater. Las compañías que están construyendo parques son las que tienen un balance fuerte, que se financian en el mercado de capitales local o tienen acceso al financiamiento bancario y cuenta con una historia previa. Pero ahora, con financiamiento que ofrecen los propios clientes, se observan mucho capital disponible para que los proyectos se hagan realidad.

Muchas compañías tienen pesos que le sobran y no saben qué hacer. Y están invirtiendo en compra adelantada de energía renovable, porque además se les congela la tarifa de su consumo. Pero, más allá de eso, que es una característica coyuntural, el cliente que tiene una demanda y ve en las renovables una solución, está dispuesto a sentarse a encontrar una forma de resolver el financiamiento de los parques”, explica Brandi, de PCR.

Federico Sbarbi Osuna, de 360 Energy, agrega que en la coyuntura actual, las compañías buscan alternativas para invertir los pesos que les sobran en activos dolarizados, incluso con desembolsos que están fuera del core de su negocio. En ese sentido, al poner dinero en renovables se aseguran el abastecimiento de energía limpia para sus procesos productivos y el cumplimiento de los objetivos de sustentabilidad.

“Hay varias formas de financiamiento de los proyectos renovables. Es común que los compradores de energía participen con un porcentaje minoritario en los parques de generación. Las empresas tienen un excedente de pesos muy grande y por eso deciden adelantar sus compras de energía. Pero como no pueden almacenarla para consumirla en cuatro o cinco años, entran como socios a un proyecto con un porcentaje del activo. Otra forma que se utiliza es mediante la compra de Obligaciones Negociables (ON) para el mismo mecanismo de compra adelantada de energía. Gracias al Mater se construyeron o se están construyendo alrededor de 1,5 gigawatts”, cierra Wernes, de Aires Renewables.

Por Roberto Bellato-El Cronista