En un durísimo comunicado, el radicalismo provincial exige la devolución de las bancas de quienes rompieron con el partido para sumarse al armado libertario y a la renovación. La interna opositora se recalienta a un mes de las elecciones legislativas.
A poco más de un mes de las elecciones del 8 de junio, la política misionera se sacude por un nuevo capítulo de la feroz interna opositora. Esta vez, la Unión Cívica Radical (UCR) de Misiones salió públicamente a exigir que cuatro de sus exreferentes —Martín Arjol, Javier Mela, Pablo Argañaraz y Pablo Velázquez— devuelvan las bancas obtenidas bajo el sello radical, tras haberse alineado al espacio libertario de Javier Milei en la provincia, y el último al Frente Renovador.
A través de un comunicado titulado simplemente “Comunicado Oficial”, el Comité Provincial de la UCR acusa a estos dirigentes de haber roto “el contrato electoral con sus representados” y sostiene que, por “razones legales, políticas y éticas”, deben devolver los escaños que actualmente ocupan en el Congreso nacional, la Legislatura provincial y el Concejo Deliberante de Posadas.

El documento invoca el artículo 38 de la Constitución Nacional y la Ley Provincial XI N° 7, que establece que la titularidad de las bancas corresponde a los partidos políticos que postulan las candidaturas. En ese marco, la UCR interpreta que “solo es admisible reclamar la banca en casos de renuncia, afiliación o incorporación a otro partido”. En otras palabras: quien se va del partido que lo llevó a ocupar una banca, también debería irse del cargo.
El blanco principal del comunicado es el diputado nacional Martín Arjol, quien tras su derrota electoral en 2023 se reconfiguró como uno de los principales aliados del presidente Milei en Misiones. A su lado, aparecen el diputado provincial Javier Mela y los concejales posadeños Pablo Velázquez y Pablo Argañaraz, todos actualmente alineados con espacios libertarios que competirán el 8 de junio por fuera de la estructura oficial de La Libertad Avanza. En particular, Arjol encabeza la lista del Partido Libertario, en tándem con Pamela Encina y Natalia Dörper, también exmilitantes de Juntos por el Cambio. Velázquez no es candidato pero apoya un sublema renovador.
El radicalismo no escatima en calificativos: los acusa de haber “traicionado” al partido y a la ciudadanía que votó una plataforma determinada. “Quienes renunciaron a su afiliación y se unieron a agrupaciones políticas con principios distintos deben devolver sus bancas”, subraya el comunicado. “Han estafado a quienes confiaron en ellos y al partido que los postuló. Política y ética están emparentadas. Quienes no lo entienden, se exponen al juicio de la historia”.

La disputa no es solo moral, sino estratégica: la UCR busca marcar territorio frente al avance libertario, que en Misiones se presenta atomizado pero con el respaldo discursivo del presidente. A la división opositora se suma la falta de una conducción nacional clara en la provincia, lo que ha permitido que proliferaran múltiples sellos y candidaturas en nombre de Milei. Ante ese escenario, el radicalismo provincial intenta preservar su identidad y capital político, al tiempo que busca evitar una sangría de dirigentes hacia estructuras con mayor visibilidad mediática, aunque con menos institucionalidad.
La crisis también expone los límites de la estrategia electoral del radicalismo, que en 2023 jugó fuerte en la interna nacional y terminó fagocitado por los liderazgos más duros del PRO. Hoy, con Juntos por el Cambio prácticamente disuelto, los sectores internos del radicalismo misionero están a la intemperie: divididos entre los que apuestan a resistir con una línea propia y los que se fueron en busca de nuevos horizontes de poder bajo el paraguas libertario.

El comunicado oficial del Comité Provincial cierra con una frase cargada de simbolismo: “Quienes no lo entienden, se exponen al juicio de la historia, que los condenará por haber mancillado el honor y la dignidad de la representación popular”.

Fuente: Misiones Opina