El vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró que las declaraciones del hombre que Donald Trump quiere enviar a la Argentina "no son una intromisión". Además, intentó restarle importancia la posible influencia que tendría sobre la relación del país con China.
El gobierno nacional afirmó que las declaraciones intervencionistas del aspirante a embajador estadounidense Peter Lamelas “no son una intromisión” en la política interna del país y aseguró que su eventual nombramiento como hombre de Washington en la Argentina no interferirá en la relación entre la Casa Rosada y China.
Lamelas “no es embajador” y “por lo tanto no podemos aseverar que se entromete o no en la política interna”, sostuvo el vocero presidencial Manuel Adorni, quien en una pirueta argumentativa salió a ponerle paños fríos al escándalo desatado por el hombre de Donald Trump, que durante una comparencia pública confesó el altísimo nivel de influencia que tendrá la política argentina en caso de ser designado al frente del Palacio Bosch.
En su habitual conferencia de prensa, Adorni evitó referirse motu proprio sobre esos dichos, pero no tuvo más remedio que hacerlo cuando fue consultado al respecto: “No tenemos nada para decir, es su opinión y en tal caso tendrán que preguntarle a él”, respondió secamente.
No obstante, dio un respiro y expresó el argumento que la mesa chica del presidente Javier Milei ensayó para el caso: “¿Si hubo intromisión? No es embajador, por lo tanto no podemos aseverar que se entromete o no en la política interna”. Entonces, “lo que dijo, corre por cuenta de él”.
Lo que Adorni no dijo es si el Gobierno está de acuerdo o no con las afirmaciones del aspirante Lamelas, quien días atrás prometió apoyar al oficialismo en las elecciones legislativas de octubre, advirtió que hablará con los gobernadores para “vigilar que no hagan acuerdos con los chinos” y aseguró que otra de sus tareas será que “Cristina (Kirchner) reciba la justicia que bien merece”.
Es más, en su retórica imperialista hasta deslizó la infundada versión de que la expresidenta estuvo relacionada con la muerte del exfiscal Alberto Nisman, e inclusive acusó casos de “corrupción” entre China y las provincias.
Sin embargo, para el gobierno de Javier Milei, esa confesa hoja de ruta de cómo será la intervención de la Casa Blanca en la política argentina no fue producto de afrenta, escarnio, injerencia ni impertinencia. Por el contrario, sólo son cosas que “corren por cuenta de quien sería el futuro embajador”, dijo Adorni.
A pesar de restarle relevancia a ese aspecto de las declaraciones, el vocero no obstante dio definiciones sobre otra cuestión clave: el posicionamiento de Lamelas respecto de China y las alianzas que ese país tiene con algunas provincias y con el Poder Ejecutivo nacional.
Adorni defendió que cada gobernador pueda tener sus propios acuerdos con Pekín: “La autonomía de las provincias es constitucional, cómo no la vamos a defender”, enfatizó.
Luego añadió: “Y a la pregunta de si (la afirmación de Lamelas) interfiere en la relación con China, claramente no”. Por lo tanto, lo que dijo “es la opinión de él, que todavía no es embajador”, cerró.
Fuente: Página/12